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Los Jonas viven dentro de ti.

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sábado, 11 de febrero de 2012

Love You Out Loud (Cap 4)

Love You Out Loud (Cap 4)

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La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas. – Aristóteles.
Escondido.

(KEVIN)

Tuve una inmensa necesidad de abrazarla y estrujarla hasta más no poder, y no me contuve.
Era como si un pedazo de mí se haya quedado con ella y de repente, al tenerla entre mis brazos, se uniera de manera increíble e inesperada.

Nos invitaron a pasar y sentarnos en la sala, como había sido la primera vez. Dina nos recibió con besos y abrazos.
nos vio, casi se desmaya, ya que no podía creer que “sus niños” habían crecido de tal manera.

            -¡No lo puedo creer! Aun recuerdo cuando ustedes corrían por todo el corredor y yo tenía que ponerlos en paz – decía abrazándonos y tomando nuestras mejillas, apretándolas con cariño. Después no dejó una enorme jarra de limonada, “tal como los viejos tiempos” era lo que decía.

Estábamos en la sala platicando de todo. El éxito de la banda, los negocios y de que han pasado mucho tiempo desde que nos vimos.

Joe y Diana eran los que llamaban más la atención por la forma de expresarse. Eran los graciosos del momento, y por lo tanto, los más compatibles. Frankie estaba siendo consentido por ella ya que le encantaba tener un niño pequeño a quien darle atenciones.

-Kevin ¿Ya tienes novia? - esa fue una bomba muy directa de parte de tía Emilia. Yo me volví de forma drástica encontrándome con la mirada de toda la familia Montgomery.
-Si tía. Tengo novia. Se llama Elizabeth Russo.
-Es buena niña, y de una familia increíble llena de principios y moral - decía Papá sonriente.
-Es una chiquilla arrogante con déficit de atención - interrumpió mi hermano y no sé porque, pero Diana estalló en carcajadas. Después me miró y creo que notó que ese comentario no me había parecido gracioso.
-¡Joe, no seas grosero! –reprendió para después mirarme directamente a los ojos. – Perdón Kev no fue con intención de reírme - y un rubor adorable apareció en sus mejillas que me hiso olvidar el gesto de burla. Aunque debo de admitir que no me había molestado que ella se riera. Al contrario, era música para mis odios.


Esperamos un rato por que según esto, Bill llegaría de la universidad y comería con nosotros, pero tuvo un pequeño incidente gracias a uno de sus profesores que decidió hacer una junta “obligatoria” para los que se iban a graduar por excelencia académica. Y si faltaba, era como casi decir “adiós titulo”.

No pasó mucho tiempo, cuando ya estábamos en la mesa dispuestos a comer los manjares que habían preparado. Chilli con Carne y tortillas de maíz, la receta de la tía Emilia. ¿De quién más?

            -No he probado mejor Chilli con carne mas bueno que el de usted – decía Nick con los labios llenos de salsa.
            -Si por mí fuera, lamería el plato – decía Joe con su tercera porción.
            -¡Ni se te ocurra Joseph! – dijo Di mirándolo y fingiendo cara de asco.

(DIANA)

Platicábamos de todo. Las primeras dificultades de la banda, estar en Hollywood Records, proyectos con Disney, la gira, la vida de famoso, las personas que conocieron… de todo estuvimos platicando durante la comida. Era extraño escuchar todo esto de viva voz, ya que algunas cosas ya las sabia, pero por los mismos medios o porque ellos me lo contaban pero por correos electrónicos. Joe era el que más hablaba y Nick lo secundaba, cosa que me parecía extraña por que Kev siempre ha sido el mas parlanchín de los hermanos.
Es obvio que no le diría algo aquí ante todos, pero como que lo notaba serio, y eso de verdad, era para preocuparse.

Llegó la hora del postre. Hoy en la mañana me había levantado con mucho ánimo e hice pastel de limón. Pero hice jurar a Dina que no diría que yo lo había preparado.

            -¡Esto esta exquisito! – dijo Frankie comiéndose gustoso el pastel.
            -Lo mismo digo. De verdad Emilia, no pierdes la sazón.
            -En realidad, yo no preparé el postre – abrió la boca mi madre, mientras yo la miraba suplicante que no dijera nada – lo preparó Diana. – me sentenció.
Todos los invitados me miraron sorprendidos, mientras yo decía en mis adentros que era un excelente momento para que a la tierra le diera hambre y me comiera.

