Check Yes Juliet (Cap 3)

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¿Qué es lo que te lleva a decir la verdad? La situación misma. Ya que te hace reflexionar y darte cuenta de que esas cosas que no les tomabas importancia, son más de lo que puedes imaginar.

De Los Recuerdos A La Realidad

#Imagina

(NICK)

         -¡NO QUIERO QUE VAYAN SOLAS! – Estaba en total desacuerdo.

         -Hijo, ¡Tu eres el más apto para ayudarme mientras mis pequeñas se van a cerrar el negocio en Madrid!

-Me halaga Sr- Luca, y como siempre, es un honor trabajar a su lado. Pero ¡son mis amigas! Y odiaría que les pasara algo malo. – y no le mentía. Desde que Juliet me presentó a su padre, y este me permitió trabajar para él, me había sentido con un privilegio increíble. Robert Luca era una leyenda en la publicidad, y su padre, Elliot Luca (abuelo de Juliet) fue el primero que comenzó esta gran compañía. PERO VOLVAMOS A MIS AMIGAS.

-Por eso no te preocupes. Habrá personas que estarán al pendiente de la seguridad de ellas.

        

Esas palabras me tranquilaron mucho. Odiaría que a mi hermana Juliet le pasara algo. Y a mi Alex, mi amiga, mi confidente… y porque no decirlo… EL AMOR DE MI VIDA. O.o ¡DAMN! ¡HABLÉ DE MÁS!

Está bien, se los diré.

A un principio, me había gustado mucho Juliet, por el carácter imponente que tenia, pero debo de admitir que se volvió en la hermana que siempre anhele tener. Y están de acuerdo que no se puede tener una relación amorosa con tu hermana. ¡ESO ES ENFERMO!

Pero el día que me di cuenta que Alexandra Franco era en realidad la mujer que amaba casi no me la creía.

FLASHBACK

Humboldt Park, expedición de investigación.

         -¡Eres de lo peor Nicholas! – decía mientras se limpiaba el lodo que teníamos en los tenis gracias a se me había ocurrido estacionarme en un lugar demasiado fangoso, cuando llegamos a Humboldt para la clase de Investigación Metodológica, estábamos al final del primer semestre.

         -¡Ya te pedí disculpas en todos los idiomas posibles! – sabía que no estaba enojada, pero hacia unos gestos tan graciosos que me mataban de risa.

         -¡No seas exagerada Alexandra! Es solo un poco de lodo. – July me defendía.

         -¡UN POCO DE LODO! Se me llenó todo, por poco entra al calcetín.

Debo de admitir que entre más se enojaba, se veía más graciosa, así que sin querer, las carcajadas se me salieron, haciendo que se pusiera aun más roja de lo que estaba.

         -¡DATE POR MUERTO! – dejo de lado sus tenis y en calcetines comenzó a perseguirme por el pasto.

Era divertido cuando alguna de ellas se perseguía después de que yo le hacia alguna maldad, pero por alguna extraña razón, disfrutaba más que Alex me persiguiera. Y debo decir que no lo había notado hasta aquel día.

Se subió en mi espalda haciendo que me cayera y comenzó a patearme tal costal de papas pero de manera leve, hasta que la jale de una pierna haciendo que callera sobre mí.

Parecíamos un par de adolescentes jugando de esa manera. (Dah, éramos universitarios).

De repente, la mire detenidamente a los ojos. Jamás me había dedicado a mirar la profundidad de sus bellos ojos color canela. Casi me pierdo en ellos, mi corazón comenzó a latir como loco. Y en ese instante, ella se puso de pie, pero no porque ella quisiera, si no que un ruido no muy lejos de nosotros se escuchó.

         -¡JULIET, NICK!

Me sacó de mi trance, ya que sostenía algo en sus brazos. Ambos corrimos hacia ella, y vimos lo que abrazaba. Era un cachorro golden retriever que estaba lastimado de su patita.

-¡Esta Herido! - decía Alex desesperada - ¡Tenemos que llevarlo a una veterinaria!

-Pero tenemos que ir a clase. Recuerda que vale 10 la investigación. - les decía a ambas chicas frente a mí que no dejaban de mirar con lastima al pobre can.

-Pero no podemos dejarlo aquí. ¡Puede lastimarse aun más!

