Love You Out Loud (Cap 10)

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Y es cuando en vez de arreglar algo, por que pierdes la cabeza, Y COMETES UN…

A little (bigger) mistake

(DIANA)

Es temprano, eso lo sé. Puedo ver el reloj despertador que me dice en números rojos que son las 7:00 a.m. Según mi reloj biológico es hora de levantarse.

Esperen... ¿Qué hago aquí? Se supone que estaba en el sillón de la sala y que Joe se quedó dormido a mis pies con tal de dejarme el sillón para mi sola.

Habitación Trump

Lo más probable es que Joe haya notado a las 3 de la mañana que nos quedamos dormidos y me trajo a la habitación. Pero si hubiera pasado así, se hubiera quedado en mi cama y se hubiera dormido conmigo como siempre nos toca dormir en casa en común.

Ya no le tomé importancia. Me lavé y me cambié para después salir de mi habitación a ir a ver al cuarto de mamá.

Ella seguía dormida, como todos en aquel piso. Como no quería molestar gente, y tenía mucha hambre, pedí algo de comer. Algo ligero.

Di instrucciones de que cuando llegara la comida, no tocaran tan fuerte para evitar despertar a los demás.

Hoy sería otro día lleno de actividades en la agenda de los Jonas. Presentaciones en radio, TV, etc. Después, vendrían días que tendrían que trabajar en Central Park. Grabarían el videoclip de una nueva canción que vendría en la película. Gracias a ello, tío Paul movió todas las influencias que tenía en el aeropuerto para que nos cambiaran el vuelo que teníamos para mañana si no hasta el 14 de agosto, el día que ellos se irían a New Jersey a presentarse. O sea que estaba destinada a quedarme 2 días más con ellos.

Había un tiradero en toda la sala que daba vergüenza. Mis botas, los zapatos con la bandera de USA de Joe, la chaqueta (mi favorita) de cuero de Nick. La guitarra, unas baquetas, bueno… así que para poderme sentar en el sillón tuve que recoger todo aquello y procurar acomodarlo.

Llegó mi refrigerio. Solo pedí algo de fruta picada porque quería desayunar con la familia como es debido.

Prendí la TV y claro, tenía que ponerle en los videos musicales para comenzar bien la mañana.

(KEVIN)

Algo de ruido en la sala me despertó. Vi que eran las 7:35 de la mañana y se me hacia absurdo que después del ajetreo del día de ayer estuviera despierto. Pero después recordé que en este mismo piso estaba alojado a personas que tienen un despertador biológico. A personas acostumbradas a levantarse temprano pese de todo.

Abro la puerta un poco para ver discretamente que es lo que pasaba y lo primero que veo es a una chica de tez morena clara mostrando unas monumentales piernas gracias al short de mezclilla desgastado y camisa gris. Sus pies descalzos mostraban sus lindos dedos que siempre decía que parecían de diferentes personas. El cabello agarrado en media cola y sin una pisca de maquillaje ¿Hay algo mejor que eso que te levante el ánimo?

Acomodaba la sala que parecía nido de perros, así que me daba tiempo para lavarme y cambiarme.

Cuando abrí de nuevo la puerta de forma lenta y la veo con las piernas cruzadas sentada en el sillón comiendo algo. Parecía que la niñita tenía hambre, y claro, veía el canal de videos musicales. Igual que yo le hacía.

Salgo de la habitación y su mirada se vuelve a mí.

            -Perdón ¿te desperté? – fue lo primero que dijo con el rostro preocupado.

            -¡No, para nada! – claro que me despertó pero ella no tuvo la culpa ya que pretendió ser silenciosa. – pero ¿Qué haces tan temprano despierta?

            -Sabes que no puedo dormir después de que despego las pestañas. Así que mejor decidí comer algo antes de que llegue el desayuno y ver tele por unos minutos.

Me invitó a sentar.

            -Te ofrecería fruta, pero las odias.

            -No te preocupes. Pero lo bueno de esto es que no hay banana en tu cocktail.

            -¡Demonios! ¡Hubiera sido divertido molestarte con alguna banana! – dijo con tono decepcionado y a la vez, divertido.

            -¡Bien sabes que la odio!

            -Ese es el punto. – y siguió viendo la TV sin dejar de comer.

Y no sé porque, pero al verla ahí sentada a mi lado, el poder admirar sus finos rasgos, su cabello largo y ondulado, aquellas lindas y fuertes piernas me hacía sentir bien. En ese momento me doy cuenta que la estoy viendo demasiado tiempo y antes de arrepentirme…

(DIANA)

            -¿Qué tanto me miras Jonas? – le pregunté cuando lo pesqué mirándome más de 10 segundos. Y a pesar de que era algo inquietante notar que me miraba de tal manera que me encantaba.