            -¿Lo hiciste? – preguntó Kev. Por fin se animó a hablar. Sentí que los colores se me subieron al rostro. Simplemente asentí con la cabeza.
Me miró estupefacto, ya que a lo que todos sabían, a mi no me gustaba cocinar, pero por alguna razón de un tiempo para acá, me ha gustado mucho el asunto de aprender a cocinar, e hice el pastel como la abuela (mamá de mi padre) lo hacía.

(KEVIN)

El tiempo llegó que los adultos (por así decirlo) charlaran a solas. Sam y Di nos llevaron a las caballerizas en la Jeep Wrangler de él.
Pasamos por aquellos bellos paisajes en donde crecí, donde cabalgaba a lado de Bill y decíamos tonterías.

            -¡Que amargado! – decía Joe mientras platicábamos sobre él.
            -¿Qué querías? Tenía que ir a esa dichosa junta, y hasta mañana llegara al rancho. No todo en la vida es pura fiesta Joseph – decía Di algo divertida, ya que las muecas de Joe la hacían reír mucho. (Joe, Di y yo íbamos en el asiento trasero, ella en medio de nosotros)
            -Es bueno que Bill este estudiando la universidad. Será genial cuando se gradué y pueda manejar la granja, el rancho y todo lo demás. – decía Nick que iba en el asiento del copiloto a lado de su camarada.
La única chica entre nosotros guardo silencio, parecía que aquello de administrar las tierras y todo lo que poseían, le hacía sentir mal. Claro, su padre era el mejor dueño de aquellas bellas tierras fértiles, y de cierta manera, sentía melancolía por que su padre ya no podía hacer aquellas labores.

Es obvio que noté aquella inmensa tristeza de Diana. Me sentía impotente el no poder hacer algo con tal de hacerla sentir mejor. Era obvio que todo seria en vano ya que se le había arrebatado a una de las personas que más quería en la vida.

Llegamos a las caballerizas, rápidamente bajamos de la camioneta, excepto ella que se quedó mirando como si estuviera en otro mundo.
Todos lo notaron, pero a base de señas, les pedí que nos dejaran a solas. Creo que como el mayor (en estos momentos) tenía que brindarle el apoyo emocional.

(KEVIN)

            -“El mejor caballo no siempre es el más grande” – esas eran las palabras que tenía en mi mente. Era la frase de papá cada vez que alguien pretendía quitarle el poder de producción en Cameron. Siempre estratega, siempre alerta. Papá parecía que iba un paso adelante, haciendo que los demás al verse acorralados por la osadía de mi padre, huían como perros sin dueño.

            -¿Estás bien nena? – la voz de Kev interrumpió mis pensamientos. Me di cuenta que estábamos solamente él y yo. ¿En qué momento nos quedamos solos?
            -Si… es solo… - aquí vamos, empiezo a tartamudear.
            -Si, supongo que estabas pesando en el tío William.
            -Sé que es estúpido que aun me sienta después de que casi ha pasado un año – ahora comienzo a enojarme conmigo misma - ¡Soy tan idiota!
            -¡Claro que no! Lo extrañas, eso no tiene nada de malo.
            -Mis hermanos no están igual que yo. Ellos ya lo han superado y yo aun sigo llorando su muerte ¿te parece normal? – pude sentir que estaba a punto de estallar en lagrimas.
            -¿Superarlo? Por favor Diana, también era su padre. Es obvio que les duele, pero procuran esconderse dentro de su coraza para no darte más preocupaciones. Di por favor, sé que apenas llegué, pero sé que estas mal por la muerte de tu padre, pero te puedo asegurar que no descansa en paz porque tú sigues llorando de tal manera que te flagelas.

DAMN! No lo había visto de ese modo. Si, sabía que papá estaría triste por verme así, pero eso de “descansar en paz” jamás lo pensé.
            -Mírame Diana – y puso sus dedos en mi mentón, obligándome a verlo a los ojos - ¿Crees que esto es bueno para ti? ¡Por favor Di! ¡Es hora que dejes de lastimarte! Hazlo por tu mamá, por tus hermanos… por mí.
OMFG! ¿Me estaba suplicando que me dejara de flagelar? ¿Por él? ¿POR QUÉ?

