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Debes de tener en cuenta que la felicidad causa envida a sus alrededores.
Planes
(BRAD)
Un mensaje de un número desconocido recibí hace unos instantes. Me pareció bastante extraño recibir algo de esa clase.
Decidí llamar.
-Creí que no llamarías Brad – una voz femenina fue la que me contestó. Al escucharla, me sentó estremecer.
-¿Qué? ¿Pero cómo?
-¿Qué no te da gusto saber de mi?
-Creí que estabas en Madrid.
-Lo estaba. Pero después de las cosas graciosas que está haciendo tu amiguita, me pareció mejor volver para devolverle el favor.
Elizabeth estaba de vuelta. Tuvimos poco contacto durante estos meses, pero obvio que se dio cuenta de que Diana tenía mucho que ver en mi vida. Casi se va de espaldas cuando le conté de que Diana Montgomery era la causa de me quedara en este apestoso rancho. Pero lo que jamás pensamos era que estos dos quedarían juntos y que lo gritarían a los cuatro vientos.
-¿Qué es lo que tienes en mente? – Pregunté algo curioso – porque de hecho, se irán dentro de 2 días a NY mientras Diana estará por Dallas. -Pues tengo que actuar. De hecho estoy aquí en New York, así que será bueno que les haga una visita.
-¿Quieres que me encargue de Diana?
-Pues no sería mala idea. Creo que necesitará ayuda en estos días que este lejos de casa. Así que tendrás que buscar un pretexto para irte de ahí e irla a buscar.
Estuvimos por un rato formulando un plan con tal de separar a Diana y a Kevin y poder triunfar. Yo no iba a estar a gusto sabiendo que ese bastardo fuera su novio. Al único que le pertenecía esa preciosa mujer, era a mí.
Era la hora de empacar. Tenía que comenzar el plan.
(NARRADOR)
Eran casi las 9 de la noche y Diana regresaba a casa después de haber platicado con John acerca de este asunto. Escuchó risas al momento de que piso el porche del jardín trasero. Volvió su mirada hacia atrás y vio que Joe y Alice venían bastante alegres. Pero había algo raro, sus caricias eran más sugerentes de que lo eran hace unas horas.
Y fue más evidente que gracias a que no había mucha luz de donde ellos venían que Joe la besó, pero la levantó por los glúteos, mientras Alice rodeaba su cintura con las piernas.
-¡Creo que no fuimos los únicos! – pensó y sonrió de forma picara. Entró a la casa para no ser vista, pero con la certeza de que esta noche seria “Noche de chicas” ya que había mucho que contar.
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(ALICE)
Después de la cena, todos nos fuimos a nuestras habitaciones. Parecía que nadie sospechaba de lo que Joe y yo habíamos hecho, pues la plática se concentró en los planes que los veterinarios teníamos.
Pero había algo raro. Di y Kev parecían hacerse miradas traviesas y un extraño rubor en sus mejillas. Tal vez Joe y yo estábamos igual, pero por alguna extraña razón, me percaté de ese detalle.
Recuerdo que durante la cena, Joe apretó mis nudillos por debajo de la mesa, haciendo que me volviera hacia él. Señaló con los ojos a su hermano y a nuestra mejor amiga mientras sonreían de manera muy peculiar; al parecer no había sido la única que se percató de todos aquellos detalles que nadie notó.
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Cuando llegó la hora de retirarnos a nuestras habitaciones, acompañé a Nick y a Joe a la suya ya que le iba preguntado por el estado de ánimo en el que estaba Jaz.
Como unos 20 minutos después, decidí que era la hora de irme a dormir. Joe me acompañó a la puerta, pero salió junto conmigo, y me tomó por la cintura (cerrando la puerta).
(El pasillo estaba a luz tenue)
-No sabes cómo me pesa no dormir contigo – susurró en mi oído.
-Pues cuando eso suceda, no creo que vayamos a dormir – guiñó de forma traviesa.
Cuando nos dimos un beso de despedida, escuchamos unas risas leves provenientes de mi habitación. Seguido de eso, la puerta se abrió y Kev salió de la misma siendo perseguido por Diana. Después, sin percatarse de nuestra presencia, este se dio media vuelta y la atrapó, dándole un tremendo y candente beso. Eso hizo que Joe carraspeara, haciendo que ambos volearán sorprendidos.