-¿Qué hacemos? No podemos perder calificación, pero tampoco podemos dejarlo solo - de verdad que me mortificaban las dos cosas, pero de repente el pobre cachorro comenzó a aullar de desesperación.

-¡Quédense ustedes! Yo me voy - Alex alzó la voz.

-¿Y los puntos? - pregunte.

-¡NO ME IMPORTAN LOS MALDITOS PUNTOS! – exclamó llena de tristeza. Eso hiso que me quedara paralizado de pies a cabeza – ¡No me quedaré agusto sabiendo que este pequeño sufre!

         -Quédate Nick. Me iré con Alex – July se iría con ella, pero yo no pude reaccionar rápido, ya que las palabras de Alex me retumbaban como 1000 bombas atómicas juntas. ¿CÓMO ERA POSIBLE QUE LE IMPORTARA MÁS LA SALUD DE UN CACHORRO QUE SU PROPIA CALIFICACIÓN? De Juliet si la creía, pero ¿DE ALEX? Era porque jamás habíamos estado en una situación como esta.

Si de por sí, estaba anonadado por haberla tenido tan cerca, ahora con su actitud altruista y humana me había atrapado del todo.

Cuando desperté del shock, Alex y July ya se habían alejado de mí a paso rápido. Caminaban hasta el arroyo vehicular en búsqueda de un taxi.

No estaba lejos del coche, así que rápido, importándome un bledo meterle lodo al tapete, me subí a él para alcanzarla. ¿Para qué? Obvio, para llevarlas.

         -¿Qué demonios te pasa Nick? Perderás tus puntos – me reclamaba July cuando me les puse a la par de la banqueta.

         -¡LARGATE A CLASE! – ordenó Alex al verme ante ellas.

         -¡SUBANSE O HAGO QUE SE SUBAN! – respondí enojado al ver que desistían a subir al coche. Mis amigas se miraron mutuamente y finalmente subieron. Alex iba en el asiento del copiloto, mientras July en el asiento trasero tratando de vendar la pata de nuestro amigo canino.

         -¿ACASO ESTAS LOCO? TENDRÁS MENOS CALIFICACIÓN POR NUESTRA CULPA.

-¡YA BASTA! - grité harto de tanto reclamo - ¡SON MIS AMIGAS Y NI CREAN QUE LAS DEJARIA SOLAS! Estamos en el mismo barco y si ustedes se hunden, nos hundimos juntos.

Les juro que jamás creí que le alzaría la voz a una mujer, y mucho menos a mis nuevas amigas.

Ellas se quedaron en total silencio durante todo el trayecto, mientras yo seguía con mi mirada fija en el camino.

Llegamos al centro de Chicago, a una veterinaria y nos quedamos ahí hasta que nos entregaron al pobre perrito.

-¡Estás loco! - escuché a Alex que estaba sentada a mi lado.

-¿Quieres empezar otra discusión? - alcé la ceja.

-¡Jamás había conocido un chico que arriesgara su calificación por unas chicas! - ahora si quería darle un buen golpe en la cabeza.

-No son solo "chicas". Son mis amigas. Las quiero, y estaré cuidándolas hasta que dejemos de ser amigos.

Puso su mano sobre mi mejilla y limpió una gota de sudor.

-¡Eres el mejor amigo que jamás hayamos tenido! - me dio un beso en la mejilla que les juro que estaba a punto de voltearme para que nuestros labios se encontraran, pero en ese instante July salió con el perrito con su pata ya curada.

-¡Saluden al pequeño con su patita curada!

En seguida nos pusimos de pie para poder ver a nuestro amiguito que ya no se quejaba de dolor.

-Deberíamos quedárnoslo. - exclamé rápidamente - le diré a mamá que si lo permite tener en la casa.

-¿Y cómo le pondremos? - preguntó July.

-¿Qué te parece si Alex le pone el nombre? Ella lo encontró.

        

Después de un episodio de adorable rubor, finalmente dijo.

-¿Qué les parece si le ponemos Elvis?

-¿Elvis? - dijimos al unísono.

-¡Pues es el artista que tenemos en común los 3! Elvis Costello.

-¡Es más de ustedes 2! A ustedes los matan con Costello. A mí con The Beatles.