No dejaba de mirarlo a los ojos. Veía una preocupación genuina de su parte, haciéndome sentir de verdad especial y de tal manera que me dio a entender que a pesar del tiempo que estuvimos separados, aun le importaba.

(KEVIN)

Era como si estuviera mirándole el alma. Me sentía tan impotente al verla llorar, es como si me estuvieran arrancando la vida misma. Sus bellos ojos ahora me miraban de manera extraña, como si me pidiera una explicación del por qué le estaba diciendo todas estas cosas.

            -¡Vamos! – se escuchó un grito al interior de la caballeriza, haciendo que saliéramos del shock de 10 segundos.
            -Será mejor que vayamos, o si no, Joe matara de un susto a las yeguas.
Se levantó del asiento pretendiendo bajar de la camioneta, así que le ayudé como buen caballero a bajar.
            -¡Muchas gracias señor! – dijo pretendiendo sonreír.
            -Es un placer señorita.
Y con un brazo rodeando su hombro, entramos a dicho lugar donde ya estaban ensillando a los caballos para salir a campo abierto.

Estábamos rodeados de hermosos sementales. Preciosos, como siempre ha sido. Montgomery Farm siempre ha tenido hermosos “pura sangre” que atraen a cabalgar. Todos los empleados saludaban de manera cortes mientras nos dirigíamos hasta el final de aquella caballeriza.

            -¡Ya vienen a hacer de las suyas! – exclamó Stamper al ver que habíamos llegado. Estaba cepillando el pelaje a un hermoso caballo en color camel.
            -¿En qué te basas John? – dijo Joe haciéndose el gracioso,
Como ya mencioné, había caballos ensillados, así que era más que obvio lo que veníamos a hacer.

Diana me soltó y se acercó al capataz aprovechando que todos tomaban un caballo. Me percaté de ello, porque también noté la preocupación en su rostro.

            -¿Cómo esta "Fly"? – preguntó.
            -Esta bien mi niña. Esperemos que en menos de unas semanas, dé a luz a su potrillo.
            -Me refiero que si sigue deprimida. – dijo mirando a la yegua que estaba recostada encima de un montón de paja.

Ya no pude escuchar más, ya que Joe comenzó a gritarme que escogiera un caballo. Pero sabía que algo le preocupaba, y era obvio que quería averiguar que era.

(DIANA)

Salimos al campo abierto. Yo iba montada en “Sally” la yegua de mamá. Fly era mi yegua, pero ahora que esperaba a su bebé no quería sacarla a correr, y mucho menos en su estado.

Me encanta correr a todo lo que da en un caballo. Me sentía tan bien sentir el aire en mi rostro, el rocío vespertino, todo eso me llenaba de alegría y me hacía sentir viva por un instante.

Podía ver que mis amigos y mi hermano disfrutaban el momento conmigo encima de sus respectivos caballos. Ellos no podían correr al igual que yo, por que no tenían la misma experiencia en equitación.
Cuando me di cuenta, estaba alejada de ellos y terminé en el lago. Sally tenía sed, así que decidí dejarla descansar. Bajé del caballo y me senté por un segundo. Ante mi estaba aquel olmo que siempre nos sirvió de escondite cuando éramos niños. Ya que albergaba una bella casa del árbol que mi padre y el tío Paul nos ayudaron a construir.
Estaba a punto de llorar, pero se evitó gracias a que escuché que se acercaban los caballos con los chicos.

            -¿Entonces qué Nicholas? – decía Joe con altanería.
            -¡Acabas de sentenciarte! – y por alguna causa, ellos dos y mi hermano comenzaron a quitarse las camisas y los calcetines quedando solo en pantalón y short y se lanzaron al lago aventándose.

            -Se nota que aun no maduran – Kev no los imitó, y se sentó a mi lado mirando a estos tres idiotas que juagan como cuando éramos niños.

            -¿Qué es lo que tiene Fly para que este deprimida? – le preguntó. Lo miré a los ojos, para después mirar hacia el horizonte y suspirar.
            -Lo que pasa es que hace unos días, su podríamos decir “pareja” murió arrollado por un tractor. Alguien no ató bien la soga y este caballo, como era muy inquieto se fue de donde estaba… creo que te imaginaras.
            -¡Eso es horrible! – Dijo asustado por la historia tan horrible – y Fly está esperando un potrillo de…
            -¡Se llamaba “Dick”! – Lo interrumpí – era el caballo de papá.
            -Lo lamento Di – me dijo tomando mi mano en señal de apoyo. Pero de recuerda lo que hablamos. No quiero que estés triste.