-¡Buenas noches! – dije.
-¡Buenas! – respondió ella sin pena alguna.
-Como que están misteriosamente risueños ¿No creen? – dijo Joe con tono irónico.
-Pues no creo que más que ustedes – contraatacó nuestra amiga alzando la ceja, como si sospechara algo.
Un silencio nos envolvió a todos, rompiéndose en una carcajada, haciendo que todos quedáramos en evidencia de lo que habíamos hecho.
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-¿Aquí en la casa? – susurré al momento de que me dijo que había estado con Kev. – tienes una suerte que todos estuviéramos fuera.
-Y ustedes en la casa del árbol. ¡Eso si es tener suerte! – Respondió ella – Y más te vale que hayan dejado limpio porque me dará asco llegar y tomar mis almohadas.
-Pues yo ya no volveré a entrar a la habitación de los chicos con el mismo gusto – con cara de asco - ¡Demasiado ADN! Ambas reímos.
(DIANA)
Sabía que mi primera vez seria especial. Kev siempre me trató con delicadeza y con suavidad. Era la mujer más feliz del mundo y más porque mis mejores amigos también habían dado ese gran pasó con todo el amor del mundo.
Dormimos hasta las 3 de la mañana contando lo que pasó. Era obvio que cuando estas entre amigas, tienes que contar con lujo de detalles ese momento tan especial. Aunque claro, guardé algunos porque solo eran para mí.
Dormí feliz después de haber pasado esos momentos con mi novio. Había sido hasta ahora uno entre los 10 mejores momentos de mi vida con él. Creo que ahora tenía en mente aquella “charla” en la cual mi madre y mi tía Denise. No se iban a enterar aunque creo que ya sospechaban de lo que iba a pasar.
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(NARRADOR)
Al día siguiente, muy temprano y mucho antes de que todo el mundo fuera a ser sus labores, Brad había entrado a la oficina de Billy donde reviso con detalle una agenda que tenía en el escritorio.
Encontró lo que buscaba, así que tomó papel y bolígrafo para anotar y se llevó el papel a la bolsa…
Salió sin que nadie lo viera (eso creía) muy feliz se le veía al tipo.
Pero en ese momento, se encontró con Roberto que lo había espiado de cierta forma.
-¿Qué haces Stamper?
-Nada que te importe.
-No hagas nada de lo que puedas arrepentirte.
-Créeme ¡Esto va a ser de lo mejor! Y yo lo gozaré.
Roberto no entendió, simplemente se quedó pensado, pero había llegado a una conclusión. Brad Stamper había perdido la cabeza.
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Brad llegó a su cuarto, donde las maletas le esperaban.
-Creo que después de leerlo, ya me lo aprendí. – Dijo con voz sombría – Ahora no se podrá escapar mi oportunidad.
Así que simulando que era un balón de básquet el papel, lo lanzó contra el bote de basura, pero no anotó. Molesto se dirigía a recogerlo, cuando de repente, su celular sonó.
-¡Hola!
-¡Buenos días! – Dijo la voz femenina - ¿Estás listo?
-¡Listísimo! Solo tomo mis maletas y me voy.
-¡Perfecto! Cuando llegues al aeropuerto, te diriges a una de las chicas de la aerolínea y le das mi nombre. Ella te dará el boleto que te llevará a Dallas.
>>Cuando llegues, un chofer te recibirá y te llevara a donde estarás hospedado.
La chica se rió.
-No te preocupes. Cuando hayamos cumplido nuestro cometido, tú y yo tendremos nuestra última noche de “acción”. Pues tendremos que dedicarnos a nuestros respectivos amores ¿No crees?
-Ya lo creo
Así que dejando una nota en su cama y sin mirar hacia atrás, dejó el rancho sin que nadie se diera cuenta. Ni el mismo velador se percató de que Brad Stamper se iba con un plan entre manos.
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“Necesito buscar mi destino y es obvio que no está aquí. Prometo comunicarme contigo para que sepas donde estoy. Deséame suerte, ya que la voy a necesitar.
Tu hijo: Brad. “
Esta fue la nota que encontró John Stamper en la mesa de la pequeña casa donde su hijo estuvo viviendo todo este tiempo.
