Love You Out Loud (Cap 18)

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La vida es como una caja de chocolates: Nunca sabes que es lo que te va a tocar - Forrest Gump

How Will I Know?

OLIVER

Es claro que no iba a dejar que alguien que hiso sufrir a mi Diana quisiera ahora hacerse el “héroe”. Era claro que no solo quería eso, si no también pretendía conquistarla. Joe me decía que no, que él solo la veía como amiga, pero yo no me tragaba esa historia tan absurda después de ver que no quería separarse de ella y ganar de nuevo su confianza.

Tenía en claro que Diana solo había querido que Kevin Jonas viniera para poder llevar la fiesta en paz con toda la familia y evitar problemas.

Honestamente no estaba dispuesto a que este tipo se pasara de listo y quisiera arrebatarme el amo de ella que me ha costado tanto trabajo ganarme.

            -¡Eres tan patético! – me dijo con los ojos fieros.

            -¿Qué te pasa? ¿Por qué me dices patético?

            -Estas defendiendo algo que no hay que defender. Yo quiero a Diana con amiga y no tengo intensiones de hacerle daño.

            -¡Pues más te vale! Porque si ella derrama una lagrima por tu culpa, te juro que me vas a conocer.

Y salí molesto de la cocina directamente al jardín trasero donde se podía divisar que venía Diana a lado de Alice y Joe.

            -¿Qué haciendo? – me dijo en tono cantado mi pequeña Diana.

            -Nada, solo fui por un vaso de agua. – llegué y le di un abrazo.

            -¡No me imaginaba que ser veterinario fuera tan complicado! – se quejaba Joe que estaba muy cansado y oliente a estiércol que traía en los zapatos.

            -¡Para que no menosprecies nuestra carrera! – dijo Alice burlándose de él.

            -¡Deberías tener un poco de consideración Alice! Joe nos está ayudando en muchas cosas cuando estamos en diagnostico.

            -¿Verdad que sí? – Quejoso Joe - ¡Por eso no debería estársela pensado en salir conmigo!

Alice se puso con un jitomate haciendo que yo me partiera de risa.

            -¿No podrías ser un poco menos impertinente? – exclamó Diana divertida.

            -¡Nada de eso Joe! Tienes el valor para decir las cosas como son, no como otros que dijimos las cosas después de unas cuantas patadas de sus amigos.

Miré a Diana que también se puso roja, pero esta optó por retirarse un poco de mí, pero no lo suficiente para romper el contacto.

En ese momento, mi celular sonó. No quería contestar, pero Diana me obligó a hacerlo.

Era de casa. Y recibí una noticia que me hiso sentir de lo peor.

(KEVIN)

Aquí estaba en la cocina, mirando como Oliver abrazaba a Diana mientras charlaba con mi hermano y Alice.

Hubo un momento que noté que mi competencia hablaba por teléfono. De un momento a otro se borró la sonrisa del rostro. Y algo realmente grave pasó, ya que después de que se guardó el celular, abrazo a Diana, pero al parecer, llorando.

---

(NARRADOR)

1 hora después.

            -No quisiera que te fueras ahora mismo. ¡Es tarde! – decía Diana mientras estaba en el cuarto de los chicos ayudando a Oliver empacar.

            -¡Es cierto hombre! – exclamó Andrew con el pantalón de mezclilla nada más encima.

            -¡Trata de entender pedazo de mierda! Su madre tuvo que ser intervenida ¿acaso no harías lo mismo? – Isaac le dio un golpe en la cabeza a su compañero que no dudó en regresárselo.

            -¡Debes admitir que el que Diana tenga amigos en el Airpark te hace el traslado más fácil. – Mark tomaba la guitarra de Oliver poniéndola en su estuche – Conseguir una avioneta en menos de 30 minutos a estas horas, nadie lo hace.

            -¡Eso lo sé! No sabes cuánto te agradezco que me hayas ayudado. – la tomó de la mano.

            -¡Sabes que cuentas conmigo para todo! – llevó su mano a la mejilla de este.

            -¡YA BASTA DE CONTACTO! – Llegó Joe gritando haciendo que se separaran - ¿A qué hora nos vamos?

            -¿Y se puede saber quién te llamó? – gritó Isaac bromeando

            -Acompañaré a los chicos al airpark ¿Algún problema? – iban a comenzar las luchitas, cuando llegó Billy.

            -¡Oliver! Tu avión sale en 20 minutos.

Los hermanos salieron de la casa camino a la Jeep, cuando apareció Kevin detrás de ellos

            -¿Puedo ir?

            -¡Claro! ¿Por qué no? – dijo Billy.

            -¡Hola! – Llegó Jazmin al jardín - ¿Por qué tanto movimiento?

