Memorias De Un Café (33º Parte) NickNovela

HEY CHICA, NO OLVIDES DARLE RT! RECOMIENDALA :)

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A veces, los vientos te pueden llevar a direcciones desconocidas, otras muy conocidas. Otras te llevan al pasado, mientras otros vientos te pueden llevar a ciertos lugares para poder labrar tu futuro.

Pero ¿Qué hacer cuando el pasado quiere volver a tu presente, sabiendo que estas en el lugar y en el momento indicado para poder tener un excelente futuro? ¿Lo arriesgas?

Destino

#Imagina

(ANGIE)

Bells se salió con la suya. Había hablado con Patrick para a todos nosotros nos dieran permiso de llegar más tarde al periódico y poder tocar en la escuela de ella, y claro, se encargó de ello.

No pudimos decir que no, las excusas desaparecieron, así que nos pusimos a ensayar en la sala durante las noches, después de que llegáramos del periódico. Pero tuvimos que dejar de hacerlo, ya que el miércoles y jueves, yo tendría compromiso.

Patrick tenía que ir a New Jersey por que habría un festival de periodismo y él requería mi presencia. Ya que era su asistente personal, debía de estar con él. En la escuela, no tuve problemas ya que él pidió el permiso por escrito de que faltara tales días.

Los maestros, sabiendo de mi trabajo y que jamás había faltado a clases, me lo otorgaron. Creo que también tuvo que ver que era hija de un catedrático xD.

El viernes, regresamos de N.J.

Fue un viaje solo de dos días, pero en esos dos días pasaron cosas que no creí posibles.

Flashback.

Mi padre enfermo, y tuve que ir a una farmacia que estaba en el centro de Trenton (Capital de New Jersey)

A: - ¿Cuánto es? – le pregunte a la chica que estaba en la caja.

“Angie” alguien nombró mi nombre. Me volví y pude ver que Danielle estaba a unos cuantos pasos de mí.

Ella se aproximó cuando se aseguró que era yo.

A: - ¡Danielle! – Y nos abrazamos - ¿cómo estás? ¿Qué haces aquí?

D: - Lo mismo pregunto ¿qué haces aquí?

En eso, recordé que nadie de la familia Jonas sabia de mi paradero. Así que no mencione para nada NY ni Columbia en nuestra conversación.

A: - Tuve que venía a N.J. por una investigación que tengo que hacer, ya sabes para la escuela.

D: - Pero ¿dónde estás estudiando? No sabes cómo te hemos extrañado. – Y agregó la frase “de ley” -  Nick está destrozado… - Ahí fue donde casi salgo corriendo, pero ella continuó – Angie, tienes que hablar con él. No sabes cómo ha sufrido desde que nos dejaste.

A: - Tengo que irme Danielle. Mi padre necesita con urgencia su medicina. – pero me detuvo antes de que me fuera.

D: - ¡Angie, por favor! – Me suplicó – ¡por lo menos, para saber donde estas! – pero sabía perfectamente que no le diría nada.

Así que anoto en un papel. Me lo entregó y era una dirección. – Esta es la dirección de la casa de mis padres. Me iré pasado mañana, para alcanzar a los chicos en Francia. Por favor, si tienes tiempo, ve a mi casa.

Teniendo el papel de la mano,  me despedí y salí de ahí en camino al hotel.

El jueves por la tarde, me armé de valor y decidí ir a su casa, pero ya le había comprado una tarjeta de cumpleaños para Kev.

En casa Deleasa

D: - ¡Sabia que recapacitarías! – dijo bajando las escaleras. Me abrazó, y antes de que emitiera alguna otra palabra, le entregué el sobre que contenía la tarjeta para Kev, ella la abrió, y buscaba alguna otra cosa.

D: - ¿No dejas aunque sea el lugar donde estas estudiando?

A: - Entiéndeme Dani. No es fácil para mí. No ha sido fácil olvidar lo que paso.

D: - PERO ANGIE, NICK TE NECESITA.  – Me reclamó - ¿SABES CUANTO A SUFRIDO?

A: - Yo también he sufrido muchísimo. – respiré profundamente. No quería tener una pelea con ella – Dale a Kev lo que le mando ¿Sí? Y si preguntan por mí, diles que estoy bien. Y que los quiero mucho… a to… todos.

Y antes de que pudiera decir alguna otra cosa, le di un beso rápido en la mejilla a Dani y como yo estaba prácticamente en la puerta de la casa, salí corriendo por el camino de piedra que daba hacia la calle.

“REGRESA Podía oír a mis espaldas. Pero no hice caso. Había llegado a su casa en taxi, y antes de entrar, le había pedido al chofer que me esperara. Y así lo hiso. Para cuando llegué a la banqueta, el taxi estaba frente a mí, y subí. Le pedí que acelerara, y fue, dejando atrás la Casa Deleasa. Cuando volteé puede ver a Danielle que se quedó observando mi huida. Porque, si tenía que admitirlo, ESTABA HUYENDO.

