Deseo de…
(ANGIE)
No sabía lo que estaba haciendo. Solo simplemente pensé en voz alta, pero mi sonrisa me hiso saber que Nick lo había escuchado fuerte y claro. Pero la verdad, no me desagradaba que lo supiera.
¿QUÉ? ¿ACASO CREEN QUE NO DESEABA A NICK CON TODA EL ALMA? ¿CÓMO NO DESEAR A UN HOMBRE EXCESIVAMENTE LINDO EN TODOS LOS ASPECTOS? TANTO EN LO ESPIRITUAL COMO EN LO FISICO. A GRITOS PEDIA ESTAR ENTRE SUS FUERTES Y MARCADOS BRAZOS DE MARMOL.
Y no sé cómo demonios se me había ocurrido ponerme una falda (arriba de la rodilla) para ir a cenar con él. Ahora me miraba de arriba hacia abajo en tal Scanner. (Falda negra y blusa roja algo ajustada de manga corta y botones al frente)
El llevaba pantalón de mezclilla, camisa de vestir blanca y un saco negro. Vestido de la manera más sexy que se puedan imaginar. Y su colonia “Polo Black” me embriagaba de manera deliciosa.
De repente, sentí como Nick se abalanzó suavemente mientras yo me recargaba en el asiento del coche. Sus labios sellaron los míos de manera olímpica. La manera como me besaba sobrepasaban los límites permitidos en cualquier país. Tomé su cuello entre mis manos, para rápidamente irme a sus hermosos rizos color ocre.
Su lengua se conecto con la mía en un instante. De repente, pude sentir como sus manos de estar en mis brazos, bajaron a mi cintura. Mis manos bajaron de su cabello hacia aquel hermoso saco negro y rápidamente se lo quité.
El espacio que teníamos en la parte trasera del auto era algo reducido, pero la verdad, no me incomodaba para nada y creo que menos a él. A continuación le desabroché la camisa blanca, y ¡OH SORPRESA! No llevaba camisa abajo, como siempre acostumbra. Tenía ante mí su hermoso pecho desnudo, como c cuando habíamos nadado juntos. Sus muy bien marcados brazos estaban al descubierto, dejándome sin aliento. El punto es que no sé dónde quedó su costosa camisa. Para cuando se la quitó por completo, volvió a su asunto. Mis labios.
(NICK)
Paramos unos instantes para respirar, y pude ver en sus ojos el deseo mismo que yo estaba sintiendo. Tenía tangas ganas de despojarla de aquella blusa roja me encantaba como se amoldaba a su cuerpo. Me ayudó a desabotonar mi camisa, dejándome con el torso desnudo. Mis brazos la volvieron a aprisionar y mis labios volvieron a los suyos, para luego, mis manos irse a su blusa (gracias a Dios, de botones) y empecé a desabrocharla en tiempo record. No se la quité del todo, solo deje al descubierto el bra que tenia, escondiendo sus bellos pechos.
Para después comenzar a besar lentamente desde su oreja, darle un pequeño mordisco y bajar mi boca por su cuello. Ella no me detenía, así que aproveché todo lo que pude.
No dejaba de masajear mi espalda con sus manos, causando que me encendiera más de lo normal. Todos mis sentidos se volvieron solo hacia ella. Solo existía ella. Ella era la indicada para hacer el amor, ella era con la que quería estar el resto de mi vida.
N: - Te amo – le dije en un susurró cuando volví a su oído.
La besaba como si quisiera que mis labios se quedaran tatuados en su piel. Ahora no pensaba, solo simplemente actuaba.
Mis labios ahora estaban en la parte más baja de su cuello. Me faltaba poco para llegar a besarle sus pechos, lo ansiaba con todo mí ser.
(ANGIE)
Mientras una mano me tomaba por la cintura, la otra ya estaba masajeando mi muslo a ritmo desesperado. ES DEMASIADO. Y NO QUERIA PARARLO. ESTABA DISFRUTANDOLO TANTO, Y A LO QUE PODIA SENTIR, ERA QUE ÉL TAMBIÉN.
