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Los Jonas viven dentro de ti.

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sábado, 4 de mayo de 2013

Every little thing she does is magic (Cap. 11)

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Hay muchas formas de saber si es el amor de tu vida.

Connections

(NICK)

No sabía si estaba molesta, pero creo que ese comentario de mi parte estuvo algo fuera de lugar. Su actitud no me gustó, pero la tomó por mi culpa.
Caminaba por la arena de manera firme, mientras yo tropezaba por la inestabilidad del suelo y fuimos a dar a la playa, donde había dos camastros. Ella se sentó en uno de ellos mirando al l océano y esperó que me sentara para poder hablar.

            -¿Por qué eres así Nicholas? - ¿Nicholas? ¡Jamás me había dicho así!
            -¡Disculpa Katie! – escupí.


-Ya te dije por qué no quise irme a Londres. Tenía muchas cosas a las cuales no podría renunciar.
            -Lo sé y lo siento. –Me volví a disculpar – Es solo que me hubiera encantado que hubieras sido mi compañera. – ok, volví a hablar de más.
Ella me miró algo extrañada.
            -Ni sabes cómo cantaría contigo. Jamás lo hemos hecho juntos.
            -Podríamos hacerlo hoy si tú quieres. – sugerí. Alzó la ceja extrañada por mi comentario.

            -¿Hablas en serio?
Tragué saliva.
            -¿Por qué no? Te he escuchado cantar y definitivamente eres asombrosa. Sé que tuviste razones para rechazar un papel así. Tus compromisos en la escuela eran importantes al igual que en tu trabajo.
            -Ok. – sacó su iPod del bolsillo y buscó la pista en su lista de reproducción.

A REPRODUCIRLA CHICAS, RECUERDEN QUE HAY NARRACIÓN ENTRE LINEAS.

A little fall of rain – Marius & Éponine / Les Misérables

En un instante, pude reconocer la melodía
            -¿Hablas en serio? – pregunté.
            -¿Por qué no? Ahora, tú eres Marius y yo Éponine. Veremos que tal lo hacemos.
            -¡OK, hagámoslo! – y fue cuando comencé a cantar.

MARIUS
Good God, what are you doing?
'Ponine, have you no fear?
Have you seen my beloved?
Why have you come back here?

EPONINE
Took the letter like you said
I met her father at the door
He said he would give it
I don't think I can stand anymore

MARIUS
Eponine, what's wrong?
There's something wet upon your hair
Eponine, you're hurt
You need some help
Oh, God, it's everywhere!

EPONINE
Don't you fret, M'sieur Marius
I don't feel any pain
A little fall of rain
Can hardly hurt me now
You're here, that's all I need to know

Ella realmente cantaba precioso. Era como cantar con un ángel.

And you will keep me safe
And you will keep me close
And rain will make the flowers grow.

MARIUS
But you will live, 'Ponine - dear God above,
If I could heal your wounds with words of love.

EPONINE
Just hold me now, and let it be.
Shelter me, comfort me

MARIUS
You would live a hundred years
If I could show you how
I won't desert you now...

EPONINE
The rain can't hurt me now
This rain will wash away what's past
And you will keep me safe
And you will keep me close
I'll sleep in your embrace at last.

No podía evitar tomar sus manos, como si en realidad estuviéramos frente a un numeroso público y representado a los dos jóvenes. Ella enamorada de un hombre que ama a otra mujer.

The rain that brings you here
Is Heaven-blessed!
The skies begin to clear
And I'm at rest
A breath away from where you are
I've come home from so far
So don't you fret, M'sieur Marius

I don't feel any pain
A little fall of rain
Can hardly hurt me now

That's all I need to know
And you will keep me safe
And you will keep me close

Aquí la gran diferencia, es que ella me gustaba pero no sabía si ella sentía algo por mí. Pero según eso,  yo estaba enamorado de otra.


MARIUS(in counterpoint)
Hush-a-bye, dear Eponine,
You won't feel any pain
A little fall of rain
Can hardly hurt you now
I'm here

I will stay with you
Till you are sleeping

EPONINE
And rain...

MARIUS
And rain...

EPONINE
Will make the flowers...

MARIUS
Will make the flowers... grow... 