Billy también encontró una carta en su despacho.
La noticia corrió por todo el rancho, y prácticamente hubo fiesta, porque nadie lo soportaba, aunque John no estaba muy seguro de lo que estaba pasando.
-Ni tiempo hubo de reclamarle al maldito. – dijo Diana mientras cabalgaba a lado de Joe por la mañana.
-¡Ya ni digas! No se fue sin que antes le pusiera la arrastrada de su vida.
-Tranquilo. Lo bueno que se fue y nos dejó en paz antes de que pasara alguna desgracia. Porque para serte honesta, le tengo miedo a ese tipo.
-¿Miedo? ¿Por qué? ¿Crees que te quiera hacer algo?
-Porque está loco de celos de que tú seas feliz con alguien que no es él.
-Pues quien sabe. Pero espero no volvérmelo a encontrar jamás en mi vida.
-Si algún día se llega a presentar delante de nosotros, te juro que soy capaz de todo. ¡Ese maldito no tiene por qué hacerte daño! Es más, me dan ganas de acompañarte a Dallas, porque este tipo si está enfermo, te podría hacer algo.
-¡Tranquilo Superman! Estaré en el departamento que tenemos cerca del centro. El que mi padre puso a mi nombre porque según eso sería mi regalo de 21 años. – agachó la cabeza recordando a su padre una vez más.
-¡Tranquila pequeña! Sabes perfectamente que le hubiera encantado dártelo en persona. Pero de cierta forma lo hiso y lo sabes.
Trató de sonreír, y sabía que Joe tenía razón. Su padre siempre la acompañaba.
Este día, los Jonas se irían a NYC. Todos estaban tristes con esto, pero era necesario para el bien de la banda. Además, terminar de grabar el disco era primordial, pero era obvio que lo que menos querían, era irse.
(JAZMIN)
Son las 3 en punto y el timbre de la escuela sonó. Rápidamente salí de clase, dejé mis cosas en el casillero y corrí hacia la puerta principal. Sabía que estaba esperando Nick en una de las camionetas de “Montgomery Farm” como todos los días. Tenía que aprovechar las pocas horas que me quedaban con él, pues se iría a NYC y no teníamos a ciencia cierta la fecha de regreso a Texas.
Cuando miré al otro lado de la cerca, efectivamente estaba ahí la camioneta verde con el logo. Pero había algo fuera de lo normal; Nick estaba recargado en la camioneta volteando hacia mí, pero venia “disfrazado” con un sombrero texano.
Era obvio que toda la escuela sabía que yo era la novia de Nick Jonas, pero juraban y pre – juraban que jamás vendría a exponerse.
Por eso cuando venia, jamás se bajaba de la camioneta hasta que yo llegara hacia donde él y ya lo hacía con el fin de abrirme la puerta como todo un caballero. Pero ahora, fue diferente.
-¡Hola! – me dijo con una peculiar sonrisa al momento que me acerqué.
-¿Qué haces fuera de la camioneta?
-Digamos que tenía ganas de broncearme un poco. – sonreí. Me abrió la puerta y subí esperando que subiera y arrancara para irnos de ahí.
Cuando estuvimos como a 3 calles, cuando un semáforo señaló “Alto”, Nick se volvió hacia mí, y me dio un exquisito beso en los labios. ¡Tanto que lo necesitaba! -¡No sabes cómo voy a extrañar esto! – me dijo sin dejarme de besar.
-Ni que te fueras a ir toda la vida. Porque si es así, demos por terminada la relación. – bromeé.
-¿Crees que te voy a dejar así de fácil? ¡Nada de eso Miss Rodríguez! Planeo tenerla mucho tiempo como mi novia.
Ambos guardamos silencio y nos miramos por unos segundos. Aquel niño que parecía que sería lacio se había convertido en un hombre tan atractivo. Y lo mejor de todo, es que era mío. Alguien como era no era fácil de encontrar; no solo por ser un rock star, sino por la forma como es. Alguien tan lindo es muy difícil de encontrar.
-¿Qué pasa? – preguntó mirándome.
-¡Estaba pensando en lo que debí hacer bien para que el de arriba me mandara a alguien como tú!