Sabía que si yo no lo detenía, Nick tendríamos nuestra primera vez en su coche. Me parecía una excelente idea. Algo descabellada, pero llena de adrenalina.
(NICK)
Pude sentir que sus piernas ya estaban alrededor le mi cintura, no sé cómo demonios habíamos llegado tan lejos. Mis manos volvieron a su espalda. Estaba a punto de quitarle el bra.
Pero, en un momento que abrí los ojos y besaba su suave hombro, miré el anillo que descansaba en mi dedo corazón.
De repente, ambos dejamos de besarnos y nos paralizamos instantáneamente al mismo tiempo.
A: - Nick. No lo hagas.
N: - No Angie. No lo haré. Creo que llegamos demasiado lejos.
Ambos nos enderezamos y nos miramos a los ojos.
N: - Creo que no es correcto que una chica como tú, tenga su primera vez en el coche de su novio.
A: - Y yo no creo que unos chicos como nosotros estemos a punto de romper la promesa que hicimos ante Dios.
(ANGIE)
Nos miramos de arriba hacia abajo. Habíamos tomado una posición bastante cómoda para ya hacerlo. Lo miraba, me miraba. El fuego seguía ahí, pero teníamos que hacer lo correcto.
Rápidamente, me acomodé en el asiento quitando mis piernas que estaban alrededor de su cintura. Encontré su camisa y se la di.
Nos acomodamos la ropa en silencio, hasta que me pidió que le ayudara a acomodar el cuello de la misma.
Nos quedamos sentados, muy quietos en el asiento. Pude sentir como su brazo paso por mis hombros, y yo recosté mi cabeza sobre su hombro.
N: - ¿Acaso miraste tu anillo cuando estuve a punto de…?
A: - Si – le contesté rápidamente – Por eso me que quedé quieta. ¿Y tú?
N: - También lo miré. De repente, pude sentir su enorme peso. – me dijo con mucha desgana.
A: - Yo también. Pero ¿Qué hubiera pasado su tu y yo…?
N: - Seria aun más feliz de lo que soy ahora.
Rápidamente alcé la mirada hacia él.
A: - ¿Feliz? ¿Estás feliz porque no lo hicimos? – le pregunté confundida
N: - No es la felicidad que me gustaría tener en estos momentos – me dijo mientras acariciaba mi hombro. – me refiero que me siento feliz porque ambos somos lo suficientemente maduros para tener nuestros límites.
Angie, de verdad, quiero ser tuyo de todas las maneras posibles. Desde lo espiritual, hasta lo sexual. Pero… no es el momento ni el lugar. Quiero darte lo que mereces…
A: - (lo interrumpí) Aun no es el momento ni el lugar – repetí esas palabras mirándolo a los ojos. – Espera… ¿A qué te refieres a darme lo que merezco? – le pregunte sin reclamación.
N: - Es obvio, Quiero que cuando demos ese gran paso, quiero que te sientas cómoda. En el lugar adecuado. Una enorme y suave cama, no un asiento de coche. Si me fuera posible, te llevaría el mismo cielo, en las propias nubes para poder hacer el amor de manera que tú te lo mereces.
Era la primera vez que hablábamos de la manera más franca que había. Sus palabras me hicieron sentir lo especial que era para él.
“Hasta el mismo cielo, en las propias nubes “esas palabras dignas de una canción.
(NICK)
Me dio un beso leve en la nariz.
A: - ¡Gracias Nick! Ya veo que no soy para ti un juego
N: - ¿Acaso lo dudabas? Tú jamás has sido un juego. Eres lo más real que tengo.
Y mis labios buscaron los suyos. Pero esta vez, el beso fue solo eso, un beso tierno e inocente, creo que después de haber hecho lo anterior, nos quedamos más que tranquilos. Ya que si empezaba a besarla de la manera que lo había hecho anteriormente, ahora sí, no me contendría.
A: - Será mejor que nos vayamos. Mañana entro a la escuela y tengo que ir temprano.
N: - Esta bien. – le dije mientras miraba como se acomodaba la blusa.
Ella notó que la estaba mirando. Mis ojos se quedaron postrado en aquellos botones que había desabrochado minutos antes.
A: - Nick, algún día pasará, créeme. – me miró pícaramente.