Una lágrima rodó por mi mejilla. Había sido el momento más glorioso del verano. Cantar con ella.

(NARRADOR)

            -¿Estas bien? – preguntó Katie al ver algo cabizbajo a Nick. Este simplemente decidió abrazarla. Ella no sabía exactamente qué pasaba, pero simplemente correspondió el abrazo.

Decidieron caminar por la playa conversando sobre el musical, Londres  y demás cosas. Nick sostenía su brazo con el suyo y platicaban sin parar.
Caminaban precisamente al filo del océano, sintiéndolo en la planta de los pies.
En ese momento:
            -La canción de The Police es muy buena. Tenía mucho tiempo sin escucharla.
            -Es una de mis canciones favoritas por el significado que tiene entre la familia. Con ella, papá le declaro su amor a mamá. – dijo con algo de melancolía.
Él apretó su mano con cariño y ella siguió hablando.
            -Mi hermano Andrew adoraba que yo tocara esa canción en piano. Papá tocaba la canción y yo a base de escuchar y observar, pude aprenderla.
            -Sin ver partituras ¿Verdad?
            -Así es – sonrieron ambos.
Cuando se dieron cuenta, estaban en la playa donde estaba el árbol con las letras grabadas en el tronco.

            -¿Cuándo te irás? – preguntó Katie.
            -Mamá no quiere irse hasta ver el último musical.
Katie se sorprendió por la respuesta.
            -¿De verdad?
            -Oh sí. Así que esperamos que Supreme Step Company haga el mejor de los trabajos. Pero no creo que haya problemas porque dicen que tienen una producción, dirección y coreografía de lujo.
Ambos que quedaron mirando por un segundo, pero Kat quitó la mirada para después caminar a dicho árbol. Dejar sus zapatos y comenzar a quitarse el pantalón.
            -¿Qué haces? – preguntó Nick pretendiendo no mirar de más.
            -¿Qué no es obvio? Iré a nadar.
            -¿Me dejarás solo?
            -No creo que te resistas a entrar al océano en este momento. – colgó su pantalón en una rama, y se quitó la blusa. Ella traía su bikini negro con detalles blancos debajo de la ropa.
Caminó a paso firme hacia el mar, dejando a Nick embobado mirándola como todo un imbécil toda su estructura. No lo dudó, comenzó a quitarse la camisa, pues ya llevaba su short azul que era su traje de baño.
Ambos entraron al agua al mismo tiempo, comenzado a disfrutar las cálidas olas que eran pequeñas en ese momento, permitiendo que nadaran de forma amena y sin ningún problema.
Había pequeñas guerras de agua entre ellos, pretendiendo lastimarse sin hacerlo; hasta que llegaron a las pequeñas agresiones físicas. Ella se le subía a la espalda y pretendiendo “ahogarlo”. Pero no podía, ya que Nick era muy fuerte y no se dejaba para nada vencer.
            -¡No me mi territorio! – gritó Nick de forma altanera.

---

(JOE)

No había nadie en el salón de baile. Esto significaba que Aile no estaba en sus actividades de diario. Nick se había escapado seguramente con Katie, así que me sería más difícil encontrarla.

Camino hacia la alberca donde encuentro un camastro solo y me recuesto en él.
Tal vez por el día de hoy no me dedicaría a estar con ella y simplemente toleraría mi soledad que esta vez me pesaba.

Era algo tarde, pero aun había huéspedes en la piscina disfrutando del poco sol que quedaba. La puesta de sol no tardaría más de una hora, y creo que esta vez la vería solo aquí sentado en este camastro.

            -¡Jamás creí que vería a Joe Jonas tan solito! – la voz de Aile tenía ese tono de burla y sarcasmo que tanto me mataba.
Ahí estaba ella parada a mi lado con una bata blanca rodeando su cuerpo.
            -¿Qué haciendo Miss Torrealba?
            -Acabo de salir del Spa! – Dijo tomando asiento a lado de mi en otro camastro – Ya era justo y necesario que me consintiera.
            -¿Por qué no me avisaste? – Exclamé – Te hubiera invitado a algún lado y yo te consiento.
Soltó la carcajada
            -¿No me digas? ¿Acaso le dices eso a todas tus victimas casanova? – alzó a ceja mirándome con algo de frialdad.
            -Nunca te he tratado como a las demás Aile.
            -Y si lo hubieras hecho, desde cuando te hubiera pateado el trasero.