Estábamos en silencio mientras ellos se la pasaban tonteando, los caballos pastaban y el tiempo pasaba. De repente, sin querer, la mirada se fue directamente hacia su mano izquierda. Si claro, aun traía aquel anillo de castidad que el tío Paul le dio cuando era un adolescente, pero eso no fue lo que llamó mi atención.


(KEVIN)

Sentí como tomo mi mano después de un silencio prolongado. ¡Dios, me sentí tan bien! Pero no fue para lo que yo pensaba, más bien sostuvo mi muñeca y la observo.

            -¿Aún la tienes? – preguntó con inocencia. Claro, la pulsera que ella puso en mi bolsillo aquel triste día.
            -¿Creías que me desasearía de algo tan especial? – le dije sin hacer algún esfuerzo por eliminar el contacto.
            -Te juro que creí que te había caído o que no habías notado que la traías en el pantalón. Es que aquel día te la puse en el bolsillo, pero no pude meterla bien. Supuse que ya era historia.
            -No. Siempre ha estado conmigo desde aquel inolvidable día. - ¡DEMONIOS! ¡ABRÍ LA BOCA DE MÁS! Y claro, ahora me mira confundida después de aquel comentario estúpido de mi parte.

            -¡TU VEN PARA ACA! – llegó Joe y la tomó en brazos cargándola, haciéndola gritar. Claro, ya estaba tardando para intentar tirarla al agua. Y por primera vez en mi vida, agradecí que Joe se hubiera presentado en este momento.

Al día siguiente

Amanece con un olor en particular. Parece que alguien ya está cortando el pasto por que a eso huele. Miro mi reloj, ya eran las 8:00 de la mañana. Parecía que había detenido el tiempo o había demasiada tranquilidad. No había ni un ruido en aquella habitación. Se notaba que estábamos en el campo, donde no hay ruidos más que el de los pájaros cantar en el árbol que al pie de la ventana.

Los colores cálidos de aquel lugar me hacían sentir tan bien que les juro que ni me quería levantar porque en realidad estaba muy a gusto tumbado en la cama. Era la misma habitación que yo había ocupado hasta hace 8 años atrás. Ya no había juguetes como solía haber, ahora todo estaba en su lugar y nada de desorden.
Después de un rato, me quité el pijama y me puse ropa para poder bajar a desayunar


Bajé y vi a todos de mi familia y a mi tía Emilia, excepto a Sam y a Diana
            -¡Es obvio que fueron a la escuela! – dijo Joe al ver la interrogante en mis ojos. Claro, ¿Cómo olvidar que ellos tienen una vida normal?

Mientras esperaba que fueran las 3 de la tarde para que ella saliera de la escuela, me dediqué a explorar la casa. Mis padres, Nick y Frankie se fueron con la tía Emilia al centro para comprar algunas cosas, mientras Joe y yo nos quedamos en la casa. Él la computadora y yo vagando.

Desde el jardín, hasta el ático. Me encantaba reencontrarme con aquel lugar que tanto marcó mi vida. Cada rincón tenia historia, alguna travesura, algún momento triste, un buen refrigerio tomado sin permiso…

Caminaba por aquel enorme pasillo lleno de fotografías de la familia Montgomery, y entre ellas había una foto de nosotros. Como decía papá, “Tenemos un gran privilegio de que nos consideren de la familia”.
Llegué a donde había una foto de todos nosotros. Mis padres y mis tíos estaban sentados en sillas, mientras nosotros estábamos de parados rodeándolos. Y lo más gracioso, fue que Joe y Diana estaban juntos y este la tomó en sus brazos, dando el toque gracioso a la fotografía.

Y cuando menos me lo esperaba, estaba ante la puerta que muchas veces toqué para que me invitaran­­­ a pasar al interior.

No pude aguantar las ganas de entrar de nuevo a aquella habitación. Era muy diferente a lo que recuerdo. Hace unos años había rosa por doquier, ahora era en diferentes tonalidades de morado. Ya no había juguetes, ni el “puesto de vigilancia” que tenia ella para jugar. Habían sido remplazados por libreros que estaban llenos de libros de pasta dura. Un escritorio con una computadora. La casita de muñecas aun estaba, pero todo estaba en su lugar, era obvio que no había sido tocada para jugar durante mucho tiempo. La ventana tenía una magnifica vista hacia el campo verde y fresco. Había cojines para sentarse cómodamente a leer o simplemente mirar el paisaje.