            -¡La mamá de uno de los amigos de mi hermana la van a operar del corazón! Tuvo un paro cardiaco. – respondió Sam.

            -¡Dios mío! ¿La mamá de quien? – preguntó preocupada mirando a los 3 chicos.

            -¡De la de Oliver! Lo bueno que hay algo que hacer, no como a nuestro padre.

            -¡No te pongas a llorar! ¡No sabes cuánto también me dolió que muriera de manera tan repentina el patrón William! ¿Puedo ir con ustedes?

            -¡Claro que sí! – dijo Billy. - ¡Entre mas apoyemos a Oliver en estos momentos, se sentirá mejor!

(NICK)

No era nada grato saber que la mamá de alguien tuviera problemas de salud. Estaba en la cocina preparando una taza con cereal.

            -¿Qué no piensas acompañarnos? – llegó el zoquete de Sam.

            -¡La verdad no! – Dije sacando la leche de la nevera – Aprecio a Oliver, pero no quiero ser impertinente.

            -Pues Jazmin nos va a acompañar y ella no es impertinente para nada.

Estaba a punto de vaciar la leche sobre el cereal, pero al momento de que mi amigo dijo eso, paré en secó.

            -¿Irá Jazmín?

            -Si, acaba de llegar. Vino a dejar unas cosas a Dina, pero al saber que había un camarada en problemas, pues decidió acompañarnos.

Con el hecho de que dijeran que Jazmin iría, con eso me bastó para regresar la leche a su lugar y cubrir el cereal con otro plato.

            -En ese caso, también iré. Si no es impertinente acompañarlos, si voy.

Me miró de manera acusadora.

            -¿Irás solo porque Jaz irá verdad?

(SAM)

Claro, sabía que si le decía que vendría la pequeña Jazmin, iría este maldito.

A mí no me engañaba. Tal vez estuvimos separados desde niños, pero sabía que Jazmin había sido una niña muy especial para él. Y ahora que se habían encontrado después de todos estos años, y ver en la mujer que se ha convertido (Porque estaba totalmente al gusto de Nick) no iba a desaprovechar la oportunidad de pasar el tiempo con ella.

            -¡Claro que no! – Respondió el acusado de manera levemente nerviosa - ¡Es que no quería causar molestias con mi presencia! Pero ahora veo que no hay ningún problema.

            -¿Molestias? ¿De qué hablas? Sabes que aquí todos son de la familia. ¡No me salgas con tus estupideces! ¡Vámonos!

No lo dije dos veces cuando corrió al cuarto para ponerse una chaqueta de cuero y algo de colonia.

            -¡Me das asco! – le dije burlándome de él.

            -¿Qué? Sabes que no me gusta salir sin colonia a ningún lado.

            -Si, claro. ¡Haré como que te creo!

            -SAMUEL MONTGOMERY ¿A qué hora? – la voz de nuestra involucrada s escuchó.

            -Estoy esperando a este – señalé a Nick que se puso quieto cuando vio que Jaz estaba ahí.

            -¡Hola Nick! – ella se ruborizó un poco (Siempre pasaba desde que somos niños) - ¿Irás con nosotros?

            -¿No quieres que vaya? – preguntó Nick haciendo unos patéticos pucheros.

            -¡Eres un idiota! ¡Claro que quiero que vayas! Nada mejor que mis dos amigos y yo vayamos a apoyar a un camarada.

Y se fue, dejando a Nick algo boquiabierto.

            -¡Yo que tu, iba buscando la forma para que ella cambie de parecer y que deje de decir que solo son amigos!

            -¡Eres un idiota! Solo somos eso.

            -Si, claro. ¡Y yo soy gay!

            -Eso no me consta. Tendríamos que preguntarle a tu novio.

            -¡SE PUEDEN CALLAR! – Llegó Joe arruinando la fiesta - ¡Tenemos que irnos!

En la despedida, Mamá abrazó a Oliver en señal de apoyo al igual que tía Denise. El tío Paul le dio la bendición y juro que sus rezos serian especialmente para su mamá.

            -¡Muchas gracias por todo Miss Emilia! Le prometo que regresaré pronto para terminar con mi trabajo.

            -¡No te preocupes! Ahora la que necesita apoyo y cuidados en tu querida madre. No dudes, si necesitas algo, llámanos.

Diana no se separaba para nada de Oliver, que no dudó en pasar el brazo por sus hombros hasta que llegaron al auto de ella. Ya estaba arriba de la Jeep, cuando noté la carota de amargura que traía Kevin.

            -¿Qué carajos tienes? – pregunté.

            -¡Nada! – respondió molesto.