(AILE)

            -¡Como me encanta que las chicas me diga “pateado el trasero”! – dijo Joe en tono sensual.
            -¡Eres un idiota! – rápidamente respondí ante su intento de seducirme.
            -Pero soy el idiota que te invitará a cenar.
Me reí de él:
            -¡Claro Joe! Recuerda que no soy tan fácil como todas las chicas que han salido contigo. Soy más complicada y difícil de convencer.
            -Lo sé, y por eso aún sigo insistiéndote – me lo dijo en un tono serio y convincente.
            -Vamos a beber algo ¿Te parece? – tenía que cambiar el tema para evitar que casi me diera un paro cardiaco frente a él.

Nos dirigimos al bar para poder tomar algo y poder conversar por un rato. Si de verdad quería algo conmigo en una charla lo tenía que averiguar.
           
---

(KATIE)

Era genial pasar el tiempo con Nick. Después de una charla amena ahora podría nadar a su lado. Pretendiendo recordar que tenía una novia que lo esperaba, solo pretendía nadar con él con la intensión de hacerlo de forma amistosa; pero él lograba que me dejara llevar tal adolescente y solo estuviera porque me encantaba estar con él.
Definitivamente sentir su espalda era realmente sublime. Era fuerte y desarrollada, tal como había imaginado al tacto. Después de quererlo “ahogar”, el muy maldito, quería hacerme cosquillas, así que como pude escabullirme y salirme del mar en búsqueda de librarme de él. Pero cuando menos lo pienso, él me atrapa entre sus brazos y me hace cosquillas tirándome en la arena retorciéndome de risa.
            -¿A quién querías ahogar eh miniatura? – me decía sin dejarme de agredir con cosquillas.
            -¡BASTA NICHOLAS! – suplicaba. Era demasiado cruel con su tortura.
            -¡Hasta que usted señorita me ofrezca una disculpa! – me dijo decididamente divertido.
            -¿Estás loco? – Aparté un poco sus manos - ¡Jamás pido disculpas! – alzó la ceja y continuó.

(NICK)

Estaba tan cerca de ella una vez más. Estaba entre mi pecho y la arena, justamente como cualquier hombre quisiera tener a la chica de sus sueños. Me perdí poco a poco en su sonrisa y dejé de hacerle cosquillas. Hubo un momento que nuestros ojos se encontraron perdiéndose por completo. Esa electricidad por mi cuerpo era inmensa, como si ella fuera el complemento de mi existencia. ¡Como si solo ella importara!
Estoy a menos de 5 centímetros de besarla. Y juro por Dios que no quería perder la oportunidad de hacerlo.

(NARRADOR)

Nick estaba a punto de besa a Katie y viceversa. Ambos no podría aguantar las ganas de hacerlo; pero había muchas cosas en la mente de ambos que lo impedían.

            -¡HAZLO YA! – gritaba el subconsciente de Nick.
            -¡TIENES QUE BESARLO! – aclamaba la mente de Katie.

Pero…

            -Tengo arena en la el cabello y eso pica – dijo Katie para romper el momento.
            -¡Ah! ¡Claro! – Nick se levantó rápidamente y la ayudó para que se incorporara. Sin pensarlo, ella caminó hacia el océano para poderse adentrar y nadar un poco. Necesitaba despejar sus pensamientos por un momento.
            -¿Qué estás haciendo? – decía Nick mientras se acercaba a donde llegaba el oleaje para sentarse y sentir el agua en las piernas.
Veía a Katie en el agua mientras pretendía quitarse la arena del cuero cabelludo. Era perfecta en todos los sentidos, y lo hacía sentir completo.
Ella se acercaba a él y podría jurar que estaba viendo una película… ella sale a paso firme del agua haciéndose el cabello para atrás mostrando su perfecta figura. ¡No podía pedir más!