-¿Sabes? Esa pregunta me la hago todos los días. Y siempre llego a una conclusión.
-¿Cuál es? – pregunté curiosa.
-En que me están adelantando el paraíso – sonrió, y claro con esto me mató por completo. Lo besé una vez más pero no por mucho tiempo, pues el auto que se puso detrás de nosotros, comenzó a tocar desesperadamente la bocina, pues creo que nos quedamos más tiempo de lo que debíamos.
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(KEVIN)
Estaba muy molesto acerca del asunto de Brad, de que el bastardo había sido el hijo de perra que había ido con el chisme a Oliver y casi causa que nos matemos.
Lo bueno que el bastardo ya se había ido. Ahora solo faltaba esperar que comenzara el World Tour y decirle a Diana que si iba conmigo; ahora no había duda de que ese perro no la volvería a molestar, porque en caso de que regrese, Di estaría conmigo de gira.
Bueno, ella no sabe, pero pretendo decirle que venga conmigo por todo el año. Mis padres estarían encantados de que ella estuviera con nosotros. Además, servía para planear con más precisión la forma como le iba a pedir matrimonio. Pero a pesar de que lo que más quería, era que ella fuera Mrs. Jonas, tenía miedo… A ser rechazado por que ella tenía aun muchas cosas que tenía que hacer antes de cometer la mayor locura a mi lado.
-¿Soñando despierto? – llegó Joe por su maleta que estaba en su cama.
-¿Qué pasa? – contesté tratando de sonar normal.
-Supongo que ya estas planeando como pedirle matrimonio a Di. – me quedé pasmado ¿Cómo sabia eso?
(JOE)
Después de que supo lo de Brad, mi hermano se quedó muy pensativo. Y a juzgar de la mirada distante y soñadora de mi hermano mayor, sabía que estaba planeando algo para poder evitar que Di estuviera en contacto con ese patán una vez más. Nosotros ya habíamos planeado de invitar a las chicas al World tour, pero Kev no era solo de “invitarla”, pues tenía la seguridad de que quería algo más que un noviazgo formal (claro, después de haber tenido relaciones con ella, era más que evidente).
-Sabes que Di es muy joven para casarse animal – me dijo después de dudarlo un poco.
-Ni creas que me di cuenta de que Di nació un 16 de agosto de 1989, un día después que yo nací y que por lo tanto, tenemos la misma edad – con un tono realmente irónico.
-¡Ya entendí sarcástico! Es obvio que a Di le hace falta hacer muchas cosas. Ella quiere tener su propia clínica… -¡Tal vez pueda hacerlo mientras está casada contigo!
-Primero que cumpla sus sueños, y después le pido matrimonio – discutió.
-Deberías preguntarle a ella primero. – insistí. Pero no recibí respuesta alguna, parecía que este asunto era más serio, así que mejor ya no dije más. Agarré mi maleta y salí de ahí.
Bajaba por las escaleras y podía ver que todos se movilizaban para poder subir las maletas a las camionetas para irnos. Iríamos al airpark donde ya estaba el jet y así pasarnos a New York, pero para serles honesto, hoy más que nunca no quería irme.
Dejaría a mi chica, a mi mejor amiga, el campo tan bello… demasiado pesar, pero yo estaba seguro de que Alice si iría conmigo a la gira, aunque no se lo preguntado aun.
(DIANA)
Ya faltaban minutos para irlos a llevar al airpark para que tomaran el jet que los llevaría de regreso a su vida normal. Me dolía en el alma no poder acompañarlos, por el hecho de que tendría que cumplir mi obligación con lo de la epidemia.
Abrí la puerta para poder bajar y así terminar de una buena vez esto, cuando vi a Kev frente a mi puerta. Estaba a punto de tocar.
Cuando estaba a punto de decirle algo, se me abalanzó besándome y cerrando la puerta con seguro. Lo hacía de forma desesperada y desquiciada, pero lo suficiente para dejarme en completo shock y seguirle la corriente hasta que pegó a la pared besando mi cuello.
-Kev, no.
-Déjame besarte de esta manera – suplicaba – Necesito sentirte una vez más.
Era obvio que sabia a lo que se refería, pero no podíamos hacerlo. Ahora todos estaban aquí en casa, incluido mi hermano que si entraba y veía a Kev y a mí haciéndolo, nos mata.