            -¡Déjalo viejo! – Interrumpió Joe - ¡Recuerda que los hombres somos muy complicados y payasos!

Esto hiso que Kevin lo mirara con ojos asesinos.

Nick ayudó a Jazz a subir a la camioneta como todo un caballero (puaj) y Billy subió al asiento copiloto.

Jazmin, Kevin, Nick, Joe, Billy y yo en la Jeep, mientras todos los demás en el Challenger donde manejaba Diana.

(DIANA)

Llegamos al Airpark, donde nos encontramos que el piloto de la avioneta era nuestro amigo. Así que le dimos indicaciones

            -Despegaremos en 10 minutos, Así que será mejor que aborde al avión – dio la orden.

            -¡No quisiera irme pequeña! Pero…

            -Tu madre te necesita. No quiero que no esté sin su hijo.

            -¡No necesitas volvérmelo a repetir! – me acarició el cabello.

            -¿Sabes? El otro día que me besaste, me sentí el hombre más afortunado del mundo. Ahora iré a Fort Worth con una linda imagen en mi mente. Aunque debo de admitir que sería bueno sentir de nuevo esos labios que se hicieron para besar de manera cautivadora.

Lo veía venir, pero cuando quise reaccionar, no pude porque Oliver esta vez me besó. Atrapó mis labios con suma delicadeza haciéndome sentir extraña. Era un buen beso, eso no lo voy a negar, pero sentía que la entrega en el momento, solo era de su parte. ¿Por qué demonios no lo estoy disfrutando?

(JOE)

Vi que Oliver había hecho una muy buena jugada ahora besaba a Diana con mucha dedicación y entrega, pero había algo realmente raro. Mi mejor amiga parecía que no estaba muy convencida de aquella acción, pero se lo correspondía a lo que podía notar.

Pero el que hervía de coraje… ¿Adivinen quien era?

Estaba a punto de irse en contra de ellos para separarlos, pero yo fui ágil y lo atrapé.

            -¡Ya te estabas tardando! – le dije pretendiendo no armar un escándalo.

            -¡Déjame Joe! Se está pasando de la raya.

            -¿Y se puede saber tu quien eres para impedir que ella se bese con el chico que le gusta? Además ¿quieres repetir la historia donde ella te manda al diablo? Te recuerdo que fue un ataque de celos lo que alejó de ella.

Con eso bastó para que se quedara callado y se fuera directo a la camioneta con su cara de limón y de asco.

Era obvio. No soportaba ver a Diana en brazos de otro.

A mí tampoco me gusta verla de esta manera, pero ¿Qué puedo hacer? Tengo que apoyar a mi mejor amiga.

(KEVIN)

Estaba más que enojado por que Diana no ponía ningún “pero” para que este imbécil lo besara.

Pero ¿Qué podía hacer? Le puedo hacer una escena para que ahora si termine la amistad de tajo, haciendo que la pierda para siempre. No me pienso a arriesgar en perderla por nada del mundo. Ni que estuviera loco.

Lo bueno de todo esto es que este tipo se larga (no es que me alegre de que su madre esté en el hospital) pero por algo Dios hizo que pasara esto. Y por Dios que no lo iba a desaprovechar.

Sabía que Diana me quería como amigo nada más, pero tenía que decirle que la quería, que la amaba con toda el alma. Era algo insoportable tenerla a menos de 10 metros de habitación a habitación sin poder dormir a lado de ella como cuando éramos niños, abrazarla y acariciar su largo cabello castaño oscuro. Sencillamente, es como un drogadicto que lo ponen en una cámara de cristal, donde del otro lado hay todo un arsenal de crack. Me estaba muriendo por dentro no poder decirle la verdad.

Tampoco se la iba a lanzar de golpe, pero ni siquiera me han dado tiempo para “acomodar el terreno” a mi favor.

Finalmente Diana se acercó a sus hermanos que la esperaban, mientras yo no dejaba de observarla desde la Jeep.

            -¿Por qué simplemente se lo dices? – escuché la voz femenina con cierto acento texano (parecido al de Nick)

Volteo y era Jazmin que estaba a mi lado, sin subir a la camioneta.

            -¿De qué hablas Jaz? – pregunté confundido.

            -No es nada difícil leerte. Se nota que te mueres de celos porque Oliver te está ganando la partida.

            -¡Claro que no es eso!

            -Ahora me contestas nervioso – cerré el pico – Mira Kevin, tal vez sea mucho mas chica que tu, pero tengo ojos y oídos. Todo el mundo ya cuchichea que tu estas enamorado de la patrona.

            -¿QUÉ? – me exalté de tal manera que todos me voltearon a ver.

