Verano Diferente
El verano estaba aquí, no mas Universidad por un rato, pero eso significaba que el trabajo estaba más que presente.
Mamá estaba insistiendo que me llevara unos lentes, ya que el Sol estaba a todo lo que da. Claro, VERANO, ¡SABE!
Teresa: - Angie, hazme el favor de irte con mucho cuidado.
Angie: - Si Mami, no te preocupes. Además, ya sabes que puedo cuidarme sola
A pesar de lo que le dijera, obvio que jamás entendería. Tome mi uniforme, y me despedí con un beso de mi madre. Y salí a la cochera que le pertenecía al departamento, donde estaba mi modesto Jetta 2000. Fue lo más barato que pude conseguir, ya que no quería gastar dinero que apenas ganaba con mucho esfuerzo.
La beca que había recibido simplemente acaparaba los gastos durante el semestre de la escuela. Pero durante vacaciones, tenía que arreglármelas. Pero estaba bien. A pesar de esto, lo tenía todo. Mi madre sacrificó mucho al conseguir un departamento cerca de la universidad para poder estar en contacto conmigo aunque sea los fines de semana. University of Southern California es donde voy, y gracias a varios sacrificios, pude conseguir la beca para poder estudiar periodismo y literatura.
Tarde 30 minutos en llegar, algo bastante normal. Pero llegue a tiempo, y cheque a la hora precisa. Metí el coche a 6 cuadras de ahí, ya que la señora Parkin (una señora realmente adorable que me ayudo a conseguir el empleo) me hacia el favor de prestarme la cochera y evitar dejarlo en calle.
Al llegar al Starbucks:
Sunny: - Buenas tardes Angie (con mucho sarcasmo)
Sunny, mi mejor amiga desde que entre a la Universidad. Mi compañera de cuarto, y cómplice de mis errores. Conseguimos el trabajo en Starbucks desde el Spring break de este año.
Comenzamos a platicar, me contaba sobre su novio, Thomas, que era el chico perfecto, el hombre que siempre quiso.
Debo admitir que en el amor, no me ha ido muy bien que digamos. Las decepciones amorosas estuvieron a flor de piel desde la High School. Y estaba completamente segura que no existían los príncipes azules. PARA NADA
La jornada comenzó. Era tiempo de atender aquella gente rica que gastaba a lo idiota en joyas, y ropa carísima. Las chicas que me miraban con burla, como si ser trabajadora en el Starbucks era de lo peor. Pero, como saboreaban los frappes que les preparaba. ¡¡¡Idiotas!!!
Como a las 3 el lugar estaba vacío, así que comencé a limpiar mi zona de trabajo y de paso, bromear con Sunny. Esta se fue a la bodega, y yo me quede limpiando la parte de abajo del mostrador.
-Buenas tardes – escuche. Un chico llegó mientras limpiaba. Así que deje mi trapo en unos de los entrepaños para seguir limpiando después me levante para poder atender al cliente.
Angie: - Perdón. Buenas Tardes. ¿Qué desea ordenar?
Y cuando miré a los ojos a mi cliente, me quedé impactada. Debo admitir que desde que trabajaba ahí, llegaban clientes realmente atractivos. Chicos deportistas en autos preciosos. Pero el chico que tenía enfrente, era diferente. Tenía una cara que parecía tallada a mano, ojos pequeños color café, un cabello rizado color castaño y una boca delgada, pero muy besable, y unos brazos que parecían que te protegerían de todo. Pero obviamente me controlaría, ya que era mi cliente y obvio no le iba a decir lo que estaba pensado.
Me di cuenta que no me contestó mi pregunta, así que yo dije:
A: - Disculpa, ¿te encuentras bien?
Desconocido: - ¡Linda Tarde!..... – alcanzo a escupir
A: - ¿En qué te puedo ayudar?
Desc: - - Necesito un Iced Coffee Mocha y un frappé Caramel. Tamaño Venti.
Tome los vasos y comencé a escribir en ellos. Pero debo de admitir que mientras lo hacía, miraba a aquel chico que realmente y pensé en ese momento: ¿Qué demonios? ¡Claro que existen los Príncipes Azules! Ante mis ojos, estaba uno….
LES AGRADECERIA SUS COMENTARIOS Y RETWEETS…. ¡Vamos! Díganme que les parece :D
Mamá estaba insistiendo que me llevara unos lentes, ya que el Sol estaba a todo lo que da. Claro, VERANO, ¡SABE!