N: - ¿Crees que soportaría ver cómo te abrochas la blusa en estos momentos y si tuviera esa certeza en que algún día pasara? – le contesté de la misma manera que ella me había contestado.
La llevé a casa. Cuando llegamos a las escaleras.
A: - Creo que nuestro primer aniversario salió mejor de lo esperado.
N: - Ya lo creo. Y no sabes como agradezco que haya pasado lo que pasó.
Rodeó mi cuello con sus brazos, y me beso tiernamente. Le correspondí, tomándola por la cintura. Pero no me quedé con las ganas de hacer algo.
Y aprisioné su labio inferior con mis dientes.
A: - ¡OYE! – reclamó.
N: - Perdón Amor. Pero no pude resistirme. ¡Que descanses!– y le di un beso de despedida.
Cuando me di media vuela, sentí un golpe no muy fuerte, pero me sorprendí donde lo había recibido. Angie Halle me había dado “una nalgada”. O.O
N: - ¡OYE! – reclamé dando media vuelta para quedar frente a ella.
A: - Perdón Amor. Pero no pude resistirme. – me dijo irónica.
Eso me provocó, y rápidamente, la tomé entre mis brazos y la alcé en el aire, dándole besos en todo el rostro.
N: - Te Amo.
A: - Yo también.
Y con una sonrisa de satisfacción, me fui a mi casa, jurando que esto, solo se quedaría entre ella y yo.
(ANGIE)
Antes de dormir, aun tenía esas imágenes en mi mente. La de él besando mi cuello, su espalda bien trabajada entre mis brazos, sus rizos definidos enredados entre mis manos. Sus labios provocándome sensaciones hasta entonces desconocidas. Él quería ser mío en todas las formas posibles, fue lo mejor que me pudo haber dicho después de que interrumpimos el acto. Y mientras cepillaba mi cabello, mirándome al espejo, la sonrisa apareció en mi rostro.
(NICK)
Aquel cuerpo escultural entre mis manos, mis labios en todo su cuello, sus leves rasguños en mi espalda. A pesar de que no había sucedido más, todo aquello me había causado un placer inexplicable. Tenía toda la certeza de que ella tenía que ser con la chica que pasara en resto de mis días.
Al quitarme la camisa, y verme al espejo de cuerpo completo que tenia ante mí, pude ver los invisibles besos que tenía en todo mi cuello y parte del pecho. Era tan inexplicable la sensación que me causaba el pensar que Angie Halle podría ser mía algún día. Porque yo, era TOTALMENTE SUYO.
AL DIA SIGUIENTE
(ANGIE)
“WELCOME TROYANS”
La escuela estaba atascada de tantos estudiantes. Lo bueno de ser becada es que tenías tu lugar propio de estacionamiento.
Nosotras ya teníamos algunas de nuestras maletas en el dormitorio, así que solo llevábamos lo que nos faltaba. Adoraba la vista de mi dormitorio. Como era la habitación que es encontraba final, del edificio, en el segundo piso, teníamos dos ventanas con su respectivo balcón. Una tenia vista hacia el estacionamiento, de hecho, mi auto estaba justo frente de mí. Y la otra ventana tenia la vista a las canchas soccer. ¿Qué más podríamos pedir? Definitivamente nos habían dado la mejor habitación de todo el edificio.
Era la hora de darle el toque femenino a las paredes blancas con detalles rojo y dorado. Empezamos a poner cuadros que Sunny había traído de su casa. Yo puse algunas fotografías que había mandado enmarcar de todos nosotros. Pero ahora la gran diferencia, es que Nick estaba en nuestro clan, en nuestra fotografía. Mi favorita. Una de todos en el bowling de siempre, al centro estábamos Nick y yo abrazados, a mis costados, Sunny y Tom. Delante de mí, pero en cuclillas, Phil y Lilly. A lado de ellos, Rafael y Lizz. Awww :3 “cada oveja con su pareja xD”
A lado de mi cama, puse la foto que nos habíamos tomado la última noche que estuvimos en Disney World. La que teníamos los fuegos artificiales de fondo y él me pillo un beso ¿la recuerdan? Era la más bella de todas las que nos habíamos tomado. Ese momento fue accidentalmente hermoso J
(NICK)
**Mensaje de texto**
Ya estoy en la escuela. Mi cuarto quedó genial. Y más por las fotos que fuimos a revelar. Me encantaría que estuvieras aquí. Espero verte pronto. Te AMO
Mi chica estaba feliz. A pesar de que no nos veríamos tan a menudo, sabía que ella no era para mí solo (aun no xD). Ella tenía que estudiar, continuar con su carrera. Yo en estos momentos formaba parte del “segundo plano”.