            -¡Cállate! Mira, mañana te cuento todo. Te espero en la cocina de Casa Grande a las 7:30 a.m. y te digo todo lo que sé.

---

Así fue, no me iba a quedar las ganas de saber todo.

Todo el mundo dormía cuando bajé a la cocina. Incluida Diana que abrazaba a Teddy Bear de Nick (Joe y ella lo secuestraron pidiendo de rescate que Nick preparara sus famosos macarrones con queso).

            -¡Buenos días! – saludó la chica con pantalones vaqueros y blusa a cuadros.

            -¡Que pasa Jaz! – la saludé. Me pidió que saliéramos de ahí, ya que Dina bajaría pronto a hacer el desayuno. Nos dirigimos al jardín y posteriormente, a los camastros de la alberca.

            -¡Ahora si dime lo que sabes!

Se acomodó en el camastro que estaba frente a mí, se acostó y puso la cabeza sobre sus manos.

            -Lo que pasa es que eres tan, pero tan discreto que medio mundo se dio cuenta de que hervías de coraje el día de la fiesta cuando a Diana se le ocurrió besar a Oliver frente a todos.

            -Pero ¡Yo no hice nada!

            -De irlo a golpear como tanto deseabas, no lo hiciste. Pero con tu expresión de molestia, y que te pusiste rojo de los celos bastó que varias personas lo notaran, se ha pasado el rumor por todo el rancho. Pero solo queda en rumores, ya que Billy asegura que todo eso es mentira.

            -¿QUÉ? ¿BILLY QUÉ? – eso si me sorprendió. No… casi me mata.

            -¡Tranquilo! Billy niega que tú quieras de esa manera a Diana. Y que te molestas de igual manera que Joe o Nick o el mismo y Sam. No hay ningún problema de esa parte. Pero lo que yo sí creo es que debería de preocuparse, ya que tú no solo te encelas porque quieras a la patrona solo como una amiga, y mucho menos como una hermana.

Guardé silencio. No sabía que decir. Ella simplemente  sonrió.

            -Los citadinos no son difíciles de leer. Incluido a tu hermanito Nick que sé que le gusto.

WTF?

            -¿Qué tan segura estas? Ahora no me salgas que eres una egocéntrica.

            -Como lo he dicho. Los citadinos no son difíciles de leer. – Se pone de pie – Yo que tú me daba prisa. Oliver esta Fort Worth. No es porque me alegre de lo que le está pasando a su mami, pero esta es tu oportunidad de conquistar a Diana. Sé que ella te quiere.

            -¿QUÉ? – me pidió que bajara en tono de voz - ¿Por qué lo dices?

            -Se hace la fuerte nuestra patrona, pero ella te quiere. Lo puedo ver en sus ojos. Ella trata de disfrazarlo y he de decir que es muy buena fingiendo, pero así es, ella siente algo por ti. Y será mejor que lo averigües, porque si no, ahora si podrías perderla. ¿Qué no planean irse de World tour?

            -Sí. Nos iremos dentro de unos cuantos meses. Tenemos que grabar por completo el disco y ya sabes.

            -Entonces apresúrate.- animó – porque ¿Quién sabe? A lo mejor, cuando regreses, Diana ya no será Montgomery. Tal vez se vuelva la patrona Diana Sanlonga.

 

Y se fue dejándome ahí, casi al borde del colapso. Por un segundo imaginé a Diana con vestido de novia y del brazo de ese cretino. Diciendo: “Si acepto” NO, NO, Y NO.

No iba a permitir que yo sin hacer esfuerzo por conquistarla verla con otro. No, primero lucharía, y si no había nada que ganar y era derrotado por Oliver o por otro, con todo el dolor de mi corazón la dejaría ir.

___

Una semana después.

(DIANA)

Era un lindo sábado. La mamá de Oliver estaba aun en terapia intensiva, peor estaba estable. Eso de las cirugías a corazón abierto no era nada fáciles. Durante la semana fui a visitar a la señora y a él al hospital. El pobre estaba demacrado de su cara y su mami poco a poco se iba recuperando.

Joe y todos mis amigos de la banda, me acompañaron, pero solo duraríamos un día.  

            -Quisiera que mi madre te viera aquí. Estaría feliz ver que su nuera se preocupa por ella. – Me dijo al oído mientras estábamos en la habitación cuidando a la señora. Sentí extraña al momento que dijo eso. Pero en vez de sentir satisfacción, sentí una culpabilidad enorme, porque a pesar de todo, aun seguía pensado a Kev.

Antes de las 8:30, salí de casa para dirigirme a las caballerizas y hacer mi recorrido de rutina por toda la propiedad.