            -¡Es hora de regresar! – le dijo Kat al momento que estuvo no más a un metro de distancia. Ella se sentó a su lado haciendo figuras en la arena mojada hasta que las olas al llegar, las borraba sin dejar rastro. Nick sintió un ataque de pánico al escuchar esas palabras. Si no hacía algo, la oportunidad se perdería.
Rápidamente se puso de pie y extendió su mano para ayudar a Kat a levantarse. Cuando ella lo hizo, esta pretendió soltarse, pero no pudo.
            -¿Puedes cumplirme una locura? – preguntó Nick.
            -¿Cuál? – preguntó ella algo dudosa.
            -¡Baila conmigo! – ella alzó la ceja.
            -No hay música. El iPod lo dejaste conjunto a las demás cosas en el árbol. ¿Cómo voy a bailar contigo si no hay música?
Él la tomó de la cintura y se puso en posición.
            -¿La coreógrafa de New York no puede improvisar? – eso le dio en el ego, aceptando la exigencia loca de su ahora pareja de baile.

(KATIE)

Aquí estábamos, bailando como idiotas sin música. Pero el silencio adornado del rompimiento de las olas contra la arena y el canto de las aves costeras hacían que hubiera música.
Sentía un bienestar al sentir su hombro bajo una de mis manos, y tomando la otra mientras bailábamos a un ritmo que solo él y yo solo podríamos entender.

            -¿Qué pasará cuando te vayas? – preguntó.
            -No lo sé. Tengo muchas cosas que hacer en New York, entre ellas estar con mi familia y dar clases.
            -¿No hay papeles que le quieran ofrecer a la estrella de Supreme Step Company? – lo dijo en tono burlesco. Esto merecía venganza.
            -¿Y tú? ¿Te dedicarás solo a escribir canciones para tu novia? – su rostro se descompuso, pero no me soltaba por nada del mundo.
            -¡Todo el mundo cree que ella se aprovecha de mí! – Respondió con tristeza mezclada con molestia – Las fans, mis hermanos, mis padres. No quiero que tú también seas parte del complot. – el tono de su voz me dio a entender que había tocado una fiba bastante delgada.
            -¡Discúlpame! No fue mi intensión.
Nick me miró detenidamente
            -¿Qué? – pregunté.
Con tono burlesco.
            -¡Me acabas de pedir una disculpa! – Me di cuenta de lo que había hecho - ¿Qué no se supone que Katia Torrealba jamás pide disculpas?
Le di un merecido golpe en el hombro. Eso causó que rápidamente me tomara como costal de papas, me pusiera en su hombro y diera vueltas.

(NICK)

Se había ganado un abrazo mareador por estar de insolente.
            -¡BAJAME! – gritaba divertida. Después de la sexta vuelta la bajé para que quedáramos frente a frente.
            -¡Eres de lo peor! – decía ella dándome pequeños golpes con los puños.
            -¿Sabes? – dije después de que se nos pasara la risa – A pesar de que me acabo de dar cuenta de que tal vez nos hubiéramos conocido antes si hubieras acepado ese papel en Les Miz, le doy gracias a Dios que te conocí aquí.

Mi cuerpo comenzó a hablar por mí, y no sabía perfectamente lo que estaba haciendo. Solo tenía un solo objetivo: Besar los labios de Katie

(NARRADOR)

Ella sabía lo que podía pasar, pero sus pies no le permitan salir corriendo, su mente no formulaba alguna excusa para alejarse de él. La voz interior pedía sentir los labios de Nick de una buena vez.
Nick puso sus manos en la cintura de Katie acercándola a él. Una mano se fue a la mejilla adornada por unas cuantas pecas que se le hacían adorables.
Katie por lo tanto, llevó sus manos hacia los antebrazos queriendo no hacerlo. Pero su cuerpo hablaba por sí solo. Nick se agachó un poco para poder estar a la altura de la chica que  tenía frente a él mientras ella no se movía para nada.
Nick dudaba, pero parecía que no. hasta que su nariz chocó con la de ella y sin más, los ojos de ambos se cerraron hasta sus labios chocaron de manera coordinada. Ese pequeño beso fue el detonante para que ambos los correspondieran casi instantánea.