            -Nada… es solo… bueno, tú sabes…

            -¡No! No sé porque me miras tanto. – y con la mirada le exigía una muy buena explicación. No sabía que decir, y llegó al punto que se ruborizó tanto que casi explota.

(KEVIN)

Era lo que más me sacaba de quicio. Que me pusiera a prueba de esta manera. Traté de buscar algo para zafarme, hasta que lo encontré.

            -Me preguntaba que el por qué ayer que platicaste con Taylor no la golpeaste.

            -¿Por qué te preguntabas esto? – alzó la ceja confundida.

            -Bueno, es que no te agrada mi novia, y la de Joe sí. – creo que acabo de meter la pata.

            -¡Vaya! Creo que te habías tardado. Pero ¡te tengo noticias! Tengo respuesta a tu interrogante – dejó su comida en la mesita, y se dio media vuelta y me miró directamente a los ojos.

            -Taylor sé que es una buena chica. Se nota por la mirada y la clase de vibra que tiene. Y a lo que sé, ella carece de los celos enfermizos y el querer dominar a su novio como lo hace Elizabeth. Por eso no le dije nada, porque a pesar de que no me conocía, Tay me recibió de tal manera que no me la esperaba, y me hablaba bien. Tal vez haya sido hipócrita, pero en su mirada vi sinceridad.

            -Entonces me estás diciendo que Lizzie ya te hiso mala cara.

            -No te lo dije. – ahora quería evadirme.

            -Si te ha dicho algo, tienes que decírmelo. No tiene derecho.

En ningún instante me dejo de mirar a los ojos, hasta cuando le toque el tema de Lizzie. Parecía que había tocado una fibra débil del tema.

En ese momento, Big Rob entró a escena.

            -¡Qué bien! Necesito que me ayuden a levantar a los demás. ¡Ya es hora! Di, encárgate de Joe – y con eso bastó para que se levantara del sillón. Big Rob le dio una almohada – procura que le duela por favor.

            -¡No te prometo nada! – le dijo traviesa y se fue directamente a la habitación de Joe.

            -¿Estás bien? – preguntó Big al verme que estaba en shock.

            -Claro, todo bien.

            -“¿QUÉ TE PASA DIANA LAURA?” – solo vi como la diminuta figura de ella salía corriendo despavoridamente de aquel cuarto, perseguido por un monstruo de cabellera despeinada.

            -¡DAMAS Y CABALLEROS! ¡JOE JONAS ACABA DE PERDER EL GLAMOUR! – gritó divertida mientras buscaba la forma de huir de mi vanidoso hermano.

(JOE)

Diana se había pasado de la raya. Primero fue a despertarme con el típico “buenos días dormilón”, pero al notar que no le hacía caso, se subió a mi cama, brincó y dio de almohadazos en todo el cuerpo. Era obvio que no la dejaría salir viva después de esta situación.

Todo el mundo comenzó a levantarse ya que sería otro día ajetreado. Pero lo que me ponía de buen humor era que Elizabeth se iría dentro de pocos minutos a su casa y todo este ambiente dejaría de oler a mierda.

Al parecer mi querida cuñada estaba molesta con mi hermano, ya que no dejaba de mirarlo de forma acusatoria, como si le reclamara algo. Creo que sé perfectamente de lo que reclama. Como la niña no logró salirse con la suya con inducirlo a algo más que un simple beso, ahora le reclama con la indiferencia.

Mientras desayunábamos, observaba a mi hermano con su novia que estaba al interior de la habitación acomodando las maletas.

            -¿Por qué se comporta así Lizzie? – preguntó la tía Emilia en voz baja al notar su estúpido comportamiento.

            -¡No lo sé! – Dijo mi madre – supongo que fue otra pelea llegando del concierto.

            -Pero si ayer venían muy contentos en la camioneta. No puedo creer que en menos de 10 horas hayan estado en pleito.

            -Se nota que está loca – alzó la voz Sam no importándole que lo escuchara. Diana, Nick y yo nos reímos.

            -¡Basta niños! – Reprendió mi padre seriamente – recuerden que tienen que respetarlos. Ellos ya están lo suficientemente grandes para tomar la decisión de estar juntos ¿no? Así que no digan nada porque ellos son los únicos toman las decisiones.

            -Pero papi ¿no te has fijado? Como que Lizzie se molesta con Kev por algo – dijo Frankie que también escuchaba la conversación.

            -¡No es nuestro asunto hijo mío! Ellos solo pueden decidir, nosotros no.

Claro, era lo bueno de nuestros padres. Que a pesar de todo, ellos nos apoyaban en las buenas y en las malas. En cada paso, en cada triunfo, y en cada error. Pero el de Kevin, no era un error cualquiera. ERA EL MISMO HORROR PERSONIFICADO EN MUJER.