Fin de Flashback.

Si, fácil, podría irme con ella a Francia y hablar con Nick, pero tenía muchas cosas que hacer. Tenía el compromiso con mi padre en el NYT, la beca en Columbia. No podía dejarlo así como así. Además, Nick tenía que estar concentrado en la gira, yo solo sería un estorbo.

(NICK)

D: - … después de eso, ella simplemente, salió corriendo y huyó del lugar.

No dejaba de mirar la tarjeta que Angie le había mandado a mi hermano. Ese detalle, digno de ella. A pesar de estar molesta conmigo, no dejaba de ser detallista con mi familia.

Recuerdo que a Frankie le mandó también un correo con una fotografía que ella misma había tomado. Diciéndole que le deseaba un cumpleaños increíble.

Esas veces eran la que me sacaba de quicio y me ponían a llorar.

A mí, no me había mandado nada para el día de mi cumpleaños. Sabía las razones, pero me molestaba que fuera tan orgullosa y terca.

Le había mandado infinidad de veces mensajes a pesar de que me había bloqueado en el facebook. Todos los días le escribía al correo que sabía que tenía. Pero nada. Nada de nada.

Cuando de repente, escuché que mi padre que estaba a punto de abrir la puerta.

K.Sr: - Hijo. Te hablan desde NY. De Geneva School of Manhattan. Miss Bree.

Rápidamente sequé las pocas lágrimas que me habían salido, salí de la habitación dejando a Dani y a Kev y le conteste.

B: - Nick, ¡Buenas tardes! Perdón, se que tiene asuntos pendientes que cumplir.

N: - No se preocupe. Apenas vamos hacia donde tendremos el concierto. ¿En qué puedo ayudarla?

B: - Lo que pasa es que acabo de regresar de del retiro que le había comentado. Ahora si podemos concretar la cita.

N: - El domingo ya estaré en NY. ¿Qué le parece si nos vemos el lunes al medio día para poder hablar de los temas que le envié por e-mail?

B: - Me parece estupendo Nick. Pero ¿no quiere descansar un poco? Yo creo que ha de venir muy cansado de la gira.

N: - No se preocupe por eso Miss Bree – le dije, agradeciendo su preocupación - La veo en su escuela el lunes al medio día.

Nos despedimos, y anoté ese compromiso en mi celular.

Quería hablar con ella acerca del “bullying” en contra de los niños que padecen diabetes. Así que queríamos charla del tema, ya que había sido algo por lo que desgraciadamente, me había pasado. Y ¿Por qué no comenzare por las escuelas? Ese proyecto me rondaba la cabeza, quería comenzarlo en NY, durante la semana que estaría de vacaciones. Saben perfectamente que no puedo estar quieto por mucho tiempo.

Sirve que también me distraigo, porque no quiero estar pegado al teléfono esperando que me llamen diciéndome donde estaba Angie. No sería lo sano. Mejor entretenerme con algo.

(NARRADOR)

Cuando Miss Bree cortó la comunicación con Nick, se volvió hacia su escritorio y miró a su colega que estaba sentada frente a ella.

B: - ¡Listo! El joven Jonas vendrá el lunes.

***: - Excelente. ¿Y la chica vendrá ese mismo día?

B: - Si. Todo ya está arreglado. Creo que tendremos un inicio de semana bastante entretenido.

Ambas personalidades rieron con mucha gracia. Esperando con ansias que llegara el lunes. (ALGO INESPERADO)

(NICK)

A punto de salir a escena

En un portarretratos, había puesto la fotografía que me había traído de su casa, y siempre, la ponía en mi mesa donde tenía todas mis cosas para prepararme antes de salir al escenario.

Ella encima de mi espalda, de fondo, la rueda de la fortuna de “Pacific Park” (Santa Monica), ambos sonriendo. La cuidaba tanto que parecía intacta, a pesar de que todos los días, antes de cada concierto, y antes de dormir, la tomaba y la veía por un buen rato.

(ANGIE)

Revisaba mi caja donde estaban guardados unos apuntes que necesitaba para la clase del día siguiente. Además, tenía que acomodar algunas cosas en mi maleta, porque el viernes, teníamos que regresar a L.A. porque el consejo quería avances de nuestra estancia en NY y en nuestros respectivos trabajos.

Puse cara - abajo dicha caja para poder sacar todo, se escuchó un estrepitoso golpe acompañado de ruido de cristal estrellándose contra el suelo.

Rápidamente volteé al suelo y pude ver un portarretratos destruido. Me puse en cuclillas para recoger los vidrios cuidadosamente, y al final, lo recogí. Lo puse frente a mí, y pude ver la fotografía que contenía. Si, efectivamente, era la foto que había tomado en Disney World con Nick dándonos un tierno beso. Las lágrimas no me perdonaron. Me dolía tanto ver aquella foto, por eso, en cuando llegué a NY y la vi entre mis pertenencias, la puse en aquella caja para no volverla a ver, pero creo que fue inútil.