Alex y yo nos miramos de manera tímida pero tenía toda la razón. A amos nos encantaba Elvis Costello, y de hecho, nos gustaban muchas cosas en común.

-¡Esta bien! Elvis será.

-¡Yo quiero ser la tía! - brincó July.

-¿Y nosotros que vamos a hacer? - reclamo Alex.

-Ustedes será su papá y su mamá. - casi la golpeo.

Y debo de admitir que después de ese episodio de altruismo, me enamoré de Alex Franco. Pero ella jamás me ha hecho caso. Desde la universidad ha salido con distintos chicos. Ha tenido varios novios y yo también he salido con varias chicas. Pero nadie como ella. Solo que hay un pequeño problema.

Como no sé que siente por mí, no he tenido el valor civil para decirle que la quiero y mucho.

NO QUISIERA PERDER A UNA DE MIS MEJORES AMIGAS. Prefiero mil veces estar cerca de ella, a no volverle hablar y llegar a hacer 2 extraños al futuro. Quiero estar con ella hasta que el oxigeno no quepa en mis pulmones. Simplemente me niego a perderla.

Fin del Flashback

Les juro que jamás me había separado de ellas. Alguna vez, Alex o July ya se habían ido de viaje, pero por separado y no al mismo tiempo. Así no la resentía tanto, pero ahora se irían las 2.

¡MALDITA SEA! COMO LAS QUIERO.

Amor de hermanos y amor… ¡YA! O.o

        

(JOE)

Nick se quedaría cubriéndolas en la agencia. No había mucho trabajo que digamos, pero quería acompañarlas. No le gustaba que sus mejores amigas estuvieran solas del otro lado del océano. Y mucho menos a mí, odiaba el pensar que se irían solas. Pero ya me había dicho que el Sr. Luca había contratado seguridad para que ellas estuvieran bien. Eso era lo que más nos importaba.

Chicago O'hare International Airport

- Cuando lleguen, por favor, comuníquense- le decía el señor Luca a las chicas.

- Si padre - contestaron ambas abrazándolo a la par.

Kevin y su familia también venia acompañándonos a Nick y a mí.

Pero podía notar que a mi hermano menor querían salirse las lágrimas, y más cuando abrazó a Alex. A mí no me engañaba. Mi hermanito sentía algo más que amistad. Y no lo culpaba, Alex era hermosa y de carácter. Pero era una chica dulce y llena de determinación.

Podía notar que el Sr. Luca aun me miraba con cierto recelo, ya que como saben, no le gustaba que Juliet y yo fuéramos tan cercanos, pero algo si les puedo decir. Hasta que ella no me aparte de su camino, yo seguiré aquí para ella. Es mi mejor amiga y como ella jamás me ha dejado solo, yo menos.

- Tías. Yo quiero ir con ustedes - lloraba la pequeña Grace, haciendo que me saliera de mis pensamientos. Para rápido, July la tomó en sus brazos.

- Haber señorita. No llores, solo serás unos días. Te prometo que te vamos a escribir y nos veremos en menos de lo que puedes imaginar.

- ¿Me lo prometen?

- ¡Claro princesa! - respondió Alex - además, te traeremos regalitos de Madrid.

Mi sobrinita sonrió y dejó de sollozar.

"PASAJEROS DEL VUELO 651 CON DESTINO A MADRID, PASAR A SALA DE ABORDAJE"

- Ya es mejor que se vayan. - exclamé.

El Sr. Luca les dio la bendición a sus "hijas" y la abrazó fuertemente.

July se despidió de Dany y del bebé que estaba en su vientre.

-¡Mas te vale que nos esperes jovencito! - le hablaba - ¡quiero ser una de las primeras en verte! - le besó el vientre. - Te amo.

Debía de admitir que era de unas de las cosas que se me hacia curioso de ella. Jamás se guardaba ciertos sentimientos. Y cuando digo ciertos es que a veces, July es difícil de leer. Ella dice que ha desarrollado su “poker face” (rostro que carece de emoción. Esa es la expresión que se debe de dar al momento de jugar un partido de póker)

- ¿Sabías que eres una "te amo" cualquiera? – añadí de manera sarcástica cuando estuve frente a ella.

- Yo no tengo la culpa que no se los digas a las personas que te importan.

-Eso no es cierto.