-¡Kevin! Si entra Billy… - gemí por el placer que me estaba causando sus caricias por toda mi espalda y sus besos que se negaban a parar - ¡Kevin! Por favor, no.
Dejó de besarme, pero siguió abrazado a mí.
-Perdón – me dijo besándome la mejilla – Es que de tan solo pensar que me alejo de ti una vez más, me siento extraño. Como si algo te fuera a pasar si te dejo.
Nos sentamos en la cama pero aun abrazados. El pobre parecía que tenía ganas de llorar, y créanlo o no, yo igual.
-¡Tranquilo mi amor! – Le decía acariciando su cabello rizado - ¡Pronto estaremos juntos! Verás que pasando el tour, tendremos el tiempo de sobra. -No quiero esperar después de la gira. – exclamó entre lagrimas. De repente, alzó la cabeza y su mirada se encontró con la mía – Quisiera que vayas conmigo a la gira.
Eso si me había agarrado de sorpresa.
(KEVIN)
Tenía que decírselo. Arriesgarme y saber que pensaba acerca de irse conmigo alrededor del mundo y vivir esos momentos.
-¿Qué estás diciendo? – preguntó algo asustada.
-De verdad me gustaría que fueras conmigo. La pasaríamos genial.
-Pero ese es momento de las fans y los conciertos. Yo no encajaría allí, además tengo que hacer aquí en Texas. Para mi desgracia estoy atada. – me dijo, y todo eso lo sabía perfectamente, pero era mucho mejor escucharlo de una vez y quitarme la idea de la cabeza.
-Eso lo sé. ¡Perdón! Pero es que sería algo sublime que estuviéramos juntos. Las fans sabes que te adoran y que no habría problema por parte de ellas.
-Tranquilo mi amor – me acosté en sus rodillas mientras ella acariciaba mi cabello y me daba besos en las mejillas - ¡Veras que en menos de lo que imaginas, estaremos juntos! Nos iremos a donde quieras, pero primero cada uno tiene que hacer sus responsabilidades.
Ella tenía razón. Teníamos que hacer lo primero. Terminar con todo lo que nos exigía la vida por el momento, y después a gozar los dos juntos.
Llegó la hora. Bajamos las escaleras tomados de la mano, ante la mirada de Billy.
-Los estábamos esperando – después me miró a los ojos - ¿Estás bien? – al parecer vio que tenía los ojos rasgados por las lagrimas.
-Si, bueno. Es que me duele dejar a tu hermana.
Nos vio a los dos y sonrió.
-Alguna vez dije que golpearía al novio de mi hermana cuando lo tuviera frente a mí, pero creo que no lo mereces porque te has portado como todo un caballero con ella y no tengo nada que reclamarte.
Me sentía un poco culpable, ya que él no sabía que su hermana y yo habíamos hecho el amor, pero imagínense que se enterara… ¡Me mata! Pero créanme, jamás le falté el respeto, y no hice algo que ella no quisiera. Además, la amo.
Di sonrió y le dio un beso en la mejilla a su hermano mayor.
-¡Ha llegado la hora! – alzó la voz John, haciendo que por instinto, apretara un poco la mano de Di. Ella me miró y con mucho pesar dijo.
-¡Es hora!
Los veterinarios que no nos acompañarían al airpark ya se estaban despidiendo de mi familia, y cuando llegué con ellos, cada uno me dio un abrazo, deseándome buena suerte.
Cuando llegué a estar frente a Oliver…
-¡Mas te vale que no dejes de comunicarte con Diana! No quisiera tener que golpearte.
-No te preocupes – respondí – Esta vez, se pretende que no haya error.
Ambos extendimos la mano en señal de paz, seguido de un abrazo.
-¡Cuídate!
-Lo mismo digo.
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Cameron Municipal Airpark
Después de que fuimos perseguidos por cámaras de los paparazzi, llegamos al airpark donde el jet ya nos esperaba en la pista. Jaz también había venido con nosotros para despedirnos, y claro estaba que no quería dejar a su novio que se fuera.
-Me siento como la primera vez que se fueron de aquí – dijo Di cuando ya estuvimos frente al jet.