“Angie, hijita” se escuchó la voz desde el segundo piso, cerca de las escaleras que subían a mi ático.

Rápidamente me sequé las lágrimas y me asomé.

A: - ¿Qué paso? – y pude ver a la Sra. Parkin al pie de la escalera, que obviamente no podía a subir por su edad. Si, la Sra. Parkin estaba aquí en NY.

Llegó precisamente el día que yo me iba yendo a N.J. me daba tanto gusto tenerla aquí. Derek mandó cambiar una de las habitaciones de las chicas, acomodando como literas, para poder poner otra cama y que la Sra. Parkin tuviera donde quedarse. Ella tenía donde llegar, tenia familiares ahí, pero entre todos la convencimos para que se quedara con nosotros. Le hicimos un “berrinche” con tal que se quedara, y acepto.

S.P: - Escuché que un vidrio se rompió. ¿Estás bien?

A: - Claro, solo acomodaba unas cosas y quebré sin querer un portarretratos, pero todo bien.

S.P: - Ok hija. ¡Ya baja! ¡La cena esta lista!

A: - Ammm ¡Claro! En unos minutos bajo, quiero recoger este pequeño desastre.

Pude ver como la señora Parkin bajaba las escaleras. No quería que me viera llorando. Y menos por la razón más estúpida del mundo.

Domingo

Madrid, España.

11:00 p.m.

(NICK)

Después de un concierto increíble, decidimos que ya era hora de irnos de Europa. Tendríamos un camino algo largo, así que podríamos descansar en el avión.

Recuerdo que había estado algo eufórico durante el concierto, tenía demasiada energía que parecía que no quería acabar.

Estaba animado ¿Por qué? No sé. Lo que si sabía es que tenía muchas ganas de llegar a NY.

Era noviembre, así que haría mucho frio, ya llevaba ropa nueva y abrigadora comprada en Italia y estrenarla en los aires fríos de NYC.

Cuando el avión iba despegando del Aeropuerto Madrid-Bajaras sentí una sensación placentera. Una emoción grande. Algo bueno iba a suceder, estaba seguro, pero lo mejor que me podría pasar en estos momentos, era ver a mi ángel conmigo. Era lo único que podría pedir. De repente, me quedé dormido, ya que retrocederíamos 6 horas, según los meridianos.

(ANGIE)

New York

5:00 p.m.

Apenas atardecía aquí en NY. Había pasado el día con los chicos ensayando, ya que mañana tendríamos nuestro pequeño concierto en la escuela de Bells.

La señora Parkin había salido durante estos días, pero iba a visitar a familiares y amigos que tenia aquí misma. Así que no la molestábamos con tanto ruido que hacíamos.

Las tareas las teníamos más que hechas, ya que mañana no tendríamos tiempo para hacerlas. Uff, de verdad, Bells nos había mentido en un lio bastante bueno. Bueno, más bien a mí, ya que antes del concierto, me tendría que presentar ante sus compañeritos del “kindergarden”. Claro, yo adoraba a los niños, pero no sabía si a ellos les agradaría mi charla.

P: - ¡Todo saldrá bien sister! – me decía mientras limpiaba con dedicación mi guitarra acústica, ya que la eléctrica estaba más que lista.

A: - ¿Por qué me dices eso? Sabemos que todo saldrá bien.

P: - Lo que pasa es que te veo algo ansiosa.

Si, estaba ansiosa, pero trataba de esconderlo, pero como siempre, siempre había alguien que lo notaba.

S: - No eres difícil de leer –exclamó Sunny que estaba sentada al lado de Tom (si, llegó Tom junto con la Sra. Parkin, así que imagínense como estaba Sunny de feliz)

T: - Amor, no la molestes. No es fácil tratar con un montón de niños pequeños. – dijo para tratar de entrar a la conversación.

A: - ¡Gracias Tom! Oficialmente, acabas de hacer que me “haga” en los pantalones – le dije sarcásticamente. Todos soltaron la carcajada.

Era lo que me hacía falta. Reírme. Ya que esta semana había sido una de las más pesadas que había tenido. Pero, a pesar de que estaba muriendo de nervios, sentía muchas ganas de que ya fuera lunes. Solo faltaban unas horas, pero estaba ansiosa.

Tocaron la puerta. Yo era la que mas estaba cerca de la puerta, así que fui a abrir.

De repente, ante mi puerta estaba uno de los chicos mas apuestos que había visto en mi vida.

Su nombre, Erick Sandler. Era mi compañero en la revista. Un chico que estaba en encargado en el “departamento de diseño periodístico”. Era un chico extremadamente apuesto y muy dulce.

Su cabello castaño y lacio y corto. Tez blanca, pero bronceada, unos ojos color azul muy intenso y mirada risueña, su cuerpo muy bien trabajado y atlético hasta los huesos. Tenía solo 24 años y ya era un experto en lo que es diseño.