Greg: - Viejo. Creo que los arreglos a esta canción quedaron geniales. Estas inspirado.
N: - Lo estaría mas si pudiera estar con ella. No sabes como la echo de menos.
G: - Y ahora ¿dónde está?
N: - Esta en la escuela. Tiene que ir a trabajar y sale hasta las 9.
G: - Vaya ¡que difícil será verse :S!
Muchas gracias Greg, ganaste el privilegio que te ponga un buen puñetazo en la cara ¬¬
John (Taylor. Director musical): - Te prometo que si acabamos antes de la 9, iras a recogerla. – grito desde la cabina de grabación.
Joe: - Si, para que vayas y le des unos cuantos besitos. – dijo el muy chistosito.
Pero le tome la palabra a John. Quería saber que tal su escuela. ¿Por qué no ir a visitarla?
(ANGIE)
Caminando por Rodeo Drive
**Vía telefónica**
A: - Si mami. Ya voy para la escuela. Acabo de salir del trabajo, de hecho, voy hacia la casa de la Sra. Parkin.
T: - Ok hija. Ven cuando tengas tiempo. Te quiero.
A: - Yo también mami. – y cortamos la comunicación.
S: - Ya nos extrañan en casa – me dijo con sarcasmo.
A: - Ya lo sé. Pero ¿qué podemos hacer si….?
Y de repente, el claxon de un auto me interrumpió. No quisimos voltear para nada, ya que había uno que otro idiota que tocaba el claxon cada vez que íbamos en la calle. Pero lo que me hiso volverme…
“ANGIE” – gritaron mi nombre. Pero no era cualquier voz quien pronunciaba mi nombre. Era Nick que asomaba la cabeza por la ventanilla del Mustang.
Estacionó el coche y corrí hacia él. A media calle me abrazó y me alzó en el aire, dándome unas cuantas vueltas. Para después aplastar mis labios contra los suyos. Me hacía falta algo de mi “droga favorita”.
S: - TORTOLOS, ¿YA SE DIERON CUENTA QUE ESTAN A LA MITAD DE LA CALLE?
Un claxon de otro auto sonó, para que nos hiciéramos a un lado. Era un señor con mirada divertida.
Soltamos una carcajada. Y no hicimos hacia la banqueta
A: - ¿Qué haces aquí amor?
N: - Tenía que verte. Me haces falta. – exclamó haciendo un “puchero”
A: - Awww. Tú también me haces mucha falta. – y le di un beso en la nariz.
Nos llevo a la casa de la Sra. Parkin. Ella estaba en el porche como siempre.
Y cuando vio que habíamos llegado en coche, se pasó de pie.
S.P: - Veo que tu novio fue por ti al trabajo – exclamó en forma de saludo.
N: - ¿Ya se lo dijo? – le pregunto, dándole un beso en la mano.
S.P: - Pues claro. Además, es obvio que ya tienen una relación formal – dijo mientras miraba nuestras manos entrelazadas.
N: - Así es Sra. Parkin. Angie es mi chica. La chica de mi corazón
Entré a la casa por las llaves de mi coche. Pero antes de salir, escuché que Nick platicaba con la señora Parkin.
S.P:- Veo que estas muy enamorado de ella muchacho.
N: - No sabe cuánto. Lo estoy prácticamente desde que la vi.
S.P: - Lo sé. Pude notarlo desde la primera vez que te vi a su lado. Parece que tu mundo desapareció y ella tomó su lugar. Sol espero que no vayas a cometer alguna tontería de la que te puedas arrepentir.
N: - ¿De qué habla? – le preguntó con curiosidad.
