Check Yes Juliet (Cap 13)

(NOTA: En caso de no poder publicar comentario, déjalo en el Grupo de Face http://www.facebook.com/groups/266839543342349/ o manda un Reply a mi Twitter @PibeJBArenas13)

¿Qué pasa cuando te das cuenta que tal vez esa persona es mas importante de lo que crees?

Esto no es normal 

#Imagina

(JULIET)

En un jardín enorme, lleno de personas conocidas y desconocidas. El pasillo con una alfombra blanca, al final de este, estaba un altar, estaba un reverendo esperándome a lado de Iker que estaba vestido en esmoquin.

Me miré, estaba vestida de novia, con el ramo de flores en la mano. Mi padre estaba a mi lado ofreciéndome su brazo para poder caminar a su lado y llegar hasta el final de aquel pasillo para poder culminar con lo que iba a pasar. Me iba a casar. Nick y Alex caminaron frente a mí, pero yo seguía buscando a alguien que no veía entre tanta gente.

Hasta que lo vi, pero estaba lejos de ahí, mirándome.

Joe no estaba incluido en la ceremonia, parecía que quería irse. Caminó para alejarse aun más, y yo no sabíaqué hacer.

Solté a mi madre y aventé el ramo al suelo, olvidándome de la ceremonia por completo.

Las piernas parecían no responder, y Joe se alejaba más y más.

         -¡Joe! ¡Joe! ¡No me dejes!

No sé cómo demonios lo alcancé, pero lo hice y lo tenía frente a mí.

         -¿Para qué quedarme? Ya no me necesitas.

-¡No me dejes Joe! ¡Tú me importas!

         -¡Debes de estar casándote con Iker! ¡Ve!

         -¡No me dejes!

Era desesperante, porque Joe se quería ir, mientras yo estaba ahí, suplicándole que se quedara. Pero desapareció en frente de mis ojos, mientras yo, lloraba desesperada. Repitiendo que no me dejara, pero le hablaba al viento.

La escena cambia, y me veo sentada en el comedor del jardín en la casa de mi padre. Estaba llorando, lo podía sentir…

         -¿Estás bien “mi niña”? – Nana Paz llegó con un poco de fruta en una charola.

         -¿Crees que regrese? Ya le dije que no me casé. ¡Lo quiero conmigo Nana!

En ese instante, al final del jardín, lo vi llegar. Joe llegó en su Audi y corrió directamente hacia mí.

         -¡JOE!

-¡Aquí estoy princesa! ¡Todo está bien! – lo podía sentir frente a mí. No quería que se fuera, tenía que cerciorarme que no me dejaría.

-¡Quédate conmigo! Por favor. ¡Abrázame! -  pude sentir como me rodeó con sus brazos,  mientras olía su fragancia Emporio Armani Diamonds.

-Joe, no me dejes sola ¡jamás! – le decía mientras lo tenía en mis brazos.

         -Jamás haría eso hermosa. – me refugié en su pecho, y me quedé así, abrazándolo como si el tiempo no pasara. Me sentía tan bien con el hecho de saber que estaba ahí conmigo sin dejarme sola.

No quiero ni abrir los ojos. Estoy tan ajusto acostada, y creo que después de aquel sueño absurdo dormí como un bebé. Una leve luz comenzó a molestarme, parecía ya era buena hora de despertase.

Debajo de mi cabeza, cuando pretendí moverme, sentí que mi almohada no tenía precisamente plumas. Y que definitivamente lo que estaba abrazando no era algo inanimado. ¿De cuándo acá una almohada tiene latido y respiración? Lo primero que pensé: ¿Qué hice?

Cuando alcé la mirada, vi sobre quién estaba descansando. Era Joe. Rápido bajé la mirada hacia mí cuerpo, y... ¡ESTABA... vestida! Y él también estaba vestido. ¡Uff, que alivio! Supongo que de tan casado que estaba, nos quedamos dormidos juntos. Pero ¿Precisamente cuando sueño que me deja? O.o

También me tenía abrazada, pues sentí sus cálidas manos en mi espalda. Y como había dicho hace unos momentos, estaba muy agusto acostada sobre su pecho. Me sentía protegida, a salvo de todo. Siempre que Joe me abrazaba si estaba triste o algo no salía bien, me sentía tan completa; como si no necesitase algo más. Pero esta vez era diferente.

Sentía un placer increíble estar así, como si ese lugar fuera mi lugar y que no tuviera la necesidad de levantarme.