(KEVIN)

Acompañé a Lizzie hasta el lobby del hotel.

            -¡Supongo que te veré luego! – le dije tomándola de la mano.

            -Si, pues tienes una agenda que cumplir – suspiró.

            -Mira, dentro de unos días Espero que puedas entender que esto es lo hago y que a ambos nos beneficia. ¡Imagínate que bella casa tendremos! No habrá necesidad de hacer labores domesticas, tendrás tiempo de sobra para ir de shopping. ¡Solo te pido que me apoyes! – ya estábamos en la entrada.

Ella volvió a suspirar, tenía la mirada baja. Pero de repente, la volvió hacia mí, con una angelical expresión

            -Por algo me acepté ser tu novia ¿no? Para estar contigo siempre – la besé con locura antes de que subiera al taxi que la alejaría de mí por unos días, ya que como iríamos a NJ para una presentación podría verla de nuevo.

            -¡Te amo Kev! – me dijo entre besos.

            -Y yo a ti. – y aquí otra nueva sensación de culpa que invadía mi cuerpo mientras me besaba.

(DIANA)

Salimos a las 9:55 a.m. para poder cumplir la agenda de compromisos. Mientras ellos hacían las entrevistas, yo miraba a mis amigos divertirse como niños.  

Era obvio que disfrutaba mas mi día sin verle la cara a Lizzie, pero aun me incomodaba ver como Kevin revisaba su celular cada hora para ver si ella le había mandado un mensaje.

El día transcurrió bien a pesar de todo esto, inclusive ya tenía una conversación más fluida con Taylor y Demi. Por separado, claro está por que tenía esa extraña sensación de que no se caían muy bien que digamos.

Inclusive podía notar que Demi a veces se ponía algo depresiva, pero ella siempre decía que estaba bien.

Estaba con ella tocando la guitarra pretendiendo llegar a ser tan buena como ella, y platicando de lo bello que es Texas, cuando de repente, a lo lejos pude notar a Taylor con Joe que conversaban agarrados de las manos, dándose tiernos besos y sonriéndose de manera sincera.

Eso me hacia sonreír, ya que Joe estaba con una excelente y talentosa chica. Pero de repente, un suspiro salió de mi acompañante haciendo que me volviera hacia ella.

            -¿Se puede saber que significó eso?

            -¿Qué? – Preguntó haciéndose la inocente – solo me da gusto que Joe está bien con Taylor. – pero hubo un rasgo de tristeza en su mirada.

            -¿Estás segura? – le dije alzando la ceja dudando de sus palabras.

            -¡Claro! ¿Por qué dudarías de mí? – se puso nerviosa. Así que no la deje en paz. La miré a los ojos buscando que me sostuviera la mirada, y cuando lo hiso, solo fue por unos segundos y la desvió.

            -¡No puede ser!

            -¿Qué? – preguntó.

            -¡Te gusta Joe! – afirmé.

            -¡CLARO QUE NO! ¿POR QUÉ PUEDES DECIRME ESO? – se puso de pie y comenzó a alzar las manos al aire, de forma exagerada

-No lo sé. ¿Por qué crees que te lo estoy diciendo? – le dije con sarcasmo.

-¿CÓMO SE TE OCURRE SEMEJANTE BARBARIDAD?

            -Por qué estas nerviosa, y cuando me di cuenta, te pusiste de esta manera. – la imité con las manos, y ahí noté que se dio por vencida.

            -¿Qué quieres que te diga? Es un chico lindo, atento y divertido.

            -Eso no me queda duda alguna.

            -Pero Taylor es su novia, y él está feliz. Eso es lo que importa. – y al verla así, vi mi reflejo. Volví a ver a Joe con Tay y vi que ahí estaba Kevin con su novia (metafóricamente). Ahí estábamos las dos sufriendo por amor por que la felicidad de nuestros “amigos” estaba con otra persona. ¡Ahora si me sentía de lo peor!

(KEVIN)

Necesitaba cafeína ahora. Así que convencí a Nick que me acompañara al Starbucks, y claro que le compraría a Diana. No sé, sentía la necesidad de darle un pequeño presente y no sé por qué.

            -¿Acaso quieres compensar con un café las groserías que le hiso tu novia?

            -Diana no me quiso decir que groserías – le dije mientras caminábamos de regreso al Madison.

            -Con mirarla feo, para mí eso fue una tremenda grosería. Y no es por nada, pero yo tenía ganas de sacarla de nuestra habitación a patadas. Será tu novia Kev, pero Di es mi amiga y la quiero sobre todo. Pero a pesar de esto, sé que Lizzie es tu novia y no debo de meterme.