Era muy amable y una excelente persona. Tenía estilo. Siempre lo había visto de traje sastre (corbata, pantalón y saco). Esta vez, venia de pantalón de mezclilla, una camisa gris con rayas verticales negras y unos “Vans” clásicos (blancos a cuadros negros) y su cabello algo despeinado, pero no por eso dejaba de perder un toque único.

Él fue uno de los que me empezó a ayudar cuando apenas había entrado a la revista. Pero la pregunta del millón: ¿Qué estaba haciendo aquí? En la puerta de mi casa.

E: - ¡Buenas tardes Angie! Espero no haber interrumpido algo. – me preguntó con una rectitud impecable, y casi haciéndome una reverencia.

A: - No, para nada. ¿Cómo estás? ¿Quieres pasar? – a decir verdad, el chico me ponía algo nerviosa. Siempre se había comportado de una manera extraordinaria y caballerosa.

E: - No, solo. Te traje algo. Espero y no te moleste.  - Y me dio una bolsa pequeña. Era del Starbucks, la abrí y venia unos brownies. Mis favoritos. – son para desearte suerte. Ya que mañana tocas.

Ese gesto era increíble. Los había comprado para mí ¡que dulce!

A: - ¡Muchas gracias Erick! Es muy gentil de tu parte.

Pude ver que el recién llegado estaba sonrojado y sus ojos parecían que sonreían con él. Una blanca sonrisa salió a relucir, tímida y encantadora.

E: - ¡Qué bueno que te gusto mi regalo!... ammm, oye, tengo que irme, aun tengo que terminar… ya sabes…

A: - ¡Ah! Claro, pues muchas gracias por… los brownies. – y le dedique una sonrisa. Pude ver que el chico se puso helado al hacer esta acción y me dedicó otra sonrisa, pero se vio algo bobo. Un bobo muy lindo *-*

E:- Ammm, bueno, te veo mañana por la tarde. Mucha suerte.

A: - Si, muchas gracias por todo.

Se dio la vuelta para subirse a su coche que estaba estacionado debajo de la banqueta su bello Mini-Cooper descapotable color negro.

Me quedé en la puerta, hasta que se alejó de ahí. ¿A poco no es adorable?

La Sra. Parkin había observado toda la escena, ya que había llegado en taxi y se quedo parada a pocos metros de nosotros.

S.P: - ¿Se puede saber que pasa aquí? – me preguntó.

A: - Es Erick. Me vino a traer unos brownies, y a desearme buena suerte por lo de mañana. – trate de explicarle, ya que su mirada se torno algo sobre protectora - Ya te había platicado de él.

Bajé para ayudarla a subir por las escaleras.

S.P: - ¡Qué lindo! – exclamo con ironía.

A: - No tiene nada de malo que me haya traído aun obsequio.

S.P: - No, claro que no tiene nada de malo – replico de mala gana.

Entramos a la casa y pude notar que estaba molesta. Parecía que no le agradaba que tuviera contacto con otros chicos, ya que aun estaba molesta porque me había ido tempestivamente de L.A. dejándole solamente a Nick un CD de audio y con el corazón destrozado. Bueno, según me dijo ella. Pero pretendí no hacerle caso. Ya que el daño estaba hecho, y la verdad, no quería volver a inquietar a Nick. Quería que fuera feliz y si había la posibilidad que yo también lo fuera, con otra persona ¿Por qué cerrarle las puertas al amor? Aunque tenía que admitirlo. A pesar de la distancia, de mi molestia, de mi orgullo, de mi necedad. Aun amaba profundamente a Nick…. Pero ¿QUÉ DEMONIOS? AL CARAJO. ¬¬

Lunes

New York Times Tower – sala de juntas

(PATRICK)

P: - ¿Entonces, que piensan? – dije cuando termine la presentación que había hecho para mostrarles aquel artículo que me traía como loco.

El  silencio se hiso presente en la sala de juntas, pero no era aterrador, sabía que todos estaban revisando detalles del documento que tenían en sus manos.

Jill Abramson[1], nuestra directora general, que estaba al final de la mesa, dejó el documento, se levantó de su asiento, y comenzó a pasear por la sala, ante todos nosotros.

Sabía que ella era exigente, y quería innovar. Yo estaba seguro que este artículo seria digno.

J: - Estas diciendo que tu hija, Angela escribió este articulo ¿solo siento alumna de 7º grado de la carrera de periodismo? – me pregunto con un toque de ironía.

P: - Jill, sé que es una niña en esto. Pero debes de admitir que este artículo es mucho mejor que las notas de Margaret – si, se lo dije, porque era la pura verdad. Hacia buen trabajo, pero parecía que quería hacerlo solo por hacerlo. No le ponía pasión ni entrega.

Jill la conocía, mi Angie casi se queda sin habla cuando trato con ella, pero como siempre, mantenía el control de manera espectacular. Debía saberlo, no quería parecer una tonta frente a nuestra jefa.