Tenía que hacerlo, miré el reloj y ya eran las 10 de la mañana. Tenia que ira ver si la casa de los vestidos de novia habia abierto. Asi que sin importarme que tan comoda estaba, me levante, pero Joe se aferró a mí, como si fuera una de sus almoahadas.

         -No July… no me hagas esto. – empezó a hablar dormido. – No te puedes casar con un desconocido. No tienes mucho tiempo de conocerlo. Él no es para ti. Mereces algo mejor. ¡Dame una oportunidad de demostrarte la verdad!

Estaba hablando ¿De mí? ¿Cometer un error?

Eso me hiso pensar un poco. Tal vez tenía razón, tal vez me estaba apresurando a hacer las cosas.

Cuando relajó sus músculos, pude salirme de entre sus brazos. Tomé mis cosas de aseo personal y mi ropa, para ir al cuarto de Joe a bañar.

No dejaba de pesar en esas palabras “¡Dame una oportunidad de demostrarte la verdad!” ¿De qué demonios hablaba? ¿Qué oportunidad? Tenía esas preguntas en la mente.

Para cuando salí del baño, Joe ya estaba despierto, lo noté por que se escuchaba la TV, y estaban diciendo los resultados del partido del futbol europeo.

         -¡Buenos días July! – estaba en la mesa de mi cuarto y me saludó de manera normal, comiendo un pedazo de pan tostado.  (Ya había pedido el desayuno).

         -¿Qué pasa Joe? – me sorprendió verlo así, como si nada. Era muy diferente a como lo había visto hace rato mientras que hablaba solo.

Me senté en la silla que estaba a su lado y agarré un pedazo de melón de su plato.

         -Están pasando todos los resultados de los partidos de ayer. ¡Deberíamos ir al estadio del Inter de Milán antes de irnos!

         -Pero Joe, ¡tenemos que ir a ver…! – me quedé callada. Por alguna razón, me quise olvidar de mi boda con Iker. Estaba con Joe en este momento, y no quería desperdiciarlo.

         -Ah, es cierto. ¡Los vestidos de novia! Hoy en la noche tenemos que regresar a Roma.

YA BASTA JULIET. Es hora que pases tú tiempo con tu mejor amigo.

         -¿Regresar? Pero si aun nos faltan los museos… además ¡Tienes razón! Hoy vamos a estadio, y sirve que vamos a todos los museos que alcancemos y mañana por la mañana nos regresamos a Roma.

         -Pero ¿Y los vestidos de novia?

         -Joe, ¡Por favor! Todavía tenemos unos días aquí en Italia, luego los veremos. Tenemos que aprovechar al máximo lo que tenemos a la mano. Además, no me casaré mañana, me casaré dentro de dos meses. Así que hay que olvidarnos de la boda, y termina de comer… iremos de vagos por los museo y templos de Milán.

         -¿También al estadio? – dijo con un peculiar brillo en sus ojos.

         -Claro, pero termina de comer rápido. Te arreglas, tomas el Porsche y nos largamos.

Les juro que en menos de media hora salimos del hotel a disfrutar un paseo dominical por todo Milán. Teníamos que recorrer tantos lugares en menos de un día. Así que nos pusimos las pilas.

Y por alguna razón, el querer hablar de la boda había desaparecido. Lo único que me importaba es que ahora tenía que ponerle atención al campo verde del estadio Stadio Giuseppe Meazza, que tenía que admirar el arte gótico de la Catedral de Milán (Duomo di Milano), y demás. Era lo único que debería de impórtame. Y además, el estar con mi mejor amigo, que sin querer me había dicho entre sueños que tal vez estaba cometiendo un error.

(NICK)

Chicago

Domingo

10:30 a.m.

24 horas sin saber absolutamente de ella. Le había marcado a su celular y nada, lo había apagado. Mensajes en Facebook, Uff que sí no. Le hablé a mamá Izzie y nada.

Fui a buscarla a su departamento y el portero me dijo que no había llegado a dormir.

Todo esto me aniquilaba, porque gracias a mi estúpido impulso a besarla, ahora ella huía de mí.

Casi 10 años aguantándome estas ganas para que en un segundo, que finalmente pase lo que había pedido a gritos, ¿tenga que perderla? No, me niego rotundamente a que pase eso. Pero ahora no puedo hacer mucho, no sabía dónde estaba y tenía que dejarla pensar. Tiene que convérsese de que esto fue real, y que yo puedo darle algo real, y que ningún otro hombre puede amarla como yo.

(ALEX)

Me quedé dormida, más que dormida. Nana Paz ya no estaba ahí. Lo último que recuerdo es que ella me arrulló con la canción que nos cantaba a Juliet y a mí cuando éramos niñas.