Cuando subimos al escenario, vi a Demi con Diana tocando la guitarra y conversando, aunque pude notar la mirada ausente de Di.

(DIANA)

            -¡Bebidas para las chicas! – llegaron Nick y Kevin con vasos del Starbucks.

            -¿Fueron? ¿Por qué no dijeron nada? – reclamé.

            -Tranquila niñita, fue de improvisto. Además, queríamos sorprenderlas. – exclamó Kevin.

            -¿Queríamos? Di, Kev fue el que me propuso que fuéramos a Starbucks porque quería consentirte.

Y mi mirada se fue al ruliento más despeinado del mundo buscando respuesta.

            -¡Bueno! Es que sé que te encanta el Cappuccino Vainilla y como no te habíamos comprado uno, creí que había llegado el momento ¿no?

No supe que contestar. Primero pensé “Claro, como ya no está la zorra de tu novia, ahora si me quieres consentir”, pero al ver la sonrisa llena de vida en su rostro, no pude rechazarle el vaso de café, pues me derretía por completo de una manera tan dolorosa que me hacía sentir viva a la vez.

(KEVIN)

            -¡Gracias! – me dijo sonriendo y con un leve rubor en sus mejillas.

            -Es un placer, pequeña. – y en ese momento, rocé mi piel con sus hermosos dedos al momento de entregarle el vaso. Por primera vez en mucho tiempo, pude sentir aquella sensación de electricidad por mi cuerpo. Como cuando ella me incitó a darnos aquel bello beso, nuestro primer beso.

Mi mirada rápidamente se fue a sus labios, aquellos labios de color rosa en forma de flor. Sus bellos ojos me miraban detenidamente, parecía que el tiempo se había detenido. Esta sensación por nada del mundo la había tenido desde que conocí a Lizzie. Todo era muy diferente. Y lo más patético y extraño de esto, era de que con Diana me ilusionaba mucho más.

            -¡DIANA! – el gritó de Joe interrumpió el momento, haciendo que ella se volviera hacia él. - ¡VEN!

Ella se alejó de mí y yo me quedé con las ganas de probar su linda boca una vez más.

            -¿Se puede saber qué demonios fue eso? – preguntó Demi. Y noté que mi hermano y ella no se perdieron aquel momento. No supe que responder, solo me fui de ahí al borde de llorar.

(JOE)

Claro que vi aquella escena, pero no iba a permitir que Kev hiciera una locura. Él ¿Teniendo novia y haciendo eso? ¿Acaso pretendía confundir a mi mejor amiga con su falta de decisión? Claro que no. Era mi deber intervenir. Pretendí que ellos ya no cruzaran media palabra durante aquel rato, si no hasta antes del concierto. Sam también me estaba ayudando a entretener a Kevin con tal de que este no hiciera una tontería. Y mucho menos Diana, porque sabía que en cualquier momento podría decir algo.

El concierto fue mucho mejor que el primero. La vibra era increíble, un lugar lleno de locura. Ahora tocaba irnos al Times Square para que oficialmente nuestro álbum “A Little Bit Longer” saliera a la venta.

Como las cámaras nos acompañaban, Di y su familia se fueron en otra camioneta detrás de nosotros, pero estábamos comunicados por los “walkie talkie”

            -¡NO LO PUEDO CREER! – era la reacción de todos al ver que el Times Square estaba a reventar. Parecía…

            -¡Happy New Year Jonas Brothers! – Dijo Diana por el radio.

            -¡Lo sé! Es una locura – no me lo podía creer, ni nadie de la familia daba crédito a lo que estaba pasando.

Era un momento increíble que jamás creímos que pasaría. Cientos de fans estaban aquí esperando que dieran las 12 de la noche para poder adquirir el álbum.

Bajamos de la camioneta, y dimos instrucciones de que también se les brindara seguridad a nuestros acompañantes. Como no podían salir en escena, los Montgomery estuvieron al margen de la situación, pero aun así, viviéndola con nosotros.

(KEVIN)

Después de aquel genial momento, llegamos al hotel donde Diana ya estaba en el sillón a lado de Joe viendo el video que había tomado con la videocámara.

            -¡Este día fue de locura! – decía mi hermano – y mañana al Central Park a grabar el video.

            -Pero ¿Por qué no me han mostrado la canción? ¿Acaso no tengo trato preferencial?

            -¡Tiene que ser sorpresa! – agregó Nick con guitarra en mano.

            -¡Por favor chicos!

            -¡Nada de eso! – Añadí, haciendo que ella me mirara – ¡Es S – O – R – P – E – S – A!

            -Me dan asco los 3. – dijo fingiendo molestia – mejor me largo a dormir.

Y con cada indignada, pero antes…

            -¡Oye! – le dije deteniéndola antes de que se encerrara.