*** (Hombre):- La verdad, no estoy muy de acuerdo. Por favor, somos el New York Times. Solo trabajamos puros profesionales. No somos para andar regalando calificaciones a “novatos universitarios”

*** (Mujer): - Pero debes de admitir que este articulo esta a la altura del nombre del periódico.

Erick: - Tiene lo que nos hace falta. Innovación y pasión. Y esto – tomando el documento en sus manos – lo tiene. Sabía que ese muchacho estaba interesado en mi hija. Lo sabía, pero ahora lo que me importaba, era que me estaba apoyando.

Se empezó una discusión algo acalorada, ya que unos cuantos no estaban de acuerdo, aunque éramos mayoría los que estábamos a favor. Aunque, la que tenía la última palabra, era Jill.

J: - ¡SEÑORES! ¡BASTA! – exclamó ella con voz de trueno, haciendo que todos nos pusiéramos en paz. – Patrick – dirigiéndose a mi - ¿Dónde está Halle?

Tragué saliva. Mi hija llevaría tarde hoy,

P: - Pidió permiso para llegar tarde. Tenía un compromiso muy importante.

*** (Hombre): - ¡Que insolencia! ¡Y todavía faltara el fin de semana a trabajar!

Jill: - SILENCIO – volvió a exclamar. Gracias Jefa. Ya le iba a poner un buen puñetazo en la cara ¬¬’

Me pidió que tomara asiento, y dirigiéndose a todos los presentes.

J: - Damas y caballeros, lo someteremos a votación. Pero tu Patrick, no puedes votar ¿de acuerdo? - Accedí. No me quedaba de otra. Se hiso la votación. Eran 13 personas presentes, sin contarme (14 en total) y prosiguió – muy bien, entonces… quienes estén en contra de que se publiqué el artículo, levanten la mano.

Y solo 3 personas levantaron la mano.

Erick: - ¿A favor?

Y las 9 personas, rápidamente alzaron la mano, incluido él. Jill no la alzó.

P: - ¿Y tu Jill? ¿Qué decides? Tú tienes la última palabra.

Ella se quedó parada, tenía sus manos puestas en la mesa de vidrio.

J: - Isis… - era su asistente personal.

I: - Si señora Abramson – se acercó con mucho respeto.

J: - Llévate estos papeles a mi oficina. – entre ellos, el reportaje de Angie.

Isis los tomó y salió de la sala de juntas – Patrick, quiero darle la noticia a tu hija. Así que tu “pico de cera”

P: - ¿Eso quiere decir que…?

J: - Damas y caballeros, tenemos articulo para el siguiente numero de la revista.

Y la sala estalló en aplausos. OMG NO ME LA CREO. Mi pequeña Angie. LO LOGRÓ.

Le dediqué una sonrisa a mi jefa, y fue correspondida.

J: - No cabe duda que esa chica heredo tu talento Patrick. Tiene mucho futuro, y me encantaría que fuera aquí mismo.

Y salió de la sala, sonriendo, y yo, con las piernas temblorosas, me senté en mi sillón. Quería darle la noticia, pero ¿acaso tendría el valor para escuchar todas sus palabrotas? MEJOR QUE SE LO DIGA LA JEFA xD

Vi que iba saliendo Erick, pero rápidamente lo detuve.

P: - ¡Muchas gracias muchacho! No cabe duda que eres un caballero.

E: - Señor, solo quiero lo mejor para Angie. Y sé que esta es una gran oportunidad.

P: - Espero que mi hija considere darte una a ti. – y sus mejillas se tornaron rojas como un jitomate.

E: - Ammm… ehh… con permiso señor. – y salió prácticamente corriendo de la sala, dejándome con una sonrisa de satisfacción. Sabía que ese muchacho era honorable, trabajador y muy honesto. Creo que a mi Angie le conviene un chico como él.

(ANGIE)

11:00 a.m.

Salimos corriendo de clase. Eran las 11:00 a.m. y yo tenía que estar en la escuela de Bells a las 11:30, lo bueno que gracias al coche, y la escuela estaba cerca de Central Park, llegaría en seguida. No había mucho tráfico, gracias Dios, y eso era raro, ya que NY siempre es súper transitada.

Todos llegamos en “convoy” a la escuela. Nos estacionamos cerca de la puerta de acceso a la escuela. Bajé junto con todos los demás, y me dirigí hacia la dirección, donde la directora del colegio ya nos esperaba.

***: - Bienvenidos chicos. – dijo la señora, ya de 70 años, alzando las manos, como si quisiera abrazarnos a todos.

A: - Muchas gracias – le dije estrechando mi mano – mi nombre es…

***: - Claro que lo sé jovencita – exclamó con dulzura – Angie Halle, la hermana de Isabella Halle. Tu hermana estaba emocionadísima con este evento.  – Y dirigiéndose a mis amigos – ustedes son “The Mustangs”  - estrechó las manos con todos, y los menciono a todos por su nombre.