-¿Alguna vez se lo has dicho a tus padres? – touché 

-No soy tan bueno como tú. – ella sonrió al ver que me había vencido de manera limpia.

Después de la despedida del señor Luca, de Kev y su familia, Nick y yo tomamos sus maletas con ruedas y las acompañamos hasta la entrada de la sala de abordaje.

- Tengan mucho cuidado - dijo preocupado Nick. Alex le acarició la mejilla.

- Tranquilo "preocupón" estaremos bien. - y le dio un beso en la mejilla causando una extraña expresión en el rostro de mi hermano dejándome en shock.

- Nos vemos muchachos. - dijo July dándole un beso y abrazo a Nick. A continuación, se acercó a mi - ¿puedo darle un abrazo al ser más agrio de todo Chicago?

- Créeme, no a cualquiera abrazo - sonreí y nos dimos un fuerte abrazo que jamás nos habíamos dado. - mas te vale que regreses viva.

- No te prometo nada - sonrió. Después de que Alex también se despidiera de mi, ambas pasaron a sala de abordaje para subir al avión.

Pero antes de perderse de vista, ambas se volvieron hacia nosotros, alzaron sus manos para despedirse. Les correspondimos y sin más, desaparecieron.

- Creo que este tiempo será bastante largo sin ellas - exclamó con desgana.

- ¿De qué hablas? Solo serán unas semanas.

- Ya verás Joe, se te harán eternas.

No sabía el por qué de las palabras de mi hermano menor, pero tenía la esperanza de que no fuera así.

(JULIET)

Aeropuerto De Barajas, España.

Después de un vuelo de casi 8 horas.

- Espero que nuestras clases de español surtan efecto - Alex exclamó preocupada.

- Un reto que me encantará tener - respondí con autosuficiencia.

Fuimos a recoger el equipaje, vi que venía mi maleta por el carril. En el momento que me disponía a tomarla, alguien chocó conmigo, haciendo que perdiera el equilibrio, pero rápidamente la persona que me empujó, evitó que cayera al suelo, tomándome de la cintura.  

- Perdón - rápidamente una voz masculina me dijo en español. Alcé la mirada y vi a lo que jamás había visto en mi vida. - Srita... - ¿por qué demonios se quedó sin habla? Hasta que escupió - ammm, perdóneme. Pero es que quería recoger mi maleta.

- Es que esta es mi maleta - respondí con mi español con acento gracioso.

- Oh. Entonces, ambos tenemos maletas muy parecidas. - aquel hombre respondió en un inglés impecable y yo casi pierdo el sentido. Les juro que era uno de los hombres más hermosos  que había visto en mi vida.

Desvié la mirada y vi que efectivamente, la maleta era de él por que la de él tenía un escudo del equipo de soccer Real Madrid. De repente, por el carril venia otra. Él la tomó y me la entregó.

- Creo que esta es de usted.

- Muchas gracias - respondí casi sin aliento.

- Me llamó Iker, Iker Ortiz - estrechó su mano.

- Juliet Luca - le respondí. Estrechamos las manos, y me quedé como tonta perdida en sus ojos color canela. Hasta que reaccioné - aficionado al Real Madrid. ¡Nada perdido! Tiene una forma singular de jugar.

- Vaya. Creo que te gusta ver el futbol europeo.

- Algo. Me encanta ver jugar pero al Barcelona.

- Vaya que sí. A mi amiga le encantan los deportes y más el futbol europeo.  - interrumpió Alex que estaba detrás de mí y se presentó. - Alexandra Franco y disculpen que interrumpa, pero creo que ya llegaron por nosotras.

- Oh, claro. Perdón por hacerlas perder el tiempo.

- No, no te preocupes - respondí. – Bueno, será mejor que nos vay....

- Esperen - interrumpió Iker y se sonrojó - sé que será algo inapropiado, pero sería un honor que algún día me acompañara a tomar un café Juliet.

- Ammm, pues lo que pasa es que no venimos "de placer". Venimos de viaje de negocios desde Chicago.

- Lo entiendo, pero de verdad, me encantaría salir con usted antes de que regrese a su país. - insistió. - por lo menos, algún teléfono para poderlas localizar.