(KATIE)

No sé quién fue el primero que cedió, pero o que sí sé es que ahora no puedo y no quiero escapar. Sus labios eran más dulces y suaves de lo que había imaginado. Abro los ojos y me encuentro con su mirada decidida a seguir con esto; y siendo honesta, no podía negarme. ¡Era demasiado delicioso! Así que cierro los ojos y dejo que me bese sin importarme lo demás.

(NICK)

Me correspondía, no quería separarme de ella por nada del mundo y ni loco que lo haría. Así que decido tomar la iniciativa de prologar y mejorar el beso pretendiendo no ser brusco y tratarla como ella se merecía. Sus labios sabían tan bien que podría estar así toda mi vida.
Siento que sus manos se van detrás de m cuello mientas una de mis manos estaba en su cintura y la otra en la espalda para no dejarla escapar.

(NARRADOR)

El beso era intenso, pero tierno. Ninguno de los dos quería parar porque realmente lo estaban disfrutando. Tanto, que ella tuvo que ponerse de puntillas para poder alcanzarlo y dar más emoción a su primer gran beso. Un beso que fue esperado por ambos con la misma intensidad.
El tiempo se detuvo para ambos. La química que tenía que existir para que el beso fuera magnifique era mucho mejor de lo que ambos pensaban.

Pero llegó el momento de que alguno de ellos tenía que parar. Y sí, fue Katie.
Nick por poco le da un ataque al corazón al ver esa actitud de Katie. Le bastó un momento para acostumbrarse a sus manos sobre su cuello y acariciando su cabello.
Katie quitó sus manos del cuello de Nick y procuró no mirarlo a los ojos.
            -Será mejor que regresemos. No quiero preocupar a tía Eli.

Caminó como pudo hasta el árbol donde estaba su ropa y la tomó procurando no hacer alguna tontería como caerse o algo así.
Tomando siento, comenzó a doblarla para evitar arrugarla y para distraerse en otra cosa antes de volver a caer en tentación de besarlo otra vez.
Nick caminó detrás de ella algo confundido por su reacción, aunque era de esperarse. En ese momento, el sentimiento de culpa afloró en mente.

(KATIE)

Me sentí mal y culpable. Estaba besando al novio de otra… alguna vez lo hice pero cuando era más chica y por lo tanto menos consciente de lo que hacía. Ahora no tenía excusa, ya que al parecer las cosas con Delta eran serias y yo no podría ser la que rompa todo eso.
Procuro tomar mi ropa y doblarla cuidadosamente. Creí que era buena idea sentarme en una de las piedras porque honestamente no sabía si podría mantener el equilibrio por mucho tiempo.

            -¡Kat! Lo siento – hincándose frente a mí para quedar a la altura. – esperen ¿Por qué hace eso?
            -¿Por qué pides disculpas? – Quise sonar segura – ¡Solo fue un beso!
            -Lo sé, pero no sé por qué lo propicié. Es decir, ¿A quién no podrías gustarle? Pero…
Le tomé la mejilla para poderlo tranquilizar.
            -Nick, solo fue un impulso de ambos. Tú amas a tu novia y eso es lo que importa. Digamos que fue un “desliz” que pasó a causa que pasamos mucho tiempo lado a lado.

(NICK)

Esas palabras que procuraban tranquilizarme no lo hacían del todo. “Solo fue un impulso” ¿Qué demonios quería decir eso?

            -¿No estas molesta conmigo? – pregunté para evitar alguna pelea.
            -¡Claro que no! – Nos pusimos de pie – Tú y yo somos amigos, y eso jamás se va a terminar. Sé que jamás le harías algo así a Delta, pero esto fue solo un impulso. De mi parte, jamás saldrá alguna palabra de esto. Yo no tengo problemas pero tú sí porque tienes a una linda chica que te espera.
Palabras que herían demasiado. Era cierto, Delta me esperaba.

Nuestro camino de regreso al bungalow fue con charla un tanto incomoda. La veía tranquila y serena, cosa que me mataba pero a la vez me hacía sentir sin el impulso de tirarme de un acantilado.  

            -¡Te veo luego! – expresó cuando estuvimos a unos cuantos pasos de la puerta.
            -Ok. ¡Cuídate! – Se acercó para darme un beso en la mejilla de despedida y rápidamente nos lo dimos. Entró sin mirar a atrás.