Después, nos dio instrucciones para poder acomodar todo en el auditorio. Para luego, todos los demás salieron, y yo me quedé con ella, ya que me acompañaría a la sección de “kindergarden”

Cuando íbamos caminando por los pasillos de la escuela, me sentía tan extraña, ya que solo veía aulas llenas de niños de diferentes edades.

***: - Los compañeros de Isabella están muy entusiasmados con la clase que les impartía hoy.

A: - Ni me lo diga Miss, o me pondré nerviosa.

***: - No, no lo haga. Los nervios a veces hacen que hagamos cosas sin pensar.

Eso lo que tenía más que presente.

Llegamos al salón. Lo noté por que las paredes de los salones que íbamos pasando, eran más coloridos que los demás. Los cantos y los gritos de niños pequeños eran más fuertes.

Nos detuvimos frente a una puerta de madera con vidrio. Pude ver a Bells que estaba muy entretenida coloreando una hoja de papel, junto con sus demás compañeros.  Miss estaba a punto de abrir la puerta, pero de repente.

A: - ¡ESPERE!

***: - ¿Qué pasa Angie? ¿Acaso se arrepintió?

A: - No, no es eso. Es que tengo que hacerle una pregunta, y espero no incomodarla – ella accedió y algo de rubor en mis mejillas, porque me daba pena la pregunta, se la hice –me ha tratado muy bien Miss, pero es que no recuerdo su nombre.

Soltó una carcajada divertida.

***: - No te preocupes. Suele pasar. Me llamo Kimble. Bree Kimble.

A: - Gracias Miss Kimble. Ahora sí, estoy lista.

Entró al salón, todos los niños se pusieron de pie al verla y la saludaron.

“BUENOS DIAS MISS BREE”

B: - Bueno niños. Ha venido, como la Srita Isabella nos había dicho, su hermana mayor. Pequeños, les presento a la futura egresada de Periodismo, la Srita Angela Halle.

Y después de ese gran anuncio, entre con paso vacilante al salón.

“BUENOS DIAS SRITA. HALLE”

A: - Buenos Días mis niños, buenos días miss Sánchez – dirigiéndome a su maestra. Que también me saludo respetuosamente.

B: - Espero que la traten con respeto mis niños. Angie... - dirigiéndose a mí – el salón es suyo.

Había hecho un pequeño discurso sobre mi carrera y lo que planeaba ser. Pero después pensé “si lo planeas, te saldrá peor” así que decidí improvisar.

(NICK)

Ya eran las 11:30 a.m. y ya tenía que irme hacia la escuela. Tenía la cita con Miss Bree en la escuela. Lo bueno que estábamos en el The Trump International Hotel & Tower y la escuela estaba a pocas manzanas de distancia. Así que, rápidamente, me aliste para ir a dicha cita, ya que no quería quedar mal con la directora que amablemente iba a asistirme.

“¿Listo hijo?” escuche la voz de mi padre que estaba al otro lado de la puerta.

N: - Si papá. ¿Ya tienen disponible algún coche? – le pregunte mientras abría la puerta.

K.Sr: - ¿No quieres que Big Rob te lleve?

N: - No papá. Me gustaría ir solo. Tengo ganas de manejar.

K.Sr: - Entonces, el coche ya está listo. Pedí que te mandaran una camioneta pequeña.

Me parecía perfecta. Era mejor un coche que no llamara la atención, ya que los medios no sabían dónde nos encontrábamos.

Después de despedirme de mi madre, y aventarle una almohada en la cara a Joe que aun no se levantaba xD salí hacia el lobby, a la salida principal donde ya la camioneta me esperaba. Era una Jeep Liberty reciente. Nada ostentosa a comparación de una Commander.

En el celular, tenía anotada la dirección y llegué en menos de 10 minutos. No había mucho tráfico.

 

Estacione la camioneta cerca de la entrada principal, donde al parecer, la secretaria ya me esperaba.

***:- ¡Buenos Días Señor Jonas! – me dijo con voz amable. Le correspondí el saludo, y me llevo hasta la oficina donde decía “Principal” en la puerta.

Esperé unos segundos, ya que la secretaria me anunció.

***: - Que pase. – se escuchó una voz grave pero a la vez, con un toque dulce.

Al entrar a la oficina, vi el reloj de pared que marcaba las 12:00 en punto.

“Joven Nick” dijo la señora que estaba precisamente colgado el teléfono, sentada en un sillón de cuero.

N: - "¡Buenos Días Miss Bree!”

La señora se paró de su asiento, estrechamos la mano y me invito a sentarme.

Después de ofrecerme algo para tomar y comer unas cuantas galletas, nuestra charla se torno a nuestro tema principal: El “bullying”

(ANGIE)

Todos los niños que estaban sentados en sus mesas de trabajo, se sentaron cuando Miss Sánchez se los ordenó.

M.S: - Muy bien Bella, es hora que des la pequeña introducción para que todos conozcamos a tu hermana, la Srita. Halle.

B: - Claro que si Miss. – y se pasó de pie. Podía ver que todos los niños veían a mi hermana con mucho respeto. Mientras la profesora se acercó a mí, ya que vio que me asombraba la manera que aquellos observaba a mi hermana.