            -¿Qué quieres? – me dijo aun fingiendo.

            -Tengo algo para ti, así que ni te muevas. – corrí al sillón donde haba dejado una bolsa, cuando regresé ella tenía las manos cruzadas y la pierna descansada, pero al ver que traía algo entre las manos, su ojos me mostraron curiosidad.

            -¿Qué es eso?

            -En un momento lo sabrás. – le di la bolsa para que la abriera y se sorprendió al momento que vio cual era mi regalo; lo sacó con cuidado como si fuera de inmenso valor aquel pequeño presente.

            -Sé que es una tontería, pero quería que los tuvieras. Tal vez ya los chicos te hayan dado una copia de los álbumes, pero yo quería darte todos.

(DIANA)

¡No lo podía creer! Me había regalado los 3 álbumes que habían sacado. Sí, yo tenía el de “Jonas Brothers” (regalo de Nick) y el de “It’s About Time” (Regalo de Joe por ser el primer álbum a la venta). Pero Kev me había dado los 3.

            -¡Muchas gracias! Pero ¿Por qué?

            -Por qué yo no te había regalado ninguno. Y no quería solo regalarte este – refiriéndose al más reciente – ahora si podrás presumir que tienes todos los álbumes dos veces.

No paraba de sonreír. Era un bello detalle de su parte, pero aun hacía falta algo.

            -¡ok! Soy la envidia de muchas, pero aun esto necesita algo más.

            -¿Qué es?

            -¡Es obvio! Si ahora tengo los tres discos, tengo que tenerlos firmados ¿no?

            -¡Te firmo lo que quieras! – dijo Joe en forma coqueta, haciendo que le diera un buen golpe en el brazo.

Los 3 hermanos quisieron cumplirme el capricho firmando los discos con lindas dedicatorias.

En ese instante, mi celular sonó. Rápidamente lo saqué del bolsillo. ¡Era Phil Foreman! ¿Qué hacia llamándome a estas horas?

            -¿Quién es? – preguntaron al unísono los 3 con un tono seriamente posesivo.

            -Uno de mis muchos admiradores – y me metí a mi habitación antes de que alguno me quitara el teléfono.

(KEVIN)

Mis hermanos siguieron conversando, mientras yo no dejaba de mirar la puerta que había cerrado ella hace unos instantes. Caminé sigilosamente hacia ella y puse mi oído en ella.

De repente, escuché.

            -¿Quién te dijo que estaba en New York? ¡Qué forma tan barata de espiarme Mr. Foreman! – bromeó.

Un segundo… ¿FOREMAN LA ESTABA LLAMANDO? ¿Con que derecho?

            -¿Qué querías que hiciera? Te extraño de una manera muy enferma – a Diana se le ocurrió poner el altavoz, haciéndome más fácil las cosas - ¿Cómo no quieres que este al pendiente de la chica más bella de todo Texas?

            -¡Eres un mentiroso! Además, ya deberías estar dormido Phil. Tienes que trabajar mañana.

            -Lo sé, pero no quería dormir sin antes escuchar tu voz. ¡Tengo 2 días sin verte y es un verdadero suplicio para mí!- ¿este idiota no podía dejar de acosarla?

            -¡Bueno! Ya me escuchaste, ahora sí, lárgate a dormir. – divertida.

            -¡Esta bien pequeña gruñona! Pero cuando llegues a Cameron, lo sabré. Sabes que me debes un café ¿Verdad?

Ella guardó silencio por un instante. Parecía que no sabía que contestar.

Y yo aquí, con todo un coraje que tragarme, muchas gracias.

(DIANA)

Me parecía algo persuasivo la forma como Phil quería ganarme. Lo estaba haciendo de forma limpia y sin ninguna señal de ser un patán.

Eso del café se lo debía desde hace más de 6 meses. Siempre que me invitaba, estaba ocupada, así que no podía. Pero ¿Por qué no darme el rato libre con él?

En ese instante, pude ver que gracias a la luz de afuera, por debajo de la puerta se podía ver que alguien estaba ahí. Primero supuse que era Joe, pero no, sus pies no correspondían a los de él. En ese instante, supe que era Kevin. Así que me decidí jugarme el todo por el todo.

            -¡Esta bien Phil! Cuando llegue a Cameron, iremos a tomarnos el café.

Una pausa se escuchó acompañado por un respiro emocionado de chico del otro lado de la línea.

            -¿De verdad? – emocionado.

            -¡Claro que sí! – aun siguiendo con el entusiasmo algo fingido, pero fui animada al ver que esos pies se tensaban de manera impresionante – aunque me encantaría ver un alegre rostro cuando llegue al aeropuerto. Bueno, a menos de que el dueño de ese rostro vaya a estar ocupado.