Llegué al despacho, y aun no llegaba Billy. Supongo que se le habían pegado las sabanas. Pero de todos modos, pobre de mi hermano. Necesitaba descansar. Cuando llegué, me puse a revisar todos los pendientes que había. Los trabajadores estaban sorprendidos de que estuviera en el despacho de papá una vez más.

En ese momento, llegó Sanchez, uno de mis trabajadores, pero con muletas.

            -¡Patrona! – saludó queriendo quitarse el sombrero,

            -¡Sanchez! ¿Qué te pasó? – le pregunté levantándome del escritorio y acercando  una silla para que se sentara.

            -El oficio Miss. No tiene nada de qué preocuparse.

            -¿Qué te pasó?

(BRAD)

Vi que Sanchez iba entrando al despacho con muletas. Supongo que iría con Billy a pedir el permiso para faltar. Pero tenía que afirmarlo, porque no quería que el bastardo me culpara de lo que pasó con la yegua y haberle disparado.

            -Una caída. Nada serio. De hecho, venía a decirle a su hermano la razón de mis faltas al trabajo.

            -Tú no te preocupes, yo me encargo de que lo sepa. Lo anotaré en la bitácora y podrás faltar los días que necesites para estar sano.  – esa no era la voz de Billy. Era la de Diana. La voz hermosa y sexy que se mostraba compasiva.

            -En cuanto me sienta mejor, regreso mi querida niña.

            -¿Qué? Nada de eso. Te vendrás cuando el Dr. lo vea conveniente. Cuando ya estés mejor y fin de la historia.

            -Pero necesito trabajar. Tengo familia que alimentar.

            -En ningún momento te dije que te dejaríamos de pagar.

            -Pero mi niña…

            -¡Nada de “pero mi niña”! A ti no te faltará el salario. Es una accidente de trabajo, y por lo tanto, como patrón tengo que darte tu parte proporcional. Además, no dejaré que tu familia tenga carencias. – sentenció.

            -¡Muchas gracias Miss Dianita! Usted es tan buena como su madre y tan comprensivo como su padre - ¡Ahora se pone dramático este tipo!

            -Soy justa mí querido Sanchez. ¡Anda! Ve a casa para que descanses. Yo pasaré mañana por la mañana para que tu esposa me invite esos ricos frijoles con chile tan ricos que hace.

            -Delo por hecho mi patrona.

Escuché que ya venía para afuera, así que me escondí en una de las columnas de madera, mientras era ayudado Diana a salir.

            -¿No quieres que te lleve? – le dijo.

            -¡Sabe que mi casa está a menos de media parcela! Además, sirvo que me ejercito.

Cuando ya el viejo estuvo a distancia considerable, la patrona ataviada en aquel pantalón ajustado, botas vaqueras, camisa a cuadros y accesorios que la hacían ver aun más bella.

Entró al despacho, y cerró la puerta. Salí de donde me había escondido y toqué la puerta anunciándome.

            -¿Quién es? – la abrí y asome la cabeza para verla sentada detrás del escritorio de Billy con los papeles en la mano.

            -¡Buenos días patrona! – le dije cortésmente. Ella se volvió hacia mí, dejarme sin respirar.

(DIANA)

La voz de Brad irrumpió el silencio que me acompañaba mientras miraba los pendientes.

            -¡Buen día Brad! – le dije cortésmente escondiendo mi incomodidad.

            -¿Qué haciendo por acá a estas horas? Creí que ya había llegado Billy. – y se sentó frente a mí.

            -Parece que al patrón le dieron ganas de dormir, y bueno. Siempre me levanto temprano y quiero aprovechar mi tiempo para no perderlo.

            -Eso es de verdad muy interesante en una chica como usted. Con el debido respeto que se merece.

            -¿A qué te refieres? – respondí.

            -¡Es que es extraño a una chica que tiene todo lo que puede pedir haciendo las labores que pueden hacerla sus trabajadores!

            -No me gusta depender de otros. Papá decía que era un pecado depender de los demás. “Siempre tienes que estar al pendiente de tus pendientes”.

(BRAD)

Me contaba algo de historia. Eso es un buen inicio.

Ella le echa un vistazo a los papeles que tiene encima mientras yo necesito un cubo para evitar que callera la saliva en el suelo. ¡Era tan bella y perfecta que me volvía loco!

            -¿Y porque tú no te vas a las labores? – me dijo sin despegar la mirada a los papeles.

            -Necesito las órdenes de mi superior, y en este caso, está usted Miss.

Me asigno las tareas correspondientes en menos de 3 minutos, así que tomé mi sombrero y me despedí.

Cuando llegué a la puerta.

            -¡Disculpe Miss! Pero ¿Ha ido a La Taberna? – pregunté con curiosidad.