(NARRADOR)

Katie se recargó en la puerta al momento de entrar tirando la ropa al suelo y llevándose las manos al cabello que aún seguía húmedo.
Nick por su parte caminaba por el sendero de piedras que lo llevaban de regreso al hotel. Estaba inquieto y pensativo.
Ninguno de los dos podría creer lo que había pasado hace menos de media hora.
Ambos tenían el pulso descontrolado y ganas de llorar. Pero lo más relevante, es que ambos se llevaron los dedos a los labios, saboreando el último bocado de aquel tierno y loco beso. Ambos mirando hacia arriba y con los ojos rasgados con lágrimas dijeron:
            -¿Qué demonios hice?

---

Joe por su parte solo se concentraba en descifrar la personalidad extrovertida y genial de Aile.
Estaba a punto de anochecer, y aún seguían recostados en los camastros platicando y viendo como el astro rey desaparecía en el mar.

            -¿Qué has pensado acerca de Nick y Katie? – Preguntó – Yo creo que siguen haciéndose los idiotas de que solo son “amigos”.
            -Técnicamente lo son. Ninguno da su brazo a torcer. – dijo Joe mirándola mientras Aile flexionaba las piernas dejando ver su tostado color, haciendo que se desconcentrara por un momento – y creo que también nosotros hacemos lo mismo.
Lo volteó a ver.
            -¿De qué demonios hablas?

(AILE)

Esas palabras llamaron mi atención. “Y creo que también nosotros hacemos lo mismo” ¿Qué demonios?
Volteé a verlo y busqué mirarlo a los ojos de inmediato.
            -¿Sabías que tus hoyuelos en las mejillas me matan? – dijo con nerviosismo. Me llevo las manos al rostro, sintiendo que las sangre quemaba mis mejillas.
            -¿Hay algo que quieras decirme? – pregunto sin rodeos. A veces odio ser tan directa. Joe está temblando y no sé por qué.
            -Lo que pasa, es que… - de un de repente, se puso rojo de pies a cabeza. ¡Esto era divertido! Se pone de pie, y camina unos pasos pretendiendo volver al color normal.
            -Lo que quiero decir es que… me gustaría que… bueno, si tú y yo… podríamos, no sé…
Se sentó de nuevo en el camastro, mirándome…
            -Quiero saber si podría invitarte a salir… pero no solo una salida, sino una cita.
Ok, esperaba que me dijera algo que tuviera que ver con nuestra relación, pero ¿Una cita? Esto es nuevo creo yo.

(JOE)

Sus hoyuelos habían desaparecido debido a la sorpresa de mi propuesta. Ahora no sonreía, más bien estaba algo asustada y confundida. Pero sobre todo, con toda la actitud de que podría mandarme al carajo.
Era algo raro ponerme nervioso al momento de pedir una cita. Jamás he han hecho falta chicas con quienes salir, pero con ella… Aile es tan diferente a todas las demás. Me encantaba hasta tu forma de burlarse de mí y ahora que por fin le digo que quiero tener una cita con ella, se queda callada.

            -¿Una cita conmigo? – escupió.
            -¿Acaso tiene algo de malo que te invite a por lo menos a tomar un café?
Alzó la ceja.
            -Estamos hablando de nuestros hermanos respectivamente… y ¿Sales con esto? – parecía que estaba molesta. Y más me lo dio a entender cuando se levantó del camastro tomando sus cosas y caminó para alejarse de mí.
            -¡Espera!

(AILE)

No sabía qué hacer. Joe me estaba pidiendo una cita con él siendo que todo el mundo sabemos la clase de chico que es. Un caballero sin duda, pero tiene un “corazón de condominio”. Ok, tal vez yo sea igual en ese aspecto, pero ¿Esto sería una buena combinación?