S.P: - Sé que ahora que ella está en la escuela y trabajando, será mucho más difícil verse. Veo que estas rodeado de gente hipócrita que puede hacerte daño. Cuida tus espaldas muchacho, porque no voy a soportar ver a mi Angie sufrir.
(NICK)
No sé el por qué de sus palabras. Pero algo me decía que tenía mucha razón. Ella ya había recorrido más millas que yo en esta vida, y tenía que escucharla.
A: - (salió en ese momento de la casa) Listo. Le deje sus panes en la mesa – exclamó dirigiéndose a ella.
S.P: - Muchas gracias hija. De verdad, que eres un Sol. No sabes cómo le doy gracias a Dios el día que te puso en mi camino. – y dirigiéndose a mi – luego te cuento a historia.
Angie se sonrojó de manera impresionante, y por inercia, mi mano se fue directamente a su mejilla.
A: - Será mejor que nos vayamos. Mañana tenemos clase temprano.
N: - Las acompaño hasta la Universidad – exclamé rápidamente.
A: - Pero Amor, estamos cerca de tu casa, mejor tu vete. Tienes que descansar.
S: - Sirve que conoce la ubicación de nuestra habitación- interfirió Sunny, haciendo que me volviera hacia ella.
N: - Pero yo solo decía acompañarlas hasta la puerta de la Uní, no entrar. No soy estudiante.
S: - Tampoco Tom y él entra.
S.P: - Entra por que ustedes son súper amigas del velador – sentenció, causándonos una enorme carcajada.
A: - Yo no creo que tengas la necesidad de hacer esto.
N: - ¿Acaso no quieres que vaya? – la miré haciendo mi cara de “perrito castigado”.
A: - No es eso bobo. – me tomó en sus brazos. Pero no quiero que manejes tarde.
N: - Se nos hará mas tarde si seguimos discutiendo – guardó silencio. Jaque mate.
No le quedó de otra que aceptar que iría con ella.
De repente, vi que Sunny le quitó las llaves del coche.
A: - ¿Pero qué…?
S: - Tu te irás con tu novio. Yo manejo tu coche y te callas. – se fue corriendo hasta el coche de Angie y arrancó dejándonos ahí.
A: - Supongo Nick que tendré que irme contigo
N: - ¿Iras detrás del coche o qué? – le dije bromeando. Ella lo notó, pero con una indignación fingida, se despidió de la Señora Parkin, dio media vuelta y con mochila en mano, caminó por camino de piedras, dirigiéndose a la calle, en camino hacia la escuela. Rápidamente salí en su persecución, ella también corrió, pero fue en vano, porque la alcancé y la tomé en mis brazos. Hice que se pusiera frente a mí.
N: - ¿Crees que te haría eso? Jamás hermosa. Nunca, nunca te haría eso.
A: - Habla con la mano – exclamó y poniendo su mano entre su cara y la mía. Pero la quité – No amor. No hagas eso.
A: -¿Y por qué no? – me dijo aun indignada.
N: - Porque si lo haces, no podré hacer esto. – y le robé un exquisito beso que fue correspondido con un mordisco suave. – ¡Ay! ¿Por qué lo haces?
A:- ¿No te gusta? – respondió.
N: - Me encanta. – Y surruandole al oído – pero me encanta más que lo hagas cuando estamos solitos.
Volvió a sonrojarse. Se zafó de mis brazos.
A: - Vamos a la escuela, para que alcances a ver algo.
Le abrí la puerta del coche y nos dirigimos hacia la Universidad.
Ya en la puerta del estacionamiento:
Velador: - Buenas Noches. ¿Qué se le ofrece? – exclamó al momento que bajé por completo la ventanilla.
En ese momento Angie acercó para que el señor la viera.
A: - Hey Max. Soy Yo.
Max: - Hey Angie. Con razón Sunny llegó sola con tu coche.
A: - Lo que pasa es que mi novio fue por mí, y ella por su afán de manejar y dejarme a solas con él… ¿Crees que nos podrías dejar pasar? Ya sé que la salida es a las 10:30 y son las 9:45.