            -No, pero planeo ir con mis hermanos uno de estos días. ¿Por qué?

Ok, me arruinó el momento para invitarla a salir.

            -No, por nada. Le iba a recomendar que fuera. Venden una cerveza excelente.

            -¡Muchas gracias por la sugerencia Mr. Stamper! Ahora pude retirarse,

Salí de ahí al borde del colapso. Cada vez que me mandaba al diablo, (sin querer o con toda la intensión) más y más me atraía.

(ALICE)

Diana regresó de su vagancia matutina y desayuno con nosotros en la cocina.

Isaac

Nick salió con la invitación de que tenía que ir a Dallas a abrir un centro que apoyaba a los niños con diabetes, mientras Joe dijo que se la pasaría en la habitación viendo películas. Pues decía:

            -¿Para qué salgo? No iré solo, a menos de que una bella chica me acompañe.

Mark & Andrew

Andrew, Isaac y Mark se metieron en problemas. Ya que gracias a sus travesuras, rompieron una cerca donde terminaba la propiedad de los Montgomery. Emilia, a pesar de ser benévola, les dejó la tarea de reponer la cerca y pintarla.

Entonces, eso significaba que el sábado se la pasarían en casa.

---

(DIANA)

Mi auto ya no está expuesto al Sol. Ya había pasado semana y media que me lo habían regalado, así que ya era tiempo para lavarlo.

Stamper siempre decía: “Es mejor lavar tu propio coche… Estarás orgulloso de tu resultado”. Así que saqué lo necesario para poder hacerlo.

Joe se había quedado dormido en mi habitación, así que no le dije nada que no se levantara y  tuviera la cara de zombie.

Alice estaba conmigo, pero ella estaba sentada en la cerca y  leyendo sobre enfermedades de los caballos. Queríamos estar informadas de todo para evitar alguna contingencia

-¿Y por qué no te quedaste más tiempo con Oliver? - preguntó mi amiga.

-Pues quería, pero me insistió que no.

-Pues este es un buen momento para que estés con él.

-Pues sí. Pero si quiere estar solo con su hermana para cuidar a su mamá, está bien. Lo respeto.

(NARRADOR)

Diana lavaba el auto en compañía de su amiga, pero eso no significaba que estarían solas.

Kevin estaba en su habitación. Recién se había levantado por haber tenido una leve jaqueca gracias a que Joe le había puesto un pedazo de banana en el cereal. Escuchó voces que provenían de afuera de su ventana. Medio recorrió la cortina y vio a Diana ataviada de un short muy corto y blusa a cuadros amarrada por un lado, haciendo que mostrara su cintura.

-¡Que no daría por verla así todos los días! - decía para sus adentros.

Sin pensarlo ni un minuto más, cerró la puerta para evitar ser descubierto. Se dedicó a sentarse en la cama, mirando a las dos chicas que entablaban una conversación.

-¿Sabes? He pensado que Kevin está enamorado de ti.

Diana pretendió seguir con toda la normalidad lavando las llantas, mientras Kev estaba sorprendido por esta afirmación de parte de Alice.

-¡Claro! ¡Como si olvidar a esa tal Elizabeth fuera tan fácil para mirar a otra persona! ¡Estúpida!

-¿Por qué empeñas por meter a esa perra en tu vida?

-¿Y qué quieres? ¿Que niegue que tuvo algo que ver con Kev? Por culpa de sus tácticas él terminó enredado con ella y por lo tanto, nos alejamos por que el idiota la defendía con uñas y dientes.

           

Ella siguió lavando el auto, pero le entró la curiosidad de la teoría de su amiga.

            -¿Qué pasaría si él estuviera enamorado de mi?

            -Ahora curioseas.

            -Es que no hay posibilidad de que este enamorado de mi.

            -¿Y por qué no? Si contigo se dio su primer beso – Kevin se sorprendió cuando Alice dijo algo que solo Diana y él sabían.

            -Eso fue hace mucho tiempo. Éramos unos niños, y a decir verdad, fui muy precoz al incitarlo que me besara.

            -¿Te arrepientes? – preguntó Alice, haciendo que quedara pensativa por un segundo, mientras el espía estaba a la expectativa.

            -Jamás me arrepiento de lo que hago y eso bien lo sabes.

            -Y ¿Volverías a hacerlo?

            -¿Por qué no dejas de hacer preguntas estúpidas?

            -No voy a mover ni un solo dedo para saber algo de ese tema.

En ese momento, como Diana tenia encendida el estéreo del auto…

Ahora escucharemos a una inmortal de la música. Una mujer que hiso historia con su inigualable voz, haciendo que el mundo entero se doblegara ante ella.