            -¿Bromeas? Jamás estaría ocupado para ti preciosa. Pasado mañana estaré en el parque aéreo para recibirte como es debido.

            -Y si quieres, de ahí nos vamos a tomar ese café.

            -¡Claro hermosa! Será como tú quieras.

Solo pude ver aquellos pies dieron un golpe al suelo y se alejaron de ahí a paso rápido. Eso me hiso sonreír por 3 segundos, pero después, me dolió con toda el alma pensar de que tenia recurrir a esto con tal de que Kevin no se diera cuenta de la verdad.

Me levanto salgo de la habitación. Ah esta Kev sentado mirando los discos que me acababan de regalar.

            -¿Qué tal tu llamada? – preguntó con un toque de sarcasmo.

            -Excelente – dije sin mostrarle importancia - ¿Me puedes dar mis discos? Estoy exhausta.

Me los dio, me dio un beso en la mejilla y me deseo buenas noches. Pero antes de que pudiera contestarle, caminó a zancadas a su habitación y cerró la puerta de un leve pero notable portazo.

-¿Nos puedes decir qué demonios fue eso? – exclamó Nick algo confundido.

-¡Ni idea!

-¡Creo que alguien esta celoso! – exclamó Joe divertido.

-¡Cállate idiota! – Susurró Nick – No tiene por qué enojarse por las llamadas que Diana reciba. ¡Es muy natural que alguien como ella reciba llamadas de chicos!… y por cierto – volviendo la mirada celosa a mi - ¿Quién demonios era? – en tono posesivo.

Rodeé los ojos al ver que este par de idiotas no dejaban de mirarme como si fuera de su propiedad.

            -¡Buenas noches par de celosos idiotas! – y cerré la puerta, pero me quedé recargada en ella aun buscando explicaciones por la reacción de Kevin.

Llegué a mi cama, y saqué los discos. Ya los habían firmado y pusieron lindas dedicatorias para mí.

Para Diana, mi chica favorita y mi BFF, y lo mejor de todo es nadie te puede quitar este lugar – Joe.

Claro, siempre tenía que ser el primero en fírmalas.

Diana significa la hermana mayor que siempre quise tener. ¡Eres la mejor! – Nick

¡Hermoso! Siempre era su frase favorita. Que yo debí ser su hermana mayor. A continuación leí la tercera. Pero creo que fue la que más me hiso sentir extraña, y fue:

Diana: una chica especial que siempre dice lo que piensa y que tiene la sonrisa más linda del mundo. Te adoro preciosa – Kevin.

¿ME PUEDE ALGUIEN VENIR A REINICIAR EL CORAZÓN?

A la mañana siguiente, todos los trasladamos al Central Park, ya que aparecerían en "Good Morning America" y grabarían el videoclip.

Joe y yo como siempre muy unidos y más cuando traía su disfraz de oficial de policía.

-¡Arrésteme oficial! - le dije jugando. Pero el muy maldito me agarró como costal de papas en su espalda y me trajo así por todo el lugar.

-¡Eso se llama brutalidad judicial! - decía Kev que me ayudó a bajar.

-¡Perdón aguafiestas! - le dijo Joe divertido - Pero recuerda que aquí el oficial sexy soy yo.

-Pero yo soy el sexy vendedor de Hot Dogs - se defendió.

-¿Saben qué? Yo me voy con el cochero sexy. - se iba acercando Nick con su sombrero de copa, me ofreció el brazo y nos fuimos, mientras los dos hermanos se quedaron frustrados por que el menor les ganó esta vez.

Mientras le arreglaban el cabello, yo estaba al lado de Nick encima del coche que sería jalado por un caballo.

-¿Sabes? Creo que ayer Kev te estaba espiando cuando te llamaban por teléfono. - afirmó.

-¿En serio? - haciéndome la tonta - ¿Por qué crees que haría eso?

La peinadora se bajó y nos dejó solos.

-No lo sé Di. Pero creo que está confundido. No creo que quiera a Lizzie como tanto predica

            -¡No juegues con eso Nick! – le dije con una leve arritmia.

            -¡Te estoy diciendo la verdad! Cuanto esta con ella, si se comporta de buena manera como todo un novio, pero cuando esta contigo, todo cambia. Te trata mucho mejor a ti, claro que sin besos. – me ruboricé. – y mira, en este momento te esta volteando a ver.

De forma disimulada, mi mirada se fue hacia él, y si, noté que Kev me miraba mientras lo maquillaban.

 

            -Además, por si no lo sabías, cuando compró los discos, no le compró a Lizzie. ¡Solo piénsenlo! ¿A quién le compras la primera copia del disco? Obvio que a la persona que más  te importa.