Pero lo que me llamo muchísimo la atención, fue un rincón específico de aquella habitación. Estaba algo que creí que jamás volvería a ver. Estaba la guitarra que yo le deje a Diana el día que me fui.
En automático, la mirada se fue directamente a mi mano izquierda. Subí la manga de mi saco y vi la tira negra que tenia colocada alrededor de mi muñeca. ¿Ustedes creen que me iba a quitar? Por alguna razón, no quería hacerlo, siempre, desde que dejé este lugar, la he llevado conmigo. Ha sido mi amuleto de la buena suerte y no pretendo quitármelo jamás.

Después admiré las fotografías que estaban pegadas en aquel rincón. Era puros recortes de revistas, posters y artículos de la banda. Parecía que nos había dedicado un lugar especial en su cuarto.
Pero lo que más me gustó de esto, fue que tenía una cita escrita con su propia letra.
When we’re miles apart and, your feeling lost, All your hope is gone don’t forget to hold on…

Después de pasar un rato viendo aquellas fotos, reportajes y fotos de nosotros cuando éramos niños, salí de aquella habitación procurando no dejar evidencia de que había entrado. Sabía que no se molestaría, pero de todos modos, era invadir su privacidad. Iba bajando las escaleras, cuando escuché el sonido de motor, parecía que alguien había llegado.
Me asomé por la ventana y ya habían llegado Diana y Sam en la Jeep, pero noté algo raro. Ella en vez de bajarse, se pasó al asiento de conductor.

            -¿Puedes llevar mis cosas adentro? – dijo ella dándole la mochila.
            -¿Qué no piensas comer? – exclamó su hermano.
            -En un rato más. Quiero ir a ver la cosecha.

Encendió la camioneta y aceleró con rumbo desconocido, dejando a su hermano con la palabra en la boca. Algo no estaba bien.


(DIANA)

Sabía que mis invitados habían ido al centro, así que decidí hacer lo de todos los días.

Aceleré con el fin de llegar pronto a las caballerizas y poder salir a trotar con mi caballo.
Cuando llegué a la caballeriza me dirigí para ver a Fly. Comía y eso me daba gusto porque no me gustaba verla triste y sin comer nada, siendo que tenía una criatura dentro de sí misma.

            -¿Qué pasa Fly? – Dije acariciándola - ¿Cómo sigues mi niña? – Ella correspondía mi caricia con sonidos graciosos. – Tienes que ponerte bien, recuerda que tienes a un bebé en el vientre que tenemos que cuidar.
-Perdiste al amor de tu vida mientras yo perdí a mi mejor amigo en la vida.

Fly claro, ¿Cómo podría entender mis palabras? Pero por alguna razón me miraba fijamente, como si quisiera que le diera un abrazo.

(KEVIN)

No quedaban lejos las caballerizas, así que me fui corriendo hasta ellas. Cuando estaba a unos cuantos metros de llegar, vi que ella iba saliendo disparada encima de la yegua de tía Emilia.

-¿A dónde va? - pregunté cuando llegar a uno de los trabajadores que estaba ahí.
-Va a darle la vuelta a las cosechas como siempre Sr. Jonas.
-Hazme el favor de ensillarme un caballo - le pedí, y no me lo negó aunque pude notar una mirada de desconcierto.

Cuando estaba a punto de subir al caballo, John Stamper apareció en escena.
-Se puede saber ¿Qué pretendes? - preguntó en tono serio.
-Tengo que estar con ella, me necesita. - subí al caballo.
-Déjala sola muchacho. No es bueno que interrumpas su tiempo de duelo. Ella sufre por su padre y tenemos que dejar que se desahogue.
Eso lo sé John, pero no se vale que haga esto todos los días. Tengo que ayudarla, es mi… - me quedé ahí porque no supe que decir. No sabía que era de mi, si era mi amiga, mi hermana o…
-Pues ten cuidado – exclamó al ver que no podía articular palabras – Por que esa preocupación que tienes en los ojos, no es de hermanos - me quedé paralizado al escuchar sus palabras – Y lo que veas, no tienes que decirle nada ni a la Sra. Emilia, ni a sus hermanos, ni mucho menos a tu familia, si no, date por muerto, ya sabes que hiriente puede ser.