- Si quieres, aquí esta su tarjeta. - Alex le entregó una tarjeta de presentación que había hecho para este viaje. Contenía mi MSN y mi Facebook. DIOS, CASI ME MUERO DE VERGUENZA. - lo que pasa es que aun no contamos con celulares para estar aquí en España.

- Este bien, entiendo. Entonces, esto me servirá para poder localizarlas.

- Claro, en lo que conseguimos celular - Alex seguía metiendo su cuchara.

- Perfecto. Entonces... Mucho gusto Alex. Y mucho gusto Juliet.

- El gusto fue mío Iker - tomó mi mano y la besó con galantería que me deja sin respirar.

- Srita Luca, Srita Franco. ¡Bienvenidas a España! Soy Antonio Sandoval. Seré su chofer.

Se presentó, supongo que mi padre no quería que anduviéramos por España sin alguien que nos guiara.

Y mientras salía de mi shock.

- ¿Lo puedes creer? - dijo mientras cambiamos hacia la puerta a lado de Antonio - ¡ese Iker estaba divino!

- ¿Puedes callarte? Creo que hiciste más de la cuenta. Apenas llegamos, y ya comenzaste a quererme conseguir citas.

- Pero el te invitó a tomar un café, nada más. Además ¿acaso no se te hiso "hot"?

No respondí, pero a decir verdad, era un hombre exageradamente sexy. Alto, ojos color canela, barba cerrada y cuerpo perfecto. Tal vez, solo tal vez acepte ese dichoso café.

¿PERO QUE DEMONIOS? Vengo de negocios. No vengo en plan de “ligar”.

Pero ¿y si se dan las cosas?

¡Qué dilema!

(NARRADOR)

Las semanas comenzaron a pasar. Y las cosas para Joe no eran muy buenas que digamos. El querer remplazar a July para salir los domingos como acostumbran, no fue nada sencillo.

Primer domingo.

-¿Y si vamos a comprar un Starbucks? - decía Joe a la flamante rubia que lo acompañaba.

-Contiene muchas calorías. ¡Mejor vamos de compras! Algo al mall.

-¿Por qué te fijas en las calorías? - exclamó tratando de lidiar con ese comentario.

-¡Es una irresponsabilidad si no se hace!

Y se quedó boquiabierto al escuchar semejante estupidez.

Segundo Domingo

-¿Me podrías llevar a comprar una bebida energizarte? Tenemos fiesta dentro de 2 horas.

-¡Fue demasiada la bebida anoche!

-¿Acaso no lo disfrutaste? - pregunto la pelirroja de sexy cuerpo que ahora sufría de resaca.

-¿De qué hablas?

-Me tuviste ebria. ¿Acaso no fue un excelente sexo?

-Te quedaste dormida cuando estábamos apunto de hacerlo- contraatacó alzando la ceja.

Tercer domingo.

-¿Te gustó? - preguntaba la chica trigueña al darme a degustar un pudin de chocolate a Joe en su departamento.

-De verdad esta delicioso. ¡Eres excelente cocinera! Tal vez pongamos tu postre en el menú de "Gourmet Life" ¿Te parece? - murmuró en tono seductor, dándole un beso en los labios, pero de repente, comenzó a sentir demasiada comezón en todo el cuerpo, haciendo que corriera al baño a mirarse.

-¿Estás bien Joe?

-¿Qué le pusiste a pudin a parte de chocolate? - desesperado por la picazón en su cuerpo.

-¡Suplemento de azúcar, huevo, canela y nueces!

-¿NUECES? SOY ALERGICO A LAS NUECES.

-¡YO NO LO SABÍA! Me hubieras dicho.

-¡Oh claro! No soy de las personas que en la primera cita dice sus alergias.

-Tampoco soy de las chicas que en la primera cita tienen sexo y ¡ve lo que pasó! - la chica supo como atacarlo de manera que se quedara callado, sufriendo de dolor en todo el cuerpo.

No tuvo mucha comunicación con July durante esas semanas, y eso causaba que él estuviera de mal humor. Tanto que hasta llegó a faltar a sus labores diarias. Si, era el jefe, pero de cualquier manera, tenía obligaciones y por su humor tan malo, no quería ni salir de la cama. Decía no saber la razón, y cuando se dio cuenta, se sorprendió de tal manera que no pudo ocultarlo más.