            -¡Miss! ¿Podría bajarse del coche? Comenzaremos a grabar. – nos interrumpió el staff.

Llegué con mamá que estaba muy entretenida platicando con tía Denise y tomando café.

            -¿Qué te pasa? – me preguntaron las dos al verme.

            -¿Por qué? Estoy bien, gracias.

            -¡No! Tú no estás bien. Vete el rostro –  me dieron un espejo y estaba pálida.

Rápido, tía Denise movilizó a personas del staff para que me consiguieran agua, algún dulce, lo que fuera, porque al parecer no tenia buen aspecto.

(JOE)

Cuando terminé de grabar mi parte, me di cuenta de que había demasiada movilización por parte del staff.

Caminé hacia donde estaba mamá, y vi que hasta el doctor que estaba al pendiente de Nick estaba ahí, pero estaba atendiendo a Diana. ¿Qué? ¿Qué pasa? Simplemente corrí.

            -¿Qué te pasa nena? ¿Estás bien? ¿Qué tienes? – ella estaba siendo medida de la presión.

            -¡Estoy bien! No pasa nada – pero su rostro me decía todo lo contrario. Estaba pálida, sin nada de color en su rostro. Ni siquiera aquel rubor sureño que la identificaba.

            -¡Claro que no! – pero no pude seguir, por que el médico seguía checándola. Finalmente dijo que tenía baja la presión, pero que era todo.

Kevin llegó haciendo mucho mas escándalo que yo.

            -¿Qué te pasa? ¿Estás bien? ¿Qué necesitas?

            -¡YA les dije que estoy bien! – respondió ella de manera tranquila con un toque de agresividad. Parecía que le tensaba que Kev estuviera ahí. Algo no estaba bien.

Siguieron las labores, pero yo no me iba a quedar con la curiosidad.

            -¿Me permiten platicar con mi mejor amiga? – le dije a Mamá y a mi tía Emilia.

            -¡Claro! Así sirve que la animas.

Ambas se fueron y nos dejaron solos.

            -Ahora si me puedes decir ¿Qué paso?

            -¡No me lo creerás! Es algo demasiado loco.

            -Pues dímelo. Soy tu mejor amigo, así que no hay excusa.

Y me contó la conversación que había tenido con Nick antes de que esto pasara. Pero a decir verdad, no me sorprendía, porque era lo que yo veía.

            -¿Y por qué no me lo dijiste? – me dijo de nuevo acelerándose.

            -No quería que te dieras falsas esperanzas. Tal vez este idiota con sus acciones diga que le importas más de lo debido, pero eso no quita que todavía está con Elizabeth y eso es lo más me enferma,

En ese momento, Sam se acercó con una sonrisa muy peculiar.

            -¿Qué hiciste? – preguntamos a coro, porque era la sonrisa que significaba que Samuel Montgomery había hecho de las suyas.

            -Hombre preocupado en 3, 2, 1… - y el celular de Diana sonó.

Ella rápidamente lo sacó de su bolsillo y vimos de quien se trataba.

            -¿LE LLAMASTE? – gritó.

            -Me dijo Phil que te llamara en una emergencia y por lo que veo, esta es una. – y se volvió a ver a Kevin que gracias al grito de Diana, su mirada estaba en nosotros.

Ella no sabía si contestar. De repente, dejo de hacerlo. Pero era obvio que nuestro preocupado personaje que llamaba desde Texas se iba a dar por vencido.

            -No puedo creer lo te estoy a punto de decir, pero tienes que contestarle.

            -¿Por qué? No es de ley.

            -¡No seas tonta! Si Kevin te lastima, ¿tu porque no? – susurró Sam con toda la intensión del mundo.

(DIANA)

¿Ahora mi hermano que tenía que ver en esto? ¿Acaso lo sabía? ¿Acaso era tan obvia?

            -¡Maldita sea, contesta! – insistió Joe. Ahora sí, tenía toda la atención de Kevin; esto significaba algo.

(KEVIN)

            -¿LE LLAMASTE? – gritó Diana, haciendo mi cabeza girara hacia donde estaba ella acompañada de Joe y Sam.

            -Me dijo Phil que te llamara en una emergencia y por lo que veo, esta es una. – exclamó Sam con su sonrisa maquiavélica. ¡ESTE MOCOSO HABIA HECHO DE LAS SUYAS!

            -No puedo creer lo te estoy a punto de decir, pero tienes que contestarle.  - ¿QUÉ? ¿DE CUANDO ACÁ JOE SE PONE DE LADO DE SUS LLAMADAS QUE FUERAN DE CHICOS?

            -¿Por qué? No es de ley. – dijo ella dejando el celular y cruzando los brazos, pero al parecer su hermano le dijo algo que le puso el rostro tenso.