M.S: - Debo decirle que su hermana es una de mis mejores alumnas. Es una líder nata.

Me dejo aun mas asombrada de lo que estaba. Ya frente a mí, me dio un beso en la mejilla y se puso frente a todos y comenzó a hablar con su voz de campanita.

B: - Amigos, quiero presentarles a mi hermana mayor. A mí, mi papi me dijo que existía desde que tengo memoria. Siempre me mostró fotografías y me enseñó a quererla, aunque ella estuviera lejos de mí. Ella viene de L.A. ella es muy trabajadora, honesta, tierna y una excelente persona y amiga. – las palabras de Bells me querían sacar las lagrimas, pero me detuve, ya que no quería llorar en frente de los pequeños. Y continuo – Compañeros, quiero presentarle a mi modelo a seguir, a mi heroína. La Futura mejor Periodista del Mundo y una excelente cantante, mi hermana Angie Halle.

Y todos aplaudieron con una bella sonrisa en sus caritas.

A: - Muchas Gracias Bella por la introducción, un poquito exagerada, pero es un gran halago para mí.

Le pedí  a la Miss permiso para que los niños se acomodaran en la alfombra y así poder verlos a todos. Y si, ella se los pidió y en menos de 2 minutos, los pequeños estaban sentados en el suelo. Miss Sánchez me había invitado a sentarme en una silla, pero decidí sentarme en el suelo, a la altura de todos los pequeños, que me habían recibido de manera muy grata. Bells se sentó prácticamente a lado de mí.

Y comencé a contarles algo de mi historia, de todo, (excepto que les conté lo del divorcio) y lo que era la Universidad.

Los hacia reír con las anécdotas que les contaba, haciendo que la exposición no fuera tediosa. Podía notar que todos estaban embobados escuchando mis palabras, uno que otro me hiso preguntas sobre mis estudios, incluso personales, y claro, con gusto, les respondí.

Uno de los pequeños, me hiso una pregunta que a un principio, no supe que contestar.

***: - Srita Angie. ¿Usted tiene novio?

Todos se echaron a reír, pero si, querían saber la respuesta.

A: - Si, tengo novio y se llama “Periodismo”

Todos se echaron a reír. Otro niñito de rizos al estilo “afro” expresó.

***: - Con todo respeto, pero es que se nos hace increíble que no tenga novio, ya que es una chica muy linda.

Me sonrojé. Me llevé las manos al rostro y todos se volvieron a reír.  De repente, Bells interrumpió.

B: - Mi hermana no necesita tener novio. Ella me tiene a mí, y a mi hermano Derek. – se escuchó algo posesiva – pero, sé que el día que lo tenga, será de un buen chico que tendrá que respetarla – y con el puño al aire exclamó – o tendrá que vérselas conmigo.

Y todos soltamos la carcajada.

Mi pequeña Bells me hacia recordar a una niña que era muy audaz, que siempre decía lo que pensaba y que no tenía miedo a nada. Si, Bells era muy parecida a mí.

(NICK)

1:15 p.m.

El tema del bullying en contra niños con Diabetes era bastante interesante, así que no me percate de que el tiempo pasara tan rápido.

De repente, dándole un sorbo a mi tercera taza de té caliente, la secretaria interrumpió la charla.

S: - Disculpen ya interrupción. Miss Bree. Ha llegado la hora.

Ella miró el reloj.

B: - ¡Oh! Es cierto. Perdón joven Jonas. ¡Denme un segundo!

N: -  ¡Claro! – exclamé.

 

A continuación, Miss Bree se aproximó al micrófono que estaba en su escritorio, lo prendió y hablo por el altavoz.

“Buenas tardes alumnos. Como todos saben, hoy tenemos evento en el Auditorio Central, así que, con mucho orden, pido a los profesores que lleven a sus respectivos grupos hacia el mismo para poder dar comienzo a nuestro evento musical. Gracias”

Después, se dirigió hacia mí.

B: - La hermana de una de las alumnas tocará para nosotros en el auditorio junto con su banda ¿le gustaría asistir? He oído muy buenas críticas de ellos.

N: - ¿De donde son? – le pregunté con algo de interés.

B: - Los chicos son estudiantes de Columbia. La vocalista vino para el proyecto de clase de su hermana de kindergarden.

Me trajo recuerdos. “The Mustangs” estudiantes de universidad con el fin de hacer música para los demás. Santa Monica, la arena, Angie… mi ángel.

B: - ¿Entonces qué dice? – interrumpió mis pensamientos.

N: - S...Si claro. ¿Por qué no?

B: - Excelente – la anciana sonrió con ganas –será mejor que vayamos al auditorio.

Así que me guió hasta que llegamos hasta el auditorio. Ya todos los alumnos estaban tomando asiento.

B: - Tendré que presentar a los chicos, así que usted permanezca aquí, para que no lo vean. Ya sabe, hay alumnas muy fanáticas de sus hermanos y de usted.