En la casa de Sam

Joe estaba con los chicos del clan jugando básquetbol en la cancha que tenía Sam en su casa, estaba cometiendo bastantes errores y eso era increíble ya que él era excelente jugando.

Nick estaba presente y conocía bien a su hermano, pero este comportamiento era desconocido para él.

Fue cuando de repente Joe cometió "falta" sobre Mike, haciendo que este se lastimara la pierna.

- ¿QUÉ DEMONIOS TE PASA JOSEPH? - gritó sobándose la pierna que le había lastimado.

- Lo siento Mike - lo ayudó a levantarse - sigamos.

- NO - Ed interrumpió - No podemos jugar así ¿Qué demonios pasa Joe? Estas demasiado distraído.

- No sé... - comenzó a ponerse más nervioso de lo que estaba y balbuceaba.

- Creo que has regresado a la época de "quiero a mi mami" - se burlo Mike.

- No, espera - Sam lo miró directamente a los ojos - Nick, ven a ver esto - ambos se pusieron frente a Joe y se quedaron boquiabiertos.

- ¿Qué sucede? - preguntó su hermano.

Y sin salir de su asombro, le preguntó a su hermano:

- Joe ¿Acaso extrañas a alguien en particular?

No sabía que responder.

- Yo... No... No sé de qué me hablas.

Nick lo miró también a los ojos y no salía de su asombro.

- Joe, ¡estás en depresión!

El silencio los envolvió, pero fue interrumpido por una carcajada. Era de Ed con mucha burla, pero al ver que sus amigos no se reían, cerró la boca.

- Dilo bro. Somos tus amigos - animo Sam acercándose a él y poniéndole la mano en el hombro.

Se sentaron en el pasto para que Joe escupiera lo que le estaba costando trabajo decir.

- Es que July, no he sabido nada concreto de ella. Nos mandamos correos una vez por semana y me estoy desesperando. No es lo mismo si ella no está conmigo.

Pero no pudo continuar, ya que salió corriendo hacia la casa con la excusa de que quería tomar un vaso de agua.

Nick para nada que se la tragó.

En la cocina tomando agua, Joe puso sus manos en la barra tratando de tranquilizarse. Odiaba ponerse de esa manera y lo peor, que no era la primera vez en este tiempo que le pasaba.

         -¿Me dirás lo que te pasa? – en ese instante entró Nick a la cocina.

         -¡No me pasa nada! – exclamó irritado.

         -¿Me crees imbécil? – le dijo en tono alterado al ver que Joe se negaba a hablar - ¡Algo te pasa y te esta afectando demasiado! Ya no eres el mismo.

         -¡Lo mismo digo Nicholas! ¡Desde que se fueron las chicas, no has sido el mismo!

         -No estamos hablando de mi – se defendió, tornándose rojo como un tomate.

         -¡Entonces no te importa! – exasperado.

         -Me importa porque eres mi hermano. Y no te dejare ir hasta que me digas que te pasa.

Nick cerró la puerta que daba al jardín y se recargó en ella, dando a entender que no había poder humano que lo quitara de ahí. Joe por lo tanto, decidió hablar.

         -¡Pues si quieres saber lo que me pasa, es que desde que se fueron, no estoy agusto! Me hace falta mi mejor amiga. Es con la única que puedo desahogarme.

         -Pero soy tu hermano. También puedes…

         -¿CREES QUE ES DIVERTIDO LO QUE ME PASA?  MI MEJOR AMIGA ESTA DEL OTRO LADO DEL OCEANO Y NO ESTA CONMIGO. LA EXTRAÑO. Y ¿SABES QUE ES LO PEOR? ES QUE CREO QUE ESTOY ENAMORADO DE ELLA.

Por fin Joe cayó en lo que estaba diciendo. Mientras su hermano menor lo miraba con toda la sorpresa del mundo.

         -¿TÚ? ¿ENAMORADO DE JULIET? ESTO ES… ¿es verdad?

Joe derrotado, se sentó en el suelo, recargado en la pared tapándose el rostro con las manos ante la mirada atónica de Nick.

El pobre ya no sabía que decir. Al parecer el que no había hablado era la razón. Era el mismo corazón. ¡JOE ESTABA ENAMORADO DE SU MEJOR AMIGA!

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