            -¡Maldita sea, contesta! – gritó Joe. Este le entregó el teléfono. No sabía si contestaría, pero de repente, una fugaz mirada cruzamos… y yo suplicaba que no lo hiciera….

            -¡Bueno! – contestó.  

Toda la grabación estuve incomodo, pues Diana se la pasó hablando por teléfono la mayoría del tiempo.

Al parecer Phil tenía chistes muy buenos, porque estuvo muy sonriente en ese rato, inclusive ya había recuperado el color rosado en sus mejillas.

-¿Está bien? - preguntó Sam cuando tomamos 5 minutos de descanso.

-Claro - forcé la sonrisa.

-¡Ese Phil hace milagros! - decía Joe a Nick que estaban en el piano - ¿Viste? Solo llamó para saber cómo estaba Diana y ella ya está mucho mejor.

-Ya supérenlo - gritó Sam para después dirigirse hacia mi - Ahora si Phil les cayó bien a estos celosos.

-Una pregunta - respiré profundo - ¿Por qué le llamaste? Digo, si no te molesta...

-Bueno, Phil procura mucho a Di, es muy atento y me agrada. Para mí, solo hay dos buenos hombres para ella y uno de ellos es Phil.

-Y ¿se puede saber quién es el otro?

Y me miró de manera desconocida. ¡Creo que acabo de meter la pata!

-¿Por qué te interesa tanto Kev? ¿Acaso te molesta que le llamen hombres a Diana que no sean ustedes? ¿Por qué?

No supe que responderle. Casi me desmayo por la presión, cuando de repente...

-Todos a escena - salvado por la campana.

(JOE)

A pesar de estar atento a las indicaciones del director, Kevin solo se enfocaba a una sola cosa. Diana y su llamada. Ella por fin tenía esa sonrisa en el rostro, y no es por nada, pero a pesar de que Kev era mi hermano, me daba gusto verlo tan inquieto. Para que se diera cuenta de la verdad y botara a su novia. Eso sería el logro del año.

Por fin, Phil decidió dejar de llamar, así que Diana se la platicando con Taylor mientras terminábamos de grabar el video.

            -¿Cómo te sientes? – le pregunté a Di cuando terminamos de grabar.   

            -¡Mucho mejor! De verdad que esa llamada hiso milagros.

            -¡Ahora Phil me cae muy bien! – agregó Nick poniéndole la chaqueta de cuero a Diana para evitar que le diera frio. Se nota que es un caballero y eso es lo que necesitas.

            -¡Obvio! Mi hermanita merece lo mejor.

            -¿Se puede saber por qué tan felices? – llegó el alma de la fiesta.

            -Por qué nuestra hermana está siendo cuidada por un buen chico ¿Por qué más? – le dije abrazándola.

            -De verdad que son unos exagerados. Solo fue una llamada       .

            -¿Una? – Seguí con el dedo en la llaga - ¡te estuvo llamando por más de 2 horas! No es por nada, pero eso significa que le importas. Después de que tú te pusiste mal y que este chismoso le dijera, y que te llame de esa manera… ¡Para mi esta mas que aprobado!

            -Pero si cuando fuimos no te pareció para nada que Di la frecuentara. – contraatacó Kevin con toda la artillería.

            -Eso lo sé. Y sé que dije un montón de cosas en su contra, pero ha cambiado mi forma de pensar.

            -¿En menos de 5 minutos?

            -¿Por qué te molesta tanto Kevin? – Diana le preguntó directamente, haciendo que este se pusiera a tartamudear de manera impresionante.

            -Por qué se me hace una tontería de que ahora si lo aclamen siendo que lo odiaban. Eso es hipocresía.

            -¿Hipocresía? ¿Por qué hablas así Paul Kevin ll? ¿Acaso estas  celoso? – y sonó en tono de broma, pero al parecer Kevin lo tomó demasiado personal

            -¿Cómo no molestarme con esa mirada? Parece que lo alabaras de todas las maneras solo porque te llamó. Ni que el tipo fuera la gran cosa.

            -¿Disculpa? ¿Y tú que vela tienes en este entierro?

Parecía que las cosas se pondrían tensas. ¡Damas y caballeros, oficialmente no hemos metido en un grave lio!

HASTA AQUÍ LECTORES DE MI CORAZÓN…

Oh, oh. Parece que aquí es donde arrancamos porque gracias a este error, las consecuencias podrían ser más de lo que esperamos.

¿Qué pasará con Kevin y Diana? ¿Acaso esta pelea será causal de una separación entre ellos? ¿Qué papel tomará Joe en la historia? ¿Lizzie se saldrá con la suya?

Todo esto y mucho más en la siguiente entrega…

No te pierdas el próximo capítulo de tu novela favorita “LOVE YOU OUT LOUD”

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