Y era cierto, era a misma sensación de aquel día que tuvimos que mudarnos. Aquel beso travieso que nos dimos en el porche del jardín trasero. Pero ahora era diferente, ella era mi chica, mi mujer, mi todo. Lo más preciado que un hombre puede tener es el amor incondicional de una mujer. -No quisiera que se fueran – dijo Tía Emi con expresión triste – Ustedes le dan más alegría a este lugar.
Mis hermanos y yo rápidamente la abrazamos para que supiera que la queríamos mucho. Parecía que quería llorar, y no le quitábamos la razón, pues ella era de las personas que más queríamos.
El lugar se lleno de besos y abrazos. Di, Alice y Jaz se despidieron de nuestros padres mientras ellos las abrazaban diciéndoles “nuestras bellas nueras”.
Llego la hora de que teníamos que subir al avión, el momento más difícil.
(NARRADOR)
Joe simplemente no se contuvo de abrazar a Alice, alzarla del suelo y besarla.
-No quiero que andes de zorro mirando a otras chicas. – amenazó ella.
-¡Tu eres a la única que quiero mirar el resto de mi vida! – respondió Joe, ella sonrió y lo besó.
Nick y Jazmin estaban que no se soltaban por nada del mundo. Parecía que Nick se quedaría pegado a ella. Pero lo que pude notar, eran lágrimas que ambos soltaban por miedo a dejarse.
Él siempre ha sido un sentimental de primera, pero no le gustaba darlo a demostrar, pero ahora, con su chica no tenia por que esconderlo.
Se daban tiernos besos y se hacían la promesa de estar en contacto todo el tiempo.
Kev veía a su novia conversar un poco con su madre, mientras ella le tocaba el cabello en señal de cariño.
-¡Espero que regresen pronto! – escuchó detrás de él. Se volvió y vio a Billy con media sonrisa – Fue genial volver a tenerlos aquí de nuevo, y nos divertimos como cuando éramos niños.
-¡Ya lo creo! Y te prometo volver, pues más que nunca, estas tierras son como un imán para mí.
-Ten el contacto con ella ¿quieres? No quiero saber que esta triste. Ahora como su novio, la debes de cuidar a pesar de la distancia. Se dieron un afectuoso abrazo de camaradas.
-¡Cuídate imbécil! – Billy golpeó fuertemente la espalda de su mejor amigo.
-Lo mismo digo idiota – ambos sonrieron.
Billy se alejó para poderse despedir de los demás, mientras Kev volvió su atención para su novia que se acercaba a él. Seguido de eso le dio un abrazo, La tomó de las manos y le besó los nudillos.
-Me será difícil subir a ese avión y dejarte.
-Para mi será más difícil verte subir a ese avión. Pero verás que pronto estaremos juntos. Cumple tus deberes, yo cumplo los míos.
Kev unió su frente con la de ella, y cerrando los ojos dijo sin dudar:
-¡Siempre serás la primera y la ultima en mi vida! – no le dejo responder. Simplemente llevo sus labios a los de ella, sellando aquellas palabras. Un beso que no quisiera que terminara jamás, pues el amor que tenía el uno por el otro era tan fuerte que era imposible no notar la tristeza que ambos tenían por dejarse. John también se despidió de ellos, y prácticamente los amenazó.
-Si no regresan, iré por ustedes, si es preciso hasta el último rincón del infierno.
-Nosotros también te queremos Stamper – le dije bromeando.
El avión poco a poco comenzó a moverse, mientras sus tripulantes miraban por las ventanillas a sus familias, a sus novias, su vida en aquel bello lugar que es Cameron.
Los Jonas se fueron, dejando una tristeza profunda en aquellas chicas que los amaban con locura, pero estaban con la firmeza de que pronto, estarían juntos.
---
Al día siguiente.
(DIANA)
Mi amor. Llegamos con bien, pero te lo juro que no hemos estado lejos ni un par de horas y ya te extraño. Mañana cuando llegues a Dallas mándame un mensaje. Te amo.
Este fue el mensaje de texto que recibí a media noche. Era cierto, no teníamos mucho de estar lejos, y ya lo extrañaba. Sus besos, sus caricias, su olor. Eso iba a ser complicado creo yo. O tal vez tenía que acostumbrarme a la idea de que ambos teníamos responsabilidades que cumplir.