Escucharemos a Whitney Houston con su canción que fue un hit en 1985 How Will i know”

A reproducirla y recuerda leer entre líneas de la canción, porque viene narración.

Diana le subió el volumen, pero se arrepintió porque esa canción tenía que ver mucho con su situación.

            -¡Recuerdo que te agarrabas cantando y bailando esa canción cuando estábamos en la universidad!

            -¿Cómo olvidarlo? Hasta las porristas me pidieron que les ayudara con la coreografía.

Alice se bajo de la cerca bailando.

            -¿Aun lo recuerdas?

Diana aventó el trapo y comenzó a cantar…

(DIANA)

There's a boy I know, he's the one I dream of
Looks into my eyes, takes me to the clouds above
Ooh I lose control, can't seem to get enough
When I wake from dreaming, tell me is it really love

Alice traía un trapo en la mano, y las dos se pusieron a cantar.

How will I know

(ALICE)

(Don't trust your feelings)

(DIANA)

How will I know
How will I know

(ALICE)

(Love can be deceiving) 

(DIANA)
How will I know

[Chorus:]

How will I know if he really loves me
I say a prayer with every heart beat
I fall in love whenever we meet
I'm asking you what you know about these things 

How will I know if he's thinking of me
I try to phone but I'm too shy (can't speak)
Falling in love is all bitter sweet
This love is strong why do I feel weak

Kevin estaba más que embobado viendo a las dos amigas bailar de manera graciosa y coreografiada.

Oh, wake me, I'm shaking, wish I had you near me now
Said there's no mistaking, what I feel is really love

How will I know (Don't trust your feelings)
How will I know
How will I know (Love can be deceiving)
How will I know

[Chorus:]

How will I know if he really loves me
I say a prayer with every heart beat
I fall in love whenever we meet
I'm asking you what you know about these things 

How will I know if he's thinking of me
I try to phone but I'm too shy (can't speak)
Falling in love is all bitter sweet
This love is strong why do I feel weak

Diana fingía tener una guitarra eléctrica.

If he loves me, If he loves me not

If he loves me, If he loves me not

Hey, If he loves me, If he loves me not

Se subió a un pedestal que tenia ahí cerca y se puso a bailar

Ooooh, how will I know

Uh, How will I know

how will I know

Hey, how will I know

De la nada, entró Joe a escena para bailar con las dos.

[Chorus:]

How will I know if he really loves me
I say a prayer with every heart beat
I fall in love whenever we meet
I'm asking you what you know about these things 

How will I know if he's thinking of me
I try to phone but I'm too shy (can't speak)
Falling in love is all bitter sweet
This love is strong why do I feel weak

How will I know, how will I know

Los tres implicados en el baile terminaron partiéndose de risa, mientras el espectador poco le falto para terminar aplaudiendo.

            -¿Y eso que fue? – preguntó Joe abrazando a las dos chicas.

            -Recordando viejos tiempos universitarios. La coreografía que ayudé a las porrista a hacer.

            -¡Ah! Si recuerdo. Pero oigan, estoy muy aburrido. ¿Salimos o qué? – propuso el chico inquieto con la energía de sobra.

            -Si, pero ya que termine de secar el auto.

            -Entre los 3 podemos.

Terminaron en menos de 20 minutos el auto y Joe no quitaba el dedo del renglón.

-¡Quiero ir a La Taberna! Dicen que hay muy buena cerveza ahí. – decía muy animado.

            -¡Vaya! Joe Jonas bebe alcohol – dijo Alice algo sarcástica.

            -¡Bebo muy poco! Una cerveza no le hace daño a nadie. A menos de una chica “de alta sociedad” como tú apenas sepa como pedir una cerveza.

Diana aulló

            -¿Me estas retando? – dijo Alice mirando a los ojos a Joe.

            -No, claro que no. ¿Cómo retar a alguien sabiendo que no puede hacerlo?

Alice lo miró de manera retadora.

            -¡Iré a tomar una ducha y nos iremos a la Taberna! Y ya verás que el que no sabe beber es otro.

Alice se metió a la casa algo molesta, pero a decir verdad estaba encantada de que Joe la hubiera retado de esa manera. Así para poder demostrarle que no sería fácil tratar con una mujer como ella

            -¿Esta es una de tus tácticas? – preguntó Diana a su mejor amigo.

            -¿Funcionó? – preguntó esperanzado.

            -¡Creo que sí! – y chocaron las manos.

Entraron a la casa dejando al espectador solo.

(KEVIN)

            -¿Irán a La Taberna? – Me dije para mis adentros - ¿Podré ir? Pero, no fui invitado.

En ese momento…

            -¡Genial! – entró Nick a la habitación. Mientras yo me hice tonto como si estuviera abriendo la ventana.