Cuando desperté encontré una nota a lado mío… la abrí.

Cuando despiertes, búscame porque tenemos que hablar. – Papá Bob.

¡DEMONIOS! Nana ya había hablado con él. ¿Ahora que le iba a decir? Me preguntará la razón de mi llanto, o si ya sabe algo… ¡Aaah!

Después de haberme puesto ropa que me había dejado en el sillón de mi habitación, fui hacia la cocina para poder comer algo, y ahí encontré a mamá, que me recibió con un abrazo. Uno que tanto necesitaba.

         -Nana me dijo que habías llegado en la madrugada, y me contó lo de Nick y tú.

Guardé silencio, me estaba sirviendo algo de cereal en un tazón.

         -¿Hay algo que tengas que decirme? –me preguntó sin dejarme de mirar, mientras yo trataba de evitar encontrar sus ojos.

         -Alexandra ¿Qué pasa? ¿Acaso dejaste de querer a Nick?

         -¿Cómo se te ocurre preguntarme eso? ¡CLARO QUE NO! Pero…

         -¿No me digas que es por Edgar?

Se me cayó la cuchara.

         -¡Lo sabia! – exclamó como si hubiera resuelto un acertijo de algún juego de mesa.

         -¡Mamá! ¿Qué quieres que te diga? Ambos son hombres increíbles; pero Nick siempre me ha tratado como amiga. ¿Cómo ahora simplemente me besa?

         -Tal vez el también ha estado enamorado de ti.

         -¡Qué casualidad que lo hace precisamente después de que salgo con Edgar! – escupí irónica.

         “Los hombres somos estúpidos ¿sabes?” la voz grave de Papá Bob se escuchó en la cocina, haciendo que las que estábamos ahí, nos volviéramos a la entrada de la misma.

         -Izzie, ¿podrías prestarme a Alex un momento?

         -Claro Sr. Robert. – y con la mirada, mi madre me dijo que siguiera a Papá.

Fuimos a dar hasta su despacho. Él se sentó detrás de aquel gran escritorio, y me invitó a tomar asiento.

         -Quiero que me cuentes absolutamente todo. – me dijo en tono serio, pero dulce.

         -Supongo que ya sabes lo suficiente. Nick me besó, después de que yo saliera con Edgar. ¡Fin de la historia!

-Será mejor que en esta semana no vayas a la empresa.

-¿Qué? ¿Por qué? - rápidamente reclamé ante tal tontería. - Tengo trabajo que hacer que no puedo dejar por un lado. ¿Crees que no podré con esto? ¿Pues por quien me tomas?

-Mi Alex ¡Sé quién eres! Sé que tú eres una de mis mejores trabajadoras. Qué me has ayudado a levantar la empresa de mi padre como una de mis líderes sin ni siquiera ser de mi sangre. Pero por tu bien, y el de la empresa, quiero que esta semana no vayas a trabajar. Toma un descanso, ve de vacaciones a donde quieras, camina en la arena, ve de compras... Quiero que aclares tus ideas.

-Pero Papá... ¿Y mis pendientes?

-Llévate la laptop para que hagas tu trabajo si quieres, al cabo no es mucho. Son solo cotizaciones y papeleo.

En este momento odiaba que me diera solución para todo. Pero si lo vemos por el punto profesional, yo no estaría al 100% en el trabajo, teniendo frente a mí la oficina de Nick.

Y así que en contra de mi voluntad, quedaba "de vacaciones".

Mañana no me presentaría a trabajar y quién sabe dónde demonios me iría. Eso también Papá me lo solucionó, aumentando mis ingresos con un cheque de considerable denominación.

(EDGAR)

España.

Domingo 9 de la mañana.

¿Qué les puedo decir? Alex es la mujer más interesante que había encontrado JAMÁS. Siempre sonriente y llena de buen humor, y que detrás de eso, hay un carácter imponente que te deja rendido a sus pies.

Lo que sí puedo decir es que Nick no me convencía para nada de que solo era “amigo” de Alex. Parecía que él estaba interesado en ella, así que por esa misma razón le pedí a Don Robert que me permitiera trabajar en las oficinas de “Luca & Cía.” cuando estaba en Chicago.

Tenía que alejarlo de alguna manera de ella. La verdad, lo único que lo veo como competencia, es porque lleva conociéndola más tiempo que yo, pero hasta ahí. Sé que Alex muere por mí, aunque se haga la difícil para llevarla a la cama. Pero no es imposible de que ella sea mía.