M:- Lo sé. No te preocupes. Tú sabes que ustedes son mis consentidas. Pero chico, a las 10:30 ya tienes que estar aquí para que abra la puerta y puedas marcharte. – Wow. Eso sí que era tener privilegios.
Abrió la reja eléctrica.
A: - Muchas gracias Max. Te pagaré con un súper café como te gusta.
M: - No te preocupes. Ya sabes.
Cuando entramos, la miré algo desconcertado.
A: - ¿Ves que tu chica es más popular de lo que crees?
N: - Ahora sí que estoy celoso. – le dije irónico, y le di un beso rápido en los labios.
(ANGIE)
Le pedí que se estacionara detrás de mi coche. Al cabo, que solo serian unos cuantos minutos. Subimos tomados de la mano. Había pocos chicos en los pasillos, pero ya sabían muchos que andaba con Nick.
Se nos hacia raro que no hubiera fotos de nosotros en los medios. Alguna vez le pregunte a Dylan, al presidente de la clase, y le me contesto: “No queremos que nuestra estrella sea afectada por tener un novio famoso. No te preocupes Angie, déjamelo todo a mi”
Era increíble ver que lo saludaban como si fuera normal el verlo ahí en la escuela. Cuando llegamos a la habitación, todos los chicos estaban ahí. Phil, Lilly, Sunny, Rafael y Lizz.
P: - Veo que no se pueden alejar ni un día – dijo al vernos juntos en la puerta.
A: - ¿acaso no quieres que diga lo mismo acerca de ti y Lilly?
Lilly: - Hey, a mi ni me incluyas. – y todos soltamos la risa.
Le mostré que su coche se podría ver desde mi ventana.
N: - Entonces no tendré excusa para venir a verte – exclamó mientras estábamos en el balcón.
Estuvimos platicando un ratito. Eran a penas las 10:15 p.m. estábamos tan agusto en el balcón mientras escuchábamos las estupideces de mis amigos.
Tocaron la puerta. El silencio se apoderó rápidamente. A lo mejor era el decano que venía a callarnos. Y si veía aquí a Nick, nos regañaría.
A: - quédate aquí en el balcón – le dije. Entre a la habitación y le dije a Phil que abriera la puerta.
¡ASH! No debieron abrir la puerta.
Drew: - ¿Hay fiesta y no invitan?
P: -Es que aquí solo estamos los amigos – le dijo con sarcasmo extremo.
A: - Drew ¿Qué haces aquí?
D: - ¿Qué no es obvio? Vine a verte preciosa.
A: - Phil, ¿me harías el favor de cerrar la puerta? No quiero que entre la mierda a nuestra charla.
D: - ¿Por qué me tratas así? Yo tanto que te quiero – me dijo sin perder la calma.
Rafael: - ¿Qué parte de “No queremos que la mierda entre a la charla” no entendiste?
D: - Le estoy hablando a mi chica, imbécil – Dijo alzando la voz.
Nick: - ¿TU CHICA? – salió de su escondite.
D: - ¿QUÉ HACE ESTE DIABETICO AQUÍ? SABEN PERFECTAMENTE QUE NO PUEDEN ENTRAR PERSONAS DE FUERA DE LA UNIVERSIDAD. – gritando
A: - AH SI, ENTONCES ¿POR QUÉ METES A TUS HERMANOS AQUÍ CUANDO VIENEN DE VIAJE? Y PEOR, CON BEBIDAS ALCOHOLICAS. – también le dije alzando la voz.
N: Tranquila preciosa. – y me tomó por la cintura. Vi que Drew se puso rojo de la ira.
D: - SUELTALA – grito furioso. Caminó rápidamente para postrarse frente a él. – O HAGO QUE TE SAQUEN A PATADAS DE AQUÍ.
N: - ¿Acaso no tienes los suficientes pantalones para sacarme tu mismo a patadas?
Phil y Rafael hicieron que las chicas se hicieran para atrás. Esto parecía que terminaría en pelea.
Nick trató de hacerme a un lado. Pero no lo logró. Me puse en medio de los dos, con el riesgo de que alguno soltara algún golpe y recibirlo.
Dediaca a toda mi #ArenitaCrew