Después de ese consejo, salí disparado en su persecución. Conocía el rancho mejor de lo que recordaba así que pude llegar con facilidad a los campos.
Pero no dejaba de pensar en las palabras del capataz, pues me dejaron desconcertado. ¿Será eso? ¿Qué mi preocupación no era de hermanos? ¡BASTA KEVIN! ¿QUÉ PARTE DE “TIENES NOVIA” NO ENTIENDES?
 
Regresando a la realidad, me encontré con los bellos campos en plena cosecha.
Era como recordaba, trabajadores con sombreros considerablemente grandes estaban trabajando por todos lados. A pesar de ser un trabajo pesado, trabajaban de buen humor ya que sonreían.

-La patrona menor es muy linda ¿No crees? - alcancé a escuchar cuando pase a lado de unos de ellos. ¿Cómo no iba a ser hermosa? ¡Claro que lo es!

Y a lo lejos, pude que ella salió de la oficina de su padre y subió al caballo saliendo disparada hacia rumbo desconocido. ¡Era mi oportunidad!

(DIANA)

Y después de pasar por los rosales cortando 2 bellas rosas rojas, llegué como siempre, al lago pero a otro punto que era más lejano. Fui a parar ante una diminuta casita que había en el rancho, pero es que no era un espacio más en aquel rancho inmenso.

-¡Buen día papá! - exclamé cuando estuve frente a las cenizas de mi padre.

(KEVIN)

Me llevó hasta el punto más lejano del rancho, y de hecho, una sola vez he venido hasta acá, y fue mientras vivía aquí cuando era niño.
Vi que la yegua que ella traía, ya estaba pastando. Bajé del caballo y lo até a uno de los arboles. Caminé hacia aquella pequeña construcción que simulaba a una casa en color blanco. Ahí estaba ella, limpiando con un trapo. Tomó un florero y se dio media vuelta, notando mi presencia.

-¿Qué demonios? Kevin ¿Qué haces aquí?

Hasta aquí chicas. Como pueden ver, entre nuestros personajes aun sigue escondido el sentimiento, pero con el paso de la historia se darán cuenta de la verdad. Aunque de todos modos, las complicaciones no quedaran exentas. Así que no te lo pierdas. Apenas vamos en el capítulo 4 ¿quieres saber qué es lo sigue? No te pierdas el próximo.

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UN BESO A TOD@S.
GRACIAS TRIPULACIÓN. TODAS SOMOS #ARENITACREW


5 comentarios:

  1. aw!!! ame el cap
    que le dira diana a kev??
    ojala y se de cuenta que quiere a diana y mande a la elizabeth por un tubo :D

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  2. ay pero k bonito!! mi kev ya esta confundido!!! ahhhhh k ya deje a la novia fea k tiene y ande con diana jaja no ma en el capitulo 4 y yo ya quiero un final feliz jajaja aww pero k genial se me hace la relacion de joe con di =) me encanta!!!!

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  3. Amiga!!
    tan relindo que escribes y yo la desubicada que no me digno a escribirte niun comentario... mmm he tenido unas semanas recontra cansadoras.... funcionando con la mente a 1100% asi que generalmente veo y leo y zzzzzzzzzzzzzzzzz a dormir...
    hasta cuando te escucho en la radio me pasa lo mismo me duermo por lapsus... ya que tenemos un parde horas de diferencia. Hoy recien estoy en casita descansando entre comillas asi que más que decir... adoro a Kevin... y estan retierna esta historia...en las otras no me paso eso... esto es simple y sano amor!! asiq ue ojala no nos hagas suffrir... tanto ... bueno un poquito sino no valdria la pena cierto??
    asiq que sigue escribiendo harto
    te quiero!! <3

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  4. ♥.♥ muero de ternura!! me encanto la nove! morí imaginándolos tan pequeños! *.* amo tus ideas jajaj espero el proximo cap! =)

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  5. Owww! increible capitulo disculpame no habia tenido tiempo de comentar pero aqui Diana reportandose :D! como ya lo he dicho antes y no me canso de escribirte que tu novela es fantastica me encanta!!! no dudes en seguirla por favor espero con ansias el proximo capitulo y de nuevo Feliz Cumpleaños :D!!

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