Caminaba por Alcalá en camino al GYM en domingo. La noche anterior había decido ir dormir y no tener nada de sexo con alguna de mis “amigas”, y la verdad, eso era raro en mi. Y a decir verdad, después del rechazo de Alex el viernes por la noche en Chicago, me hiso sentir extraño. Jamás alguna chica me había dicho “No” ante el sexo. Era algo nuevo para mí que una mujer bella me rechazara.

Mientras hacia mi rutina, recordaba como Alex y yo habíamos tenido una conversación sobre ello, y bueno, he de decir que durante, hubo cosas bastante interesantes que se pueden recalcar.

FLASHBACK

Estábamos en el restaurant de comida italiana cenando. Había excelente ambiente, buen vino, una comida suculenta. Alex hablaba sobre su vida, yo la escuchaba con atención, tratando de aprender todo para poder saber qué clase de estrategia podía implementar para poder meterme en su mundo y por lo tanto, al mundo “Luca”.

         -¿De modo de que Robert te pago tu educación?

         -Si, y la verdad, se lo agradezco de todo corazón. Gracias a él, he podido salir adelante. Por eso ahora hago todo lo posible para que “Luca & Cía.” siga siendo la casa de publicidad #1 del mercado. ¿Tú sabes a lo que me refiero?

         -Si, lo sé – le di un trago a la copa de vino tinto que tenía en mi mano – tienes que ser agradecida con la persona que ha estado incondicionalmente contigo.

         -¡Exacto! No puedo ser una ingrata.

         -No no creo que lo seas. Además, la compañía ha crecido bastante a lo que sé gracias a Juliet y a ti. – pasé mi mano sobre la mesa, hasta encontrarme con sus dedos, y los apreté suavemente. Ella me miró fijamente a los ojos de manera especial, como si quisiera decirme algo. Rápidamente ella quitó la mano.

         -¿Qué pasa? – Pregunté - ¿acaso está mal que te tome de la mano?

Se sonrojó de manera linda.

         -Es que… bueno… no debemos…

         -¿Por qué? ¿Por ética? No me digas. – sonreí. - ¿Si sabes que me gustas verdad?

Ella quedó paralizada al escuchar lo que le estaba diciendo. Pero ella siguió comiendo su espagueti, como si yo no hubiera dicho nada.

Íbamos en mi coche en silencio, el único sonido que se escuchaba, era el del estéreo que estaba a volumen medio.

La llevé hasta su departamento, un bello y lujoso departamento. ¡Vaya! Robert Luca tenia a sus “princesas” en donde ellas merecían.

Le ayudé a bajar y subí con el fin de acompañarla hasta la puerta de su departamento.

         -La pasé muy bien Ed. ¡Muchas gracias!

         -¡No hay de que! Y a decir verdad, ha pasado mucho tiempo de que no me divertía así.

         -Si, la verdad, yo tampoco… - un silencio nos rodeó, hasta que ella volvió a hablar.

         -¡Qué tengas buen viaje!

         -¡Muchas gracias! Te mando un mensaje cuando llegue a Madrid ¿te parece?

         -Claro… para no quedarme con el pendiente.

Y me dio un beso en la mejilla acompañado con un cálido abrazo, lleno de inocencia y sin morbo.

Ella abrió la puerta del departamento con el fin de deshacerse de mí, pero no le fue tan fácil.

La abracé por la espalda y le dio un beso en el cuello, haciendo que se estremeciera de pies a cabeza. Sabía que si era cuidadoso, podría obtener lo que yo quería.

Atacar su cuello era una delicia, pero cuando finalmente la volteé hacia mí y pude hacer lo mismo con sus bellos labios, la aferré a mi cuerpo con mis manos rodeando su cintura y arqueándola de tal manera que no pudiera escapar. Creí que tenia la batalla ganada. Hasta que de repente, ella ve empujó y se zafó de mí.

-¿Qué te pasa Edgar?

-¿Qué no es obvio? ¡Quiero pasar esta noche contigo! - le dije con el propósito de volverla a abrazar, pero ella se negó.

-¡Claro que no! ¿Crees que por el hecho que te gusto tendré sexo casual contigo? ¿Por quién crees que me tomas?

Ese comentario me agarró desprevenido. ¿Por qué me estaba rechazado? Pero tuve que actuar rápido, no quería que por esto me dejara de hablar, y por lo tanto, arruinaría parte del negocio.

-Disculpa Alex ¡No que te quería hacerte sentir así! No quiero que creas que solo es sexo. De verdad, me gustas y quiero estar contigo.

-¡A penas nos hemos conocido unos pocos meses!

-Lo sé, pero no puedo esconder lo que siento.