N: - Si, lo sé – estábamos en un lugar cercano a la puerta de salida, pero también cerca de la tarima donde se llevaría a cabo la presentación. De repente, pude sentir mi teléfono vibrar. Me disculpé, ya que no oía nada, y tuve que salir de ahí para poder contestar.

(ANGIE)

“Buenas tardes alumnos. Como todos saben, hoy tenemos evento en el Auditorio Central, así que, con mucho orden, pido a los profesores que lleven a sus respectivos grupos hacia el mismo para poder dar comienzo a nuestro evento musical. Gracias”

Para cuando había dicho esas palabras, ya estaba con los chicos que habían terminado de arreglar nuestro pequeño escenario.

R: - Creo que este será uno de nuestros mayores retos.

S: - ¿Por qué lo dices? – pregunto Sunny.

R:- Sabes perfectamente que los niños y adolescentes son un poco más exigentes. O pueden amar nuestra música, o simplemente, arrojarnos tomates.

P: - ¿PUEDES CERRAR LA BOCOTA? – esta era la primera vez que veía a Phil nervioso. Yo, por el contrario, estaba tranquila, pero ansiosa. Tenía muchas ganas del salir al escenario.

De repente, escuche que Miss Kimble estaba tratando de apaciguar a los alumnos. Nos reunimos en un círculo para orar. Y con nuestro clásico “show time” nos pusimos al filo de la parte trasera del escenario para poder entrar en cuanto se nos fuera requerido.

“CON USTEDES, UNA BANDA QUE NOS VIENE A REGALAR UNAS CUANTAS CANCIONES. DESDE DE LOS ANGELES… ANGIE & THE MUSTANGS….

Cuando entramos al escenario, los aplausos de los chicos se hicieron presentes.

Tomamos la decisión que empezaríamos con una canción tranquila para poder acaparar su atención.

Traía mi guitarra acústica, estábamos ante alumnos desde los de “kindergarden, hasta los chicos de “High School”, pero claro, se notaba el cómo estaban acomodados. Habían puesto a los más pequeños casi al frente de nosotros. Pude ver a Bells que estaba en primera fila a lado de sus amiguitas. Siempre en medio de ellas.

Mire a mis amigos… Era la hora de comenzar, así que Sunny comenzó con sus acordes rítmicos mientras yo la complementaba, abriendo el paso a la canción “What To Do” (Demi Lovato)

VAMOS CHICAS, A REPRODUCIRLA Y LEE CON ATENCIÓN LO QUE ESTA ENTRE *****

WHAT TO DO – DEMI LOVATO

Tell me what to do about you

I already know what I can see in your eyes

When you're selling the truth

'Cause it's been a long time coming

So where you running to?

Tell me what to do about you

Chorus:

You got your way of speaking

Even the air you're breathing

You could be anything

But you don't know what to believe in

You got the world before you

If I could only show you

But you don't know what to do

Tell me what to do about you

Something on your mind

Baby all of the time

You could bring out a room

Oh yeah

This day has been a long time coming

I say it's nothing new

Tell me what to do about you

Chorus:

You got your way of speaking

Even the air you're breathing

You could be anything

But you don't know what to believe in

You've got the world before you

If I could only show you

But you don't know what to do

You think about it

Can you ever change?

Finish what you started

Make me want to stay

Tired of conversation

Show me something real

Find out what your part is

Play it how you feel

**** ¡PIEZA CLAVE CHICAS! ****

Tell me what to do about you

Is there anyway, anything i can see

Won't break us in two

'Cause it's been a long time coming

I can't stop loving you

Tell me what to do about you

Last Chorus:

You got your way of speaking

Even the air you're breathing

You could be anything

But you don't know what to do believe in

You've got the world before you

If I could only show you

But you don't know what to do

Oooh

You could be anything

But you don't know what to believe in

World before you

Show you

But you don't know what to do

Yeah

(NICK)

Escuchaba que ya había empezado a tocar, pero la persona del otro lado del teléfono, aun no me dejaba terminarla.

Gracias a Dios que no duró tiempo más. Así que abrí la puerta sin poner atención,  y comencé a escuchar a la chica que cantaba.

Tell me what to do about you

Is there anyway, anything i can see

Won't break us in two

'Cause it's been a long time coming

I can't stop loving you

Tell me what to do about you

NO, DIOS, ESA VOZ, ES PARECIA A… DIOS MIO, tuve que abrir y cerrar los ojos para ver quién era aquella chica que cantaba. Cerré los ojos para adaptarlos a la distancia (que no era mucha) y… ¿ACASO ESTOY SOÑANDO?

N: - ¿ANGIE? – di un grito ahogado.

Si, era ella. ¡NO LO PUEDO CREER! Ella estaba ahí, cantando. Y no estaba sola, estaba con “The Mustangs”

Di un paso hacia delante, pero no pude avanzar más, ya que unas manos me sujetaban por los hombros.

[1] Directora real del New York Times.

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