Era nuestro turno de partir. En diferentes puntos del estado estaríamos todos nosotros. Alice y yo estaríamos en Dallas, pero en diferentes puntos, así que nos hospedaríamos juntas en el departamento.
Aún así, me pesaba dejar a mis amigos. Habíamos estado juntos mucho tiempo, y claro que me dolía.
Con las maletas en mi auto, estábamos en el jardín conversando, cuando Oliver alzó la voz.
-¡Bien chicos! Ha llegado la hora de despedirnos por un rato! Será mejor que nos tomemos de las manos y oremos por un segundo.
Así lo hicimos. El primero fue Andrew.
-Señor, acompáñanos en este camino que tomaremos por separado.
-Deja que podamos salvar vidas - exclamó Alice, seguido de Isaac:-Que encontremos el pedazo de felicidad que nos complemente - Oliver me miró, sonriendo.
Plegarias parecidas dijeron todos, para finalmente yo hablar.
-Y que haya un regreso para poder volver a estar juntos, como siempre lo hemos estado. ¡Como los hermanos que somos!
---
Dallas, Texas.
Llegamos a nuestro destino después de 5 horas de camino en auto. Mamá me había dado las llaves del departamento que ocuparíamos durante estas semanas de estancia aquí en Dallas, así que estaríamos cómodas en nuestra estancia. Era céntrico, así que no habría mucho problema con el transporte.
-Lo malo es que no estaremos juntas. Tu estas más cerca del departamento que yo – le dije.
-Lo bueno de esto es que tu padre te mandará una camioneta para que te puedas movilizar. – le dije mientras nos acomodábamos en los sillones. La casa ya estaba limpia, ya que habíamos mandado a arreglarla hace unos días.
Comenzamos a instalarnos, a adornar el lugar con algo de fotos.
-¿No los extrañas? – preguntó Alice mirando una foto donde salían nuestros Jonas.
-¿Cómo no? Me encantaría tenerlos aquí en estos momentos.
-Por cierto, tenemos que avisarles de que llegamos.
Prácticamente mandamos los mensajes al mismo tiempo para avisarles a nuestros novios que habíamos llegado a nuestro destino con bien.
---
(JOE)
-¡Tengo que llamar! – le tuve que quitar el celular a Kev porque estaba de obstinado de que quería llamar a Di. Se supone que ya deberían estar en Dallas pero no habían llamado. Sabía que tal vez estaban muy cansadas y por lo menos querían respirar.
-¡Cálmate! Ya nos llamaran.
-Pero ¿Y si pasó algo?
-Sabes que las malas noticias siempre son las primeras en llegar.
-¡Dame el teléfono! – ordenó. Pero era obvio que no lo iba a hacer.
Estuvimos peleando por el celular por unos minutos, cuando Frankie y Nick se nos unieron, me ayudaron a no dárselo.
Pero en ese instante mi celular y el de Kev sonaron prácticamente al mismo tiempo. Y gracias a que me distraje, Kevin me tacleó de forma impresionante haciendo que callera al suelo.
-¿Ya ven? Ellas se comunicarían para de locos – gritó Nick al vernos leyendo los mensajes que llegaron de nuestras novias.
-¿Por qué no vas a mandarle también un mensaje a tu novia? – Me burlé – tal vez ya te haya cambiando por el capitán del equipo de futbol
La sonrisa de burla de duró poco, pues sin dudarlo, se fue corriendo por su celular para mandarle un mensaje.
-Ustedes son patéticos – respingó Frankie - ¡Jamás tendré novia!
Y se fue a jugar con sus videojuegos.
(NARRADOR)
5:30 p.m.
Estudio de grabación:
Kevin estaba trabajando con la guitarra, y escribía en una pequeña sala que era utilizada como sala de juntas. En ese momento, una de las asistentes de los chicos abrió la puerta.
-Mr. Jonas.
-¿Qué pasa Ady? – alzó la cabeza para mirarla.
-Lo buscan, pero no sé si dejarla pasar. – le dijo algo angustiada.
-Será mejor que me dejes entrar, o verás lo que te pasa. – una voz femenina a parte de la de Ady se escuchó en tono amenazante. Kev hiso la cara de molestia y sorpresa al saber de quién se trataba.