Teresa: - Angie, hazme el favor de irte con mucho cuidado.
Angie: - Si Mami, no te preocupes. Además, ya sabes que puedo cuidarme sola
A pesar de lo que le dijera, obvio que jamás entendería. Tome mi uniforme, y me despedí con un beso de mi madre. Y salí a la cochera que le pertenecía al departamento, donde estaba mi modesto Jetta 2000. Fue lo más barato que pude conseguir, ya que no quería gastar dinero que apenas ganaba con mucho esfuerzo.
La beca que había recibido simplemente acaparaba los gastos durante el semestre de la escuela. Pero durante vacaciones, tenía que arreglármelas. Pero estaba bien. A pesar de esto, lo tenía todo. Mi madre sacrificó mucho al conseguir un departamento cerca de la universidad para poder estar en contacto conmigo aunque sea los fines de semana. University of Southern California es donde voy, y gracias a varios sacrificios, pude conseguir la beca para poder estudiar periodismo y literatura.
Tarde 30 minutos en llegar, algo bastante normal. Pero llegue a tiempo, y cheque a la hora precisa. Metí el coche a 6 cuadras de ahí, ya que la señora Parkin (una señora realmente adorable que me ayudo a conseguir el empleo) me hacia el favor de prestarme la cochera y evitar dejarlo en calle.
Al llegar al Starbucks:
Sunny: - Buenas tardes Angie (con mucho sarcasmo)
Sunny, mi mejor amiga desde que entre a la Universidad. Mi compañera de cuarto, y cómplice de mis errores. Conseguimos el trabajo en Starbucks desde el Spring break de este año.
Comenzamos a platicar, me contaba sobre su novio, Thomas, que era el chico perfecto, el hombre que siempre quiso.
Debo admitir que en el amor, no me ha ido muy bien que digamos. Las decepciones amorosas estuvieron a flor de piel desde la High School. Y estaba completamente segura que no existían los príncipes azules. PARA NADA
La jornada comenzó. Era tiempo de atender aquella gente rica que gastaba a lo idiota en joyas, y ropa carísima. Las chicas que me miraban con burla, como si ser trabajadora en el Starbucks era de lo peor. Pero, como saboreaban los frappes que les preparaba. ¡¡¡Idiotas!!!
Como a las 3 el lugar estaba vacío, así que comencé a limpiar mi zona de trabajo y de paso, bromear con Sunny. Esta se fue a la bodega, y yo me quede limpiando la parte de abajo del mostrador.
-Buenas tardes – escuche. Un chico llegó mientras limpiaba. Así que deje mi trapo en unos de los entrepaños para seguir limpiando después me levante para poder atender al cliente.
Angie: - Perdón. Buenas Tardes. ¿Qué desea ordenar?
Y cuando miré a los ojos a mi cliente, me quedé impactada. Debo admitir que desde que trabajaba ahí, llegaban clientes realmente atractivos. Chicos deportistas en autos preciosos. Pero el chico que tenía enfrente, era diferente. Tenía una cara que parecía tallada a mano, ojos pequeños color café, un cabello rizado color castaño y una boca delgada, pero muy besable, y unos brazos que parecían que te protegerían de todo. Pero obviamente me controlaría, ya que era mi cliente y obvio no le iba a decir lo que estaba pensado.
Me di cuenta que no me contestó mi pregunta, así que yo dije:
A: - Disculpa, ¿te encuentras bien?
Desconocido: - ¡Linda Tarde!..... – alcanzo a escupir
A: - ¿En qué te puedo ayudar?
Desc: - - Necesito un Iced Coffee Mocha y un frappé Caramel. Tamaño Venti.
Tome los vasos y comencé a escribir en ellos. Pero debo de admitir que mientras lo hacía, miraba a aquel chico que realmente y pensé en ese momento: ¿Qué demonios? ¡Claro que existen los Príncipes Azules! Ante mis ojos, estaba uno….
LES AGRADECERIA SUS COMENTARIOS Y RETWEETS…. ¡Vamos! Díganme que les parece :D
sta tan geniial tu nove qe imaginacion tienes:)
ResponderEliminarowww me gusta como describes a nick x3
ResponderEliminarde:milagros x3