            -¡No fue mi intención ofenderte! – me decía con sinceras palabras mientras yo caminaba dándole la espalda pretendiendo huir.
            -¡Déjalo así Joe! – Respondí sin dejar de caminar – Haremos que nada de esto pasó y seguiremos con nuestra amistad.
            -Quiero demostrarte que no soy como tú crees Aile ¿Por qué me niegas la oportunidad?
Por un momento, la sangre se me fue a los pies. La voz de Joe había tomado un tono ¿Sentimental? Paré volviéndome hacia él y ¿Qué fue lo que encontré?  Un hombre que me miraba con ojos tristes que por un momento creí que eran parte de algún chantaje, pero no es así. Kat me había enseñado como saber si un hombre se hacia la víctima, y de mil formas en segundos busqué señales de que Joe lo estaba haciendo, pero solo encontré al mediano de los Jonas que me hablaba con el corazón en la mano.

            -Escucha bien Joe. Te he conocido en estas semanas y creo que eres un chico genial, pero no estoy dispuesta a salir con un hombre que solo busque utilizarme.
            -¡Esa no es mi intención, te lo juro! – no mentía. ¡Maldita sea! No estaba mintiéndome. Me quedé en un callejón sin salida.
Decidí terminar esto de una buena vez.
            -¿Entonces, puedo seguir confiando en ti? – vi que una sonrisa en su rostro poco a poco aparecía, un rayo de esperanza en su mirada.
            -¡Claro que sí! – En dos pasos se puso frente a mí - ¿Me dejas invitarte a cenar? Prometo que solo es como amigos, y si no te agrada no volverá a ver una segunda vez.

Lo pensé un poco, pero realmente quería salir con él y poder tener mi propia versión.
Le di un beso en la mejilla.
            -Pasas por mi mañana, a las 6:00 p.m. ¡No llegues tarde! ¡Odio a los impuntuales! – me di media vuelta y seguí mi camino.
            -¡Siempre soy puntual pequeña! – no quise voltear a verlo pero sabía que cuando me lo dijo estaba sonriendo al igual que yo en estos momentos.

¡Damas y caballeros! Tengo una cita con Joe Jonas!

---

(JOE)

            -¿QUÉ HICISTE QUÉ? – grité al escuchar lo que había hecho Nick. Estábamos los dos solos en la suite. Cuando llegué con mi felicidad y dispuesto a contarle lo sucedido, entro a su habitación y lo encontré acostado mirando hacia arriba. En cuanto abrí la puerta, me dijo que había besado a Katie Torrealba.
            -Se dieron las cosas. No creí que esto fuera a llegar tan lejos. – Mi hermano se llevó las manos a la cara – ¡Me siento tan culpable! ¡No podré ver a Delta a la cara! – un comentario asó me hubiera agradado en totalidad, pero al ver la frustración de Nick me sentí muy mal.
Me senté a lado de él mientras él seguía recostado.
            -Escuchar bro. Yo sé cómo te sientes. Estas atrapado en un mundo donde dos chicas gobiernan tu cabeza. Eso me pasó hace mucho tiempo, pero créeme, son cosas que pasan y tienes que aprender a enfrentarlas. Chica que elijas, será la mejor elección.

---

(NICK)

Era raro escuchar que mi hermano me dijera “Chica que elijas, será la mejor elección”. Podría sonar como un pleonasmo, pero era verdad.
            -¡Gracias! – solo escupí. Pero ya no quería verme sentimental, y le pregunté por qué había llegado a un principio a la habitación con tremenda sonrisita.
Me contó que tendría una cita con Aile y que estaba emocionado y nervioso a la vez. Podría ver que le gustaba mucho y que no estaba dispuesto a perder el tiempo.
Eso me emocionaba. El pensar que Joe había encontrado una linda chica como lo es Aile, me parecía excelente.
Volviendo a mis traumas existenciales:
Tenía que poner mis ideas en claro porque no quería que nadie saliera herido. Pero creo que por primera vez, Katie me ha lastimado. “Solo fue un impulso” fueron las palabras que terminaron por matarme.

Hasta aquí mis lectores.
Arrancan las confusiones, confesiones y mucho más. La situación Jonas – Torrealba agarra un nuevo rumbo el cual seguiremos cada paso.
NO TE PIERDAS EL PRÓXIMO CAPÍTULO DE TU NOVELA FAVORITA “Every little thing she does is magic”.

UN BESO A TOD@S.
GRACIAS TRIPULACIÓN. TOD@S SOMOS #ARENITACREWJONAS

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