Ady se apartó pero porque la mano de una mujer con una fuerza impresionante la aventó contra la puerta, haciendo que se hiciera a un lado. Efectivamente, la pesadilla de Kevin Jonas había regresado.
-¿Qué demonios haces aquí Elizabeth?
-¿Acaso se te olvidaron los modales Kevin? Por favor, toma la responsabilidad de tu apellido y recuerda que los Jonas siempre son los chicos más caballerosos del espectáculo. – efectivamente, la descarada Elizabeth Russo había regresado. Era como si una de sus peores pesadillas se cumpliera.
-¿Qué quieres?
-Regresé por lo que me pertenece ¿Qué no ves? – dijo la chica haciéndose el cabello para atrás, y acercándose a él acechándolo como su presa, pero este de forma hábil, la evitó poniéndose detrás de una silla, haciendo que se interpusiera entre ellos.
-Que yo sepa, deje de pertenecerte desde que me engañaste con quien sabe qué tipo.
-¡Oh vamos! ¿Qué querías? ¿Qué te esperara? Necesitaba atención de tu parte -Te di muchas cosas, entre ellas, mí tiempo. Pero gracias a Dios, la venda de los ojos se me quitó y descubrí la clase de persona que eres.
-¿Y no crees que la pueblerina puede ser peor? – refiriéndose a Diana.
-¡No le faltes al respeto a mi novia! – se molestó aun más.
-¡Ja! Esa tipa es aun peor que yo. Porque, que yo sepa, se la está pasando de lujo en Dallas con un chico.
-¿Acaso encuentras algún beneficio en mentir? ¿Cómo sabes que Diana esta con otro? Por favor, utiliza tus artimañas con otro. Ella jamás me engañaría, por que no es como tú.
-Ya ves, alguien como yo tiene fuentes por toda la nación ¿Por qué no lo pruebas? Háblale a su teléfono. Ella no te va a contestar, y eso que ya salió de su labor a las 4:00 hora Dallas. Tu “Di” esta revolcándose con otro.
Él no quiso creerle, pero con tal de demostrar lo contrario, tomó su celular y marcó. Timbró una y otra vez… nadie contesto.
Llamó una vez más, y esta vez le cortaron la llamada. ¡Algo andaba mal!
Ahí fue donde la duda entró de forma horrible en su persona, haciendo que se pusiera pálido y comenzara a dudar.
-¿Lo ves? Y eso que creías que era una mojigata. ¡Por favor! Diana Montgomery resultó ser una zorra.
---
Cameron, Texas
Jazmin y Mamá Olivia habían sido la encargada de limpiar la habitación que había ocupado Brad durante su estancia en Montgomery Farm.
-Me da mucho asco estar aquí – dijo Jaz limpiando el escritorio.
-Este lugar está lleno de mala vibra. Creo que dejaré la ventana abierta durante años para que salga toda la peste de este lugar.
Ambas rieron, cuando de repente, John entró.
-Por si no lo recuerdan, es mi hijo – protestó.
-Lo sé John – dijo Olivia – Pero sabes que Brad siempre se portó mal con los trabajadores. Sabes que de adoramos, pero tu hijo es punto y aparte.
-Siento que fracasé como padre.
-No es eso, simplemente tomó un camino diferente al que le inculcaste.
No dudó en levantarlo y leerlo.
Y mientras su madre y Stamper conversaban, se acercó.
-¿Qué es esto? – preguntó y le mostró el papel a los adultos.
-No lo sé.
Alcalde Street 708 Dallas.
-¡Esta es una dirección! Nada serio.
Pero John se quedó petrificado.
-¿Qué pasa John? – preguntó Olivia.
Y con dificultad, respondió, sorprendido y muy asustado.
-Es la dirección del departamento que tienen los Montgomery en Dallas.
El silencio se apoderó de ellos pero las ganas de salir corriendo afloraron. Esto no era nada, pero nada bueno…
Hasta aquí la dejamos. Un momento realmente que no se pueden perder. Momentos de tensión tienen nuestros amigos.
¿Qué pasará? ¿Quién será el bastardo que entró a la morada de las chicas?
¿Kevin caerá en las artimañas de Elizabeth que ha regresado para vengarse?
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