            -¿Qué pasa? – dijo el mayor.

            -Iremos a La Taberna.

            -¡Eres menor de edad! No puedes beber.

            -No tomaré alcohol. Solo quiero divertirme. De hecho, ya llegaron los demás y también quieren ir. Así que estás invitado.

Salió de la habitación con toalla en mano. Iba directo al baño a darse una ducha.

No sabía si ir. No estaba invitado de parte de Diana o de Joe que es ocurrió la idea.

Pero en ese momento, recordé lo que me dijo Jaz.

            -Entonces apresúrate. Porque ¿Quién sabe? A lo mejor, cuando regreses, Diana ya no será Montgomery. Tal vez se vuelva la patrona Diana Sanlonga.

Tal vez hoy era la oportunidad que tanto esperaba. Tal vez podría pasar algo que me abriera paso para decirle la verdad.

Y sin pensarlo más, tomé mi toalla, ropa y demás. Subí al tercer piso donde había un baño. Si hoy era el día, no lo desaprovecharía por nada del mundo.

(NARRADOR)

Todos los chicos se fueron en el Challenger de Diana junto con una de las camionetas del rancho prestadas por Miss Emilia con tal de que no la chocara o algo así.

Entonces, con la responsabilidad e de ponerse estúpido con alcohol, se dirigieron a la taberna (La banda, las chicas, y Nick y Joe.

Había pick – up por todos lados, hombres barbones con texanas (sombrero vaquero)  pantalón de trabajo y camisas a cuadros bebían amenamente cerveza a fuera de aquel lugar. Había muchos hombres jóvenes también que contaban tonterías y se burlaban entre ellos. Mujeres, ¡claro que había! Conversando y tomando cerveza o refresco.

Y ahí entre ellos, ¿adivinen quien estaba?

            -¡Quiero más cerveza! ¿Pero por que no hay servicio a domicilio? No quiero entrar. ¡QUE FLOJERA! – Brad Stamper estaba acompañado de sus “amigos”. Puras personas de alma negra con él.

            -Podremos decirle a alguna de las chicas que nos la traigan – dijo el Roberto.

            -Puras bellezas hay por aquí, pero la hermosa es la hija de los Rodríguez que jamás viene a visitarnos – dijo Arthur, otro desalmado.

            -¡Pues ya que los gatos no vinieron a trabajar, entraré por un cerveza! – dijo Brad de mala manera. Pero algo lo hiso no entrar al lugar

Gritos y bullas se escucharon desde el camino de terracería. Todo el mundo volteó hacia ellos. Venían los universitarios al lugar.

            -¡Vaya, vaya! – Dijo Roberto – Creo que ahora si empezará la fiesta en grande.

El Challenger negro entraba en escena. Brad volteó de manera tempestiva al muscle car que se ponía frente a él y a su clan.

Del lado del chofer, bajó Joe y caminó hacia la puerta del copiloto. Fue saludado por la mayoría (no del clan de Brad)

            -¿Vienen por una cerveza? – dijo uno de los hombres más viejos y alegres del lugar.

            -Claro. Venimos a divertimos

.

En ese momento, abrió la puerta y unas piernas brillosas y bronceadas saludaron a los presentes. ¡Claro que a más de uno se le fue la mirada!

Diana Montgomery bajó del auto con la ayuda de su caballeroso amigo. De la puerta trasera bajó Nick, Andrew y Alice.

En la camioneta venían los demás.

Diana venia en short de mezclilla, blusa verde y un chaleco. Sus botas no podrían faltar.

            -¡Buenas noches! – saludó a todos, y obvio que le respondieron con una sonrisa. Pero todos obvio que la veían como la patrona Diana o la niña. Pero había uno que otro que la veía con otros ojos, en especial Brad que no dejaba de imaginarse un montón de cosas con solo verla y mucho más vestida de esa manera.

            -Creo que ha llegado la hora – dijo Brad para sí mismo, al ver que la bella chica estaba en mismo lugar que él.

Hasta aquí mis lectores. Espero que haya sido de su agrado este capítulo.

¿Qué pasará en La Taberna? ¿Joe y Alice tendrán algún avance? ¿Habrá más interacción entre Nick y Jazmin?  ¿Brad se saldrá con la suya? ¿Kevin abrirá la boca? ¿Diana seguirá con su confusión?

Todo esto y mucho más en la siguiente entrega…

No te pierdas el próximo capítulo de tu novela favorita “LOVE YOU OUT LOUD”

NOTA: Seguimos a FULL con los trabajos :( espero puedan comprender. Esto de la Licenciatura es en serio. ¡Gracias!

¡Gracias por su comprensión!

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