Se quedó recargada en la pared pensativa, mientras yo trataba de planear el siguiente movimiento.

-Será mejor que te vayas Ed, no quiero problemas contigo.

Me quedé atónito, porque creí que me dejaría quedar, pero no.

-¿Segura que quieres que me vaya?

-¡No quiero que me lo tomes a mal! - se pasó frente a mí, y me acarició la mejilla de manera suave - Pero no estoy lista para esto ¿Me entiendes, verdad?

-Está bien "mi flor". No forzaré algo que tu no quieras - Esperen.... ¿YO HABLANDO ASÍ? - pasará cuando tú quieras.

FIN DEL FLASHBACK

Después de despedirnos con un simple beso, subí a mi coche atónito después de lo que había pasado. Era la primera vez que una mujer me bateaba de esa manera. ¡Definitivamente Alex Franco no era tan fácil como yo creía!

Tendré que trabajar duro, esto no será nada sencillo.

(JOE)

Lunes

12 p.m.

Este fin de semana había sido uno de los mejores de mi vida. Había comprado ropa increíble, había entrado a unos de los estadios más importantes de Italia, recorrí museos y conocí la historia de una bella cuidad como lo es Milán. Pero ¿saben que fue lo mejor de todo?

Nada de vestidos de novia, nada de preocupaciones bodas o empresas. Y lo más colosal de todo, fue que no escuché para nada de Iker Ortiz. DEFINITIVAMENTE, LO MEJOR DE MILÁN.

Ahora regresábamos más que atascados de bolsas a Roma, bueno eso le había dicho a Juliet, ¿verdad?

Ella se quedó dormida como siempre, con la idea que nos iríamos a Roma, pero la realidad era otra. Iríamos a otro lado, aunque sea solo un día, ya que teníamos que aunque sea, tomarnos una foto en un lugar que obviamente no debe de faltar en nuestro repertorio.

         -¡PISA! – esa fue la reacción de ella cuando el capitán del jet anunció que habíamos llegado al “Aeroporto Galileo Galilei”.

         -¿Qué? Tenemos que también conocer ¿no crees?

Esta vez sí pedimos un taxi, para que nos llevara a “Torre pendente di Pisa” para que nos tomáramos fotografías como locos.

Aquella tarde fue especial, y más cuando terminamos en la “Pizzeria Trattoria La Buca” que está a menos de una calle de la torre.

         -¡Nunca deja de sorprenderme Jonas! – me dijo mientras observaba las fotografías en la cámara mientras esperábamos nuestra pizza sentados en la mesa observando el atardecer y el contraste que la Torre Inclinada hacia ante la puesta de sol.

         -No podíamos perdérnoslo. No todos los días se puede venir a Italia. – le dije mientras me perdía en sus ojos.

Una bella sonrisa iluminó su rostro.

         -¿Te digo algo? ¡Quisiera tener una casa aquí en Italia! Seria genial ¿no crees? Para poder venir cuando se nos pegue la gana y no pagar hoteles.

         -La verdad si… tal vez en algún futuro, cuando… bueno, ya sabes. – y me tragué las palabras.

         -¡No empieces! No quiero hablar de eso. – me dijo algo molesta.

         -¿Acaso te estás arrepintiendo? – no quise sonar esperanzado.

         -¡Claro que no! Pero quiero pasar agusto lo que me queda de soltería. Y qué mejor que con mi mejor amigo.

La pizza llegó, y acompañado de una botella de vino tempranillo tinto italiano.

         -Estoy tomando más alcohol que nunca ¿sabes? – dijo mientras le servía en su copa.

         -No te preocupes. ¡Nana Paz no se enterará!

 

La tarde era fantástica. Una buena vista, un ambiente increíble, una deliciosa pizza, un buen vino… y lo mejor de todo. Mi July a mi lado, y pretendía que así seria… ¡Claro! Aun no he sacado ese propósito de mi mente… ELLA NO SE CASARÁ, sin antes que yo haya hecho mi lucha. Al cabo que aún me quedan dos meses para convérsela ¿verdad?

Hasta aquí chicas….

Y sabemos perfectamente que esos dos meses para la boda es solo una mentira, ya que si, Iker plañera casarse con ella, pero dentro de 2 semanas. ¿Qué pasará? ¿Cómo lo tomaran nuestros protagonistas?

NO SE PIERDAN EL PROXIMO CAPITULO DE SU NOVELA “CHECK YES JULIET”

COMENTEN CHICAS… RECUERDEN QUE DE ESO VIVO.

Gracias tripulación… TODAS SOMOS #